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Chapter 6 - CAPITULO 6: Lo siento mucho, mis queridas amigas

Con la determinación y el temor, Nolan, Aleck y Fanny se prepararon para enfrentar a la transformada Evie, cada uno con sus armas en mano. Evie emanaba un aura oscura y amenazadora, su fuerza sobrenatural palpable en el aire.

Nolan avanzo primero, su espada desenvainada y lista para el combate. Con movimientos agiles, intento desarmar a Evie, pero ella esquivaba sus golpes con una velocidad asombrosa. Con un rápido movimiento, Evie contrataco con una patada devastadora que envió a Nolan hacia atrás, apenas logrando mantenerse de pie.

Mientras tanto, Aleck se interponía entre Evie y el resto de nosotros, protegiéndonos con su escudo y contrarrestando los ataques de Evie con su propia espada. Cada choque de acero resonaba de aire.

Fanny, con sus dos espadas en mano, se abalanzo hacia Evie desde el flanco, buscando aprovechar cualquier apertura en su defensa. Sus movimientos eran precisos y coordinados, pero Evie parecía invulnerable, bloqueando cada golpe con una destreza sobrenatural.

El poder de Evie se manifestaba en cada golpe y patada. Su guardia carmesí brillaba con intensidad, emanando una energía oscura que envolvía a sus oponentes, mientras la lucha continuaba con ferocidad.

La batalla alcanzo su punto álgido cuando, en un intento de acabar con la amenaza que representaba Evie, Aleck se abalanzo hacia ella con la intención de apuñalarla por la espalda. Sin embargo, consciente del peligro, me interpuse entre ellos justo en el momento crucial.

El sonido de la espada de Aleck cortando el aire fue ensordecedor, pero en lugar de encontrar a su objetivo, se encontró con Aida, quien se había sacrificado para salvar a su amiga.

"¡Aida, no!" grito Aleck, horrorizado, al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer.

El sonido metálico de la espada cortando el aire se detuvo abruptamente cuando la hoja de Aleck encontró el cuerpo de Aida. Un grito desgarrador escapo de los labios de Aida cuando la hoja se hundió en su carne, y cayo de rodillas con su rostro contorsionado por el dolor.

El tiempo pareció detenerse mientras todos observaban en shock lo que acababa de ocurrir.

"¡Aida!" exclamo Nolan, con los ojos llenos de lágrimas, mientras se movía para ayudarla.

Aleck retrocedió horrorizado, dejando caer su espada al suelo. "¡Dios mío, lo siento, lo siento mucho!" balbuceo, incapaz de articular palabras adecuadas para expresar su angustia.

Evie momentáneamente desconcertada por la inesperada intervención, se detuvo en su ataque, observando la escena con sorpresa y confusión. "¿Qué... que está pasando?" murmuro, sin comprender completamente lo que acababa de ocurrir.

Aida, luchando contra el dolor, miro a Evie con una leve expresión de su sonrisa. "No... no te preocupes...", dijo con dificultad, su voz apenas un susurro entrecortado por el dolor. "No fue... tu culpa..."

Con el aire cargado de tensión y dolor, Nolan se volvió hacia Aleck con ojos llenos de furia y acusación. "¡Esto es tu culpa, Aleck!" exclamo, su voz temblorosa con el peso del dolor y la ira. "¡Si hubieras controlado bien tu instinto y sentir su presencia, Aida estaría viva ahora! "

Aleck, con la mirada llena de pesar y arrepentimiento, levanto la vista hacia Nolan. "Lo siento, Nolan... lo siento mucho..." murmuro, su voz apenas un susurro lleno de angustia. "No fue mi intensión... no quería asesinarla".

Las palabras de Aleck, parecieron caer en oídos sordos mientras Nolan seguía culpándolo por la tragedia que había ocurrió, la tensión entre los dos era palpante.

Después el desgarrador grito de Evie lleno el aire de toda la aldea, y su lamento que resonó dejo a casi todos sordos ante la intensidad de su grito.

"No puede ser... ¡no puede ser verdad!" gritaba Evie entre sollozos, con las manos aferradas a su cabeza con un gesto de desesperación, mientras miraba el cuerpo sin vida de su amiga.

El dolor en los ojos de Evie era palpable, una mezcla de incredulidad y desesperación que la consumía por completo. "Aida, por favor, despierta, esto no puede estar pasando..." le seguía hablando al cuerpo sin vida.

Fanny se acercó a la desconsolada chica, "¿De verdad eres tu Evie?" pregunto.

Pero Evie apenas parecía escuchar, su atención estaba completamente centrada en el cuerpo de su Aida, como si esperara que en cualquier momento su amiga se levantara y le asegurara que todo había sido una pesadilla.

