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Las Puertas de Aporiaocc

🇲🇽Nestor123
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Synopsis

Chapter 1 - Mi Comienzo

Entonces, estoy aquí en la Ciudad Número 5 y siento que mi final ha llegado. Estoy por morir, me siento demasiado débil y ya no puedo pensar con claridad.

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¿Qué son las ciudades?

Me encuentro en Aporiaocc, más específicamente en la entrada a la primera ciudad llamada Telaraña.

La puerta que me recibe es como cualquier otra puerta, solo que ésta contiene un diseño que se asemeja a una red de telaraña yo le puese ese nombre, en cuyo centro hay un rostro sin boca, solo siendo visibles sus ojos, que me observan con una mirada penetrante.

Antes de entrar, debería explicar por qué estoy aquí y qué son las ciudades.

Bueno, cada ciudad es un mundo aparte y están formadas por líneas rectas que abarcan hasta donde mi vista pierde el horizonte. Piensa en ellas como un diagrama de la línea del tiempo y en vez de tener fechas o sucesos, son nombres que representan una ciudad.

Cada ciudad, como dije, es un mundo aparte, así que puede que no sea lo mismo lo que veas, a lo que vea la persona que entró antes que tú.

De todas formas, una vez entras en una, no podrás salir hasta poder cruzar el resto de las 12 puertas de cada ciudad.

Siguiendo la explicación, para poder cruzar a la siguiente ciudad, tienes que resolver un tipo de problema que ayude a sus residentes... así es, residentes. Ellos saben que no eres de ahí y tampoco saben que tienes que ayudarlos. Sus problemas varían, pero si no es el exacto o si muere la persona que tiene algo que te puede ayudar, simplemente quedarás atrapado en su interior, donde empezarás a olvidar tu vida y poco a poco te transformarás en uno de ellos, esperando ser librado.

Un día fuera de las ciudades equivale a un día, mes, años o siglos, depende de cuánto dure tu misión dentro de cada ciudad. Así que una vez entras, tendrías que pasar 12 días, pero para ti, al salir, puedes ser unos años más grande o ya salir siendo viejo, o morir y nunca salir.

La verdad es que no hay motivo por el que entrar a las ciudades. Se nos impuso al nacer y no se puede quitar este sentimiento de explorar y entrar a las ciudades.

Es como una ley que fue escrita al nacer por un dios. ¿Tal vez? Pero nos preparamos desde niños para poder sobrevivir en sus entrañas, desde la intuición, la habilidad de pelear, leer, comprender, etc.

Mientras reflexionaba sobre mi situación en la entrada de Telaraña, una sensación de urgencia me invadió. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de que mi cuerpo cediera ante las ansias de entrar por mi instinto... mejor entré por mi propia voluntad.

La ciudad

Al cruzar la puerta, solo veo una niebla negra que cubre completamente mi vista hasta donde puedo ver mis brazos estirados.

Toda la niebla empieza a desaparecer y como si de un videojuego se tratara, una ciudad se empieza a formar en frente de mí. Sus fachadas están adornadas con unos increíbles detalles, como si cada estructura tuviera su propia historia que contar.

Las calles, estrechas y serpenteantes, se entrelazan como las hebras de una tela de araña, creando un laberinto en el que sería fácil perderse.

De repente, figuras translúcidas comienzan a materializarse en las calles, como hologramas emergiendo de la nada. Personas pasean por las aceras, conversan en los portales de las casas y se apresuran por los callejones estrechos. Sus gestos y movimientos son fluidos pero raros, como si fueran proyecciones de una realidad distorsionada. Algunos de ellos me miran fijamente con ojos sin brillo, mientras otros parecen estar absortos en sus propias preocupaciones, ignorando mi presencia por completo. La sensación de estar en un lugar entre lo real y lo irreal me envuelve, añadiendo otra capa de extrañeza a esta ciudad surrealista.

Sin nada que más perder, me acercó a la persona más serca, tiene ropa de siglo Siglo XIX.

ARTUR: ¡Hola, amigo! Disculpa me puedes ayudar con unas preguntas?

¿?: Hola? Oh..yo creo que no. (Se va no antes de mirar de nuevo a artur de arriba así abajo con despecho.