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Chapter 10 - X: Culpable

Actualmente

 

 Inhaló aire con toda la fuerza que le que le tenía. Había despertado, de lo que él pensaba que era una pesadilla. Trató de levantarse, pero un agudo dolor en su vientre, punzante y ardiente, como una quemadura de metal, le impidieran moverse, provocando que cayera al suelo. El golpe le causó toser, lo que le generaba la misma sensación horrorosa. Mientras se tambaleaba, un médico llegó a ayudarlo tras escuchar el ruido de la caída. Le tomó de los hombros, e intentó calmarle, mientras lo sentaba nuevamente en la camilla.

 

 ¾¡Señor Miller! ¾Exclamó, tratando de hacerlo recostarse¾ Que bueno que despierta…

¾¿Qué ocurrió? ¾Preguntó tan confundido como asustado.

¾Le dispararon. Tiene un pulmón herido. Tuvo suerte de que no se lo perforaran.

 ¾¿Estuve en coma? ¾Continuó mientras se resistía a que lo recuesten.

 ¾No diría en coma, pero estuvo tres días inconsciente… ¾Explicó¾ Realmente necesita descansar.

 Jayden miró directamente al médico.

 ¾No… Escuche, es peligroso para mí estar en un solo lugar por demasiado tiempo, sobre todo en un lugar tan… público.

¾Algo así explicó la mujer que lo trajo, por alguna razón. Pero aquí estará seguro.

¾Perdón por no creerle, pero… ¾Fue entonces que Jayden divisó un calendario en la pared al lado suyo. «¿Qué día es?»¾ Espere… ¿Qué día es?

 El hombre dijo la fecha. Jayden se levantó con fuerza, ignorando el dolor.

 ¾¡Debo irme! ¾Exclamó en un grito.

 ¾¡No! ¾Gritó¾ Escuche, perdió mucha sangre. Además. tiene costillas y otros huesos rotos, que parecen incluso anteriores al disparo, que usted no trató. No le recomiendo irse. Necesita tratamiento, urgentemente.

 Jayden sacudió la cabeza. Luego se logró parar en el suelo.

 ¾Ne-necesito irme… ¾«Hay no»¾ Ha-ha-hay algo que te-tengo que hacer… Algo importante. ¾«No puedo hablar bien»¾ Po-po-por favor…

 ¾Señor… Si no se trata… Podría morir.

 Él se detuvo, luego le empujó.

 ¾¡Quítese!

 

 El medico retrocedió finalmente, aceptando que no podría detenerlo. Tomó su ropa que estaba en una silla (No le importó que aún estuviera llena de sangre) se vistió y salió del lugar. Gracias a Dios, no había policías cerca «Supongo que esperaba que Blair me pusiera custodia, pero irónicamente me hizo más fácil el camino de ida… Si claro, estoy seguro aquí». Pensó tras atravesar la puerta. Aunque debió sostenerse de las paredes para poder caminar. Sentía un extremo dolor por cada paso que daba. Solo trataba de llegar hasta la parada de trenes, y así poder llegar a su destino.

 

Hace 7 años

 

 Fue el funeral más silencioso de la historia. Los llantos de los padres, el caminar de los mismos por la calle, todo era totalmente silencioso, todo era pesado, sin embargo, y para cualquier otro, dramáticamente, ruidoso. Pero ellos, se sentían bajo el agua. Podía escuchar la voz de Melisa, entrelazada a la de Lucas. «Los dos están muertos por mi culpa» se decía mientras trataba de no cae frente a los muchachos. Al finalizar, se fueron al edificio. Apenas dialogaron. Simplemente, dijeron que, en ese lugar, harían su propio homenaje para los jóvenes.

 

 Ahora, los cuatro estaban en total silencio, en la sala de común. Jayden estaba cabizbajo debido a la vergüenza. Nadie sabía que Lucas estaba encargado de él. Por eso, era el que más silencio guardaba. Tras entender que nadie estaba interesado en si quiera decir algo, simplemente se levantó, caminó hasta la puerta, tomó la manija y miró al resto antes de salir.

 

 Él se dirigió a donde normalmente daba sus terapias. Miró la silla donde se sentaba normalmente. Luego miró la otra donde se sentaban ellos. Pasó la mano por el respaldo de madera. Recordó a Jane, a James, a Lauren, a Ivan, a Carmen, a Melisa, y Lucas… Comenzó a lagrimear en respuesta. Se sentó en el suelo, mientras trataba de calmar sus sentimientos.