La escena se volvió más intensa cuando, Fanny, atravesó a Evie por la espalda con una de sus espadas. Un silencio sepulcral cayó sobre la aldea mientras todos observaban con asombro lo que acababa de suceder.

Evie, cegada por la furia y el dolor, se giró hacia Fanny con una mirada de rabia pura en sus ojos, antes de que pudiera siquiera reaccionar, Aleck, actuando con rapidez para proteger a Fanny, se unió a ella, atravesando a Evie con su espada también.

El cuerpo de Evie se tambaleo y cayó al suelo, su vida se desvanecía ante sus ojos. Sus últimas palabras quedaron atrapadas en un susurro ahogado mientras su mirada se desvanecía, llevándose consigo la furia y la tristeza por todo lo sufrido.

Un silencio pesado y sombrío descendió sobre nosotros mientras observábamos el cuerpo inerte de Evie. La batalla había llegado a su fin, pero con el costo de la vida de Aida. La tragedia que habían marcado esta noche permanecía con nosotros después de que el sol se asomara frente a nosotros y la aldea.

"No debemos decir que la conocíamos", enfatizo Fanny con tono firme.

"¿Por qué no deberíamos decirlo?", pregunto Aleck, tratando de comprender la situación.

"Simplemente no debemos hacerlo", respondió Fanny cortante. "Pero, aun así, hay gente que la vio antes de que desapareciera", agrego Aleck, señalando una preocupación valida.

Fanny se exaspero. "Nos pueden juzgar por ser sus aliados", grito con frustración. "No quiero que me relacionen con un monstruo", continuo, su voz temblando con la pasión de indignación.

La tensión del grupo se volvió palpable cuando Nolan, visiblemente molesto, interrumpió a Fanny. "Cállate, Fanny", respondió con brusquedad. "Estoy diciendo la verdad", insistió Fanny, sin dejarse amedrentar por la interrupción de Nolan.

"¿Y qué sugieres que hagamos, Nolan?" pregunto desafiante Fanny.

"¡Decir la verdad!", respondió con calma.

"No podemos arriesgarnos a que nos señalen como cómplices de ella", insistió.

"Pero es nuestra amiga y estuvo des-" exclamo Nolan, antes de ser interrumpido.

"¡Tu amiga!, no nuestra", dijo Fanny con seriedad. "No te confundas, pero no es mi responsabilidad del monstruo que ella fue y tampoco estoy en la obligación de defenderla", continuo.

La ira se reflejaba en los ojos de Nolan mientras fulminaba a Fanny con la mirada. "Eres hipócrita", espeto con amargura.

"No importa lo que digas", respondió con calma. "No cambiare de parecer".

Con gesto de desdén, Nolan se dio la vuelta y se alejó de ellos, con su expresión sombría mientras se dirigía hacia el lugar donde yacía el cuerpo de Aida. Con cuidado y delicadeza, levanto el cuerpo sin vida de su amiga en sus brazos, sintiendo el peso de la tristeza en su corazón.

Con pasos firmes, se dirigió hacia donde yacía el cuerpo de Evie, depositando suavemente el cuerpo de Aida junto al de su amiga. Una mirada de dolor y remordimiento cruzo su rostro mientras observaba los rostros pálidos de las dos mujeres que habían sido sus amigas.

"Los siento mucho, mis queridas amigas", murmuro Nolan con voz temblorosa, las lágrimas bordearon sus ojos mientras acariciaba sus rostros pálidos con gestos amorosos. "Perdónenme por fallarles y no haberles protegido", susurro, sus palabras cargadas de pesar.

Con el corazón cargado de tristeza, Nolan se alejó del lugar donde yacía los cuerpos de sus amigas. Se dirigió hacia donde se encontraba los soldados que aun buscaban sobrevivientes entre los escombros dispersos por la aldea.

Al llegar junto a Hugo y los demás soldados, Nolan sintió un nudo en la garganta al intentar hablar. "Hugo, necesito hablar contigo", comenzó con una voz grave, su semblante reflejaba el peso de la tragedia que acababa de ocurrir.

Hugo levanto la mirada, sus ojos llenos de preocupación al ver la expresión sombría de Nolan, "¿Qué pasa, Nolan?", pregunto con voz temblorosa, anticipando lo peor.

Nolan trago saliva antes de pronunciar las palabras que tanto le pesaban. "Hoy encontramos a nuestra guerrera perdida, una encarnación de las 7 virtudes, Evie Wilson, y era el demonio capital", comenzó su voz entrecortada por la emoción. "Pero también la perdimos, murió en batalla, junto a la otra encarnación, la guerrera Aida Miller".

El silencio que siguió fue abrumador, cargado de tristeza y desesperación. Hugo y los demás soldados asimilaron la noticia con horror y pesar, conscientes del duro golpe de la noticia de perder a dos encarnaciones en un solo día y que una de ellas fuera la causante de esta terrible masacre a personas inocentes.