Tapa 1
*Campanadas*
*Campanadas*
*Campanadas*
La Mente de Marco estaba hecha un desastre, todo lo que podía recordar era cómo había terminado borracho después de una fiesta en la universidad.
*Campanadas*
*Campanadas*
Mientras las campanadas resonaban su mente no puedo evitar recordar cómo fueron sus últimos momentos.
Con las luces de un camión acompañadas de un inmenso dolor que lo sacó de su ensoñación.
"¿Acaso morí?"dijo con una voz completamente distinta a la suya.
mientras sentía las suaves sábanas de lino sobre su piel desnuda, mientras movía su cuerpo grasoso y pesado dándose cuenta que algo estaba mal con su cuerpo.
"Donde estoy y qué le pasó a mi cuerpo", dijo saliendo de la cama desnuda y buscando un espejo quedó aterrorizado ante la revelación.
El terror era palpable en su rostro mientras frente a un espejo de oro e incrustado en diamantes se reflejaba la imagen de un hombre obeso, rubio y pasados sus años de gloria de cabello corto y grasoso.
"Oh dios no" dijo mientras se daba cuenta cómo su cuerpo pasó de un hombre bien parecido, musculoso y de largo cabello negro como la noche a un hombre obeso de mediana edad.
*Campanadas*
*Campanadas*
Una oleada de recuerdos sobre los perversos actos que este cuerpo había realizado e inundaban su mente con el sonar de las campanadas.
Este mundo se llamaba Luminus, un mundo cruel y brutal donde la única justicia que existe es la del puño y la magia. Una tierra donde los demonios y fantasmas corren desenfranados la Tierra sembrando el caos y la destrucción donde quiera que pase.
Había reencarnado como Lucius Maximiliano Soulight, Cardenal del sacro imperio del amanecer, una de las máximas autoridades en todo el imperio y Director de la santa academia del orden.
"Jajaja…Increíble…un mundo de magia y espadas donde yo puedo hacer lo que quiero" dijo mientras una sonrisa perversa y lujuriosa se dibujaba en su rostro.
Marcos ahora Lucius Maximiliano Soulight no pudo evitar sonreír con éxtasis ante el mundo de posibilidades que se abriría ante él a través de sus recuerdos.
sin perder más tiempo busco en el closet unas túnicas doradas de aspecto majestuoso que simbolizaban su estatus como cardiel en la academia del orden.
Después de 5 meses de arreglarse ante el espejo salió, marchó a su excitante y nueva vida.