 

 Cuando brindas terapia a jóvenes, sobre todo si son de tu misma edad o similar, lo primero que te dicen, es que sin importar lo empáticos que seas, evites sufrir demasiado con la vida de los demás, porque se te nublaría el juicio, o aún peor, sentirías remordimiento por cosas que ni siquiera están en tus manos. A pesar de todo, y de esas advertencias, era la única regla que él no seguía. Cada sesión, él se ponía en los zapatos del paciente. Debía hacerlo. Lloraba con ellos. Sufría con ellos. Se aseguraba de que sus dolores sanen, entendiéndolos profundamente. Hasta les daba algo de dinero o guiaba en sus búsquedas fuera del colegio. Enserio, lo intentaba. Intentaba ser un buen tutor. Pero te descuidas una vez, y…

 

Así entró Abigail. Cerró la puerta detrás suya, tras suspirar.

 

 ¾¿Has visto a Jane? ¾Preguntó sin dejar el picaporte.

 ¾No… No la he visto. ¾Respondió fríamente.

 ¾Ajam… La… La seguiré buscando… ¾Miró detrás suyo¾ Jayd… ¾Ella se detuvo¾ Hablaremos luego… ¿Sí?

 ¾Abi… Yo…

 ¾No. Está bien. Ahora debemos centrarnos en Jane hoy. ¿Sí?

 ¾Lo siento…

 ¾No. No te disculpes. ¾Abigail sonrió. Luego volteó¾ La ayudaremos a salir de esta.

 

 Abigail salió dejando solo a su novio. Miró por la ventanilla de la puerta como permanecía sentado en silencio. Aunque quisiera irse a estar para darle apoyo, sabía que no podía quedarse. No en ese momento. Sabía que, con Jane, estaba en una carrera con el tiempo. «Una chica inestable una pérdida de este calibre. No son cosas que deberían mezclarse» Presionó los dientes. Comenzó a caminar a toda velocidad. Buscando por todas las aulas. «Por favor. No falles» Se rogaba a sí misma.

 

 Pasó por la sala común, donde vio a Wyatt. Este, estaba mirando la ventana. Abigail miró a los costados. Nadie. Pensó en el hecho que hayan sido «Quizá pueda darme algo de información» pensó para sí misma, mientras se acercaba a él.

 

 ¾Ey amigo… ¿Cómo va todo? ¾Preguntó sentándose al lado suyo.

 Wyatt, permaneció en silencio, mientras miraba el paisaje. Abigail sacudió a los lados la cabeza.

 ¾No quieres hablar ¿Verdad? ¾Aceptó. Comenzó a levantarse.

 ¾No es eso, solo que… ¾Trató de comunicarse, pero comenzó a trastabillar. Suspiró frustrado. Le costaba decir lo que sentía.

 ¾No lidiaste con la muerte antes, ¿No? ¾Supuso ella, mientras pasaba una mano por su espalda.

Asintió. «Maldición» se dijo, siendo consciente de que debía quedarse.

 ¾Cuéntame, ¿Cómo te sientes? ¾Preguntó.

 Wyatt recostó la cabeza contra el vidrio.

 ¾Me… Me cuesta aceptar que no la volveré a ver. ¾Explicó con algo de dificultad en sus palabras. Notaba el nudo en su garganta¾ Aún creo que vendrá por la puerta, y… No lo sé, nos saludará y pasará el día con nosotros cuatro. ¾Se detuvo un segundo para limpiarse una lagrima¾ Como siempre.

 ¾Claro… Me siento igual, si soy sincera… ¾Aceptó la morocha¾ Creo que a todos nos pasa.

 El chico hizo un silencio breve. Dejó paulatinamente de aguantarse las ganas de llorar, y dejó salir un par de sollozos.

 ¾No… No es justo. ¾Se quejó por lo bajo.

 ¾No lo es… No lo es Wyatt.

 ¾¿P-Por qué ocurren estas cosas? ¾Dijo con su voz quebrada.

 ¾No lo sé…

 Irremediablemente, se dejó llevar por el sentimiento.

 ¾La extraño Abi…

 ¾Yo también…

 

 Wyatt comenzó a llorar. Abigail, a sabiendas que no le gustaba ser abrazado, se puso frente a él y puso su mano en su cabeza, para darle caricias con los dedos. «Ya de por si no entiende muchas cosas de la vida. Esto debe ser demasiado» Ella comenzó a tener que aguantarse. No debía llorar frente a él. Debía darle paz. Él chico no era de llorar. Pero se notaba que esto era demasiado para él. Aunque sabía que ellos no eran tan cercanos, sabía que era imposible no quererla. Tan amable, tan dulce y tan «Si sigo pensando en esto, voy a derrumbarme» pensó. El chico se limpió el rostro con las mangas y dijo:

 

 ¾Abi… ¿Dónde está Jane? ¾Preguntó entre sollozos.

 ¾La estoy buscando desde hace un rato. No la has visto ¿No?

 Wyatt negó con la cabeza.

 ¾Encuéntrala, por favor… Necesito abrazarla… Decirle que todo va estar bien. ¾Rogó

 ¾Estoy en eso. Voy a encontrarla ¿Sí? Sabes que yo nunca fallo. ¿No?

 

 Wyatt asintió. Se secó las lágrimas. Ambos se levantaron. Ella le sonrió, y de forma imprevista, él alzó los brazos hacía ella. «Okey, esto es nuevo» pensó. Suspiró y aceptó el abrazo. Puso una mano en su espalda, la otra en la cabeza, con la que hacía pequeñas caricias. Quería consolarlo. Era, la primera vez que ella daba un abrazo a alguien que no era Jayden o su tía, y era la primera vez que Wyatt pedía un abrazo.

 

 Mientras tanto, Jayden caminaba por el edificio. Había recibido un mensaje de Charly, quien le pedía que aguanten ahí un rato largo, hasta que llegase. Y pese al memorial, sabía en el fondo que era porque este quería hablar con él en privado. «Se que no me va a regañar. Lo sé. Pero… Tengo miedo. No sé por qué» pensaba, mientras subía la escalera rumbo a la terraza, en búsqueda de algo de aire fresco.

 

 Allá arriba, se encontró a Connor, quien estaba con la cabeza pegada a la pared. Reconocía ese rostro como la palma de su mano.

 

 ¾Reconozco ese rostro ¾Dijo Jayden al ver a Connor.

 Connor gruñó con rabia, para luego gritar y golpear la pared con su puño. Fue tan fuerte que esta se manchó de algo de su sangre. Jayden permaneció alejado.

 ¾Connor, ya habíamos hablado… de… ¾Sacudió la cabeza¾ No importa…

 ¾Mel se fue, Jayden. ¾Susurró¾ Ella murió…

 ¾Lo sé…

 ¾Solo tenía diez años. Era menor que nosotros, y ya murió. ¾Dio otro golpe¾ Era tan inocente, tan tierna, tan buena…

 Entre cada frase, daba otro golpe, y otro, y otro.

 ¾Connor, vas a lastimarte. Detente.

 ¾Otra persona que… No pude proteger. ¾Continuó mientras se alejaba y se agarraba la cabeza¾ Primero mi hermano, luego mi madre… ahora… ¡Mierda!

 Antes que Connor quisiera volver a golpear la pared, Jayden se interpuso entre ambas. El otro retrocedió velozmente, tras amagar tirar un golpe.

 ¾No permitiré que sigas lastimándote…

 ¾Pude matarte. ¿Me ibas detenerme dejándote como carne molida?

 ¾Me harías un favor. ¾Digo fríamente, mientras se acercaba y ponía sus manos en los hombros de su amigo¾ Escúchame… No podías… Nadie podía hacer nada…

 ¾¡Debería haber podido! ¾Gritó.

 ¾¿Qué? ¿Frenas las balas? ¿Eres un personaje de "Duro de matar"?

 Connor moqueó.

 ¾Yo… Yo quisiera que esto no hubiera pasado.

 ¾Todos, amigo. Ella fue una víctima de… Otra víctima convertida en victimario.

 Connor volteó, y sentó espaldas a la pared. Ocultó su rostro en sus manos.

 ¾Ella no hizo nada para merecer eso.

 ¾Lo sé.

 ¾Jayd… ¾Susurró¾ ¿Por qué no pudimos hacer nada para cuidar a ellos? No solo a Melisa, sino a… Todos

 Jayden permaneció a callado.

 ¾Yo… Lo siento… Se que no tengo la culpa, pero… Lo siento por ella, y por… Jane… ¾Continuó el lamento Connor.

 ¾Yo también.

 Jayden se sentó al lado suyo. Puso su mano en el hombro de su amigo.

 

 Abigail, sentía su corazón acelerarse segundo a segundo que pasaba. No podía encontrarla. A sabiendas que esta situación era la de una carrera contra el tiempo, sobre todo sabiendo que ella podría estar sobre pensando, o realmente tenía razón. De todos modos, sabía que, si no encontraba a Jane, no se calmaría.

 

Entonces, fue tras intentar abrir una puerta, la última de todo el establecimiento, al fondo de todo el lugar, que, pese a su fuerza característica, la puerta ni se movió. Intentó forzarla, pero no podía abrirla. Hizo presión absoluta. La pateó débilmente incluso. Nada. Pegó el oído a la puerta tratando de averiguar algo. Pudo escuchar la música, un par de sollozos y... ¿Una voz? Agudizó su oído «Es la voz de Melisa»

 

¾¡Jane! ¿Estás ahí? ¾Preguntó mientras seguía forcejeando. Se cimentó un silencio¾ ¡Jane! ¿¡Jane, estás ahí!? ¾Gritó ahora.

Una voz. Una voz amarga, fría, como la de un fantasma sin emociones, dijo :

¾Vete Abigail… Déjame sola. ¾Entre sollozos.

 

Esa frase, le alertó, lo que le hizo entrar en modo ataque. Mientras gritaba el nombre de Jane, comenzó a embestir la madera. Luego a patearla, y a molerla con los puños. «¡Ábrete, puta madre!» rogaba. «No puedo permitir que ella salga lastimada» continuaba mientras hacía carrera hacia atrás y preparaba su hombro. «Debo protegerla. Hoy lo lograré» La embestida que le metió, derribó la puerta.

 

Cayó al piso. Mareada, trató de levantarse, mientras se quejaba por su hombro adolorido. Pero la imagen de su amiga sangrando por las muñecas, en un charco sangre y lágrimas, mientras la miraba con un rostro que mezclaba la resignación y la suplica por ayuda, le dieron anestesia el dolor de los moretones. Se arrastró hacía ella a toda velocidad.

 

 ¾¡Jane! ¾Gritó tratando de agarrar a su amiga.

 ¾T-te dije que te vayas… ¾Tartamudeó, mientras alejarse de Abigail.

 Jane era veloz, pero ese sentimiento de alerta le permitieron ser más rápida. Así con fuerza tomó de las manos a Jane.

 Pese al frio que tenía, a causa de la pérdida de sangre, aún poseía la fuerza suficiente para poder forcejear con la fortachona de Abigail.

 ¾¡Jane, basta! No te resistas, necesitas ayuda. ¾Exclamó la morocha.

 ¾¡Déjame! ¡Déjame ir! ¾Gritó, tratando de empujarla¾ ¡Déjame morir!

 ¾¡No te voy a dejar morir! ¡Nunca te voy a dejar! ¾Continuó mientras ajustaba su cuerpo para poder detener el sangrado con sus manos, a la par que la inmovilizaba para que no pudiera seguir lastimándose.

 ¾No importa… Ella murió. La asesinaron, y no pude hacer nada para poder detenerlo… ¾Se lamentó mientras se retorcía con todas sus fuerzas¾ Quiero ir con ella.

 ¾¡No, no! ¡No puedo permitirlo! ¾Dijo una vez más

 ¾¡Déjame!

 

 Jane sacó fuerzas de donde no tenía, para empujar a Abigail, y luego darle un puñetazo en el labio, haciendo que este se partiera, y comenzara a sangrar de forma incontrolable, embarrando su ropa y mitad del rostro. La pelirroza se dio cuenta de lo que había hecho, así que logró, finalmente, salir de ese trance en el que estaba.

 

 ¾Abi… Tu-tu labio… L-lo siento Abi, yo… ¾Comenzó a disculparse.

 ¾¡Basta! ¾Gritó, tras sacudirla de los hombros. ¾Ya está, cálmate¾ Dijo. Así abrazó a Jane con toda su fuerza¾ Ella se fue, pero tu vives aquí. Vive para recordarla a ella y sus ideales…

 Jane paró de retorcerse, y miró a los ojos a su amiga, que al igual que los suyos. Estaban empapados en lágrimas.

 ¾Vive por ella… El amor no muere con las personas. Lo hace con el olvido… Y si te vas… ¾Dirigió su mirada a al suelo. Luego se limpió las lágrimas con la manga de la camisa¾ Jane… Yo…

 

 Jane abrazó con todas sus fuerzas a Abigail, mientras lloraba con fuerza. Gritando el nombre de Melisa entre sollozos. La mayor abrazaba a la otra, mientras se cortaba las mangas de su camisa para poder vendar las muñecas de su amiga, quien no paraba de descargar su amargura en su hombro. «Estoy contigo Jane. No pude antes, pero lo estoy ahora. No voy abandonarte amiga. Jamás».

 

 ¾Te lastimé el labio… ¾Dijo tras un rato.

 Abi sonrió.

 ¾Me enorgullece que hayas podido golpearme con esa fuerza. ¿Has hecho ejercicio?

 Jane rio.

 ¾Tengo que ir a un hospital… ¿No? ¾Preguntó con la voz ronca y afónica por tanto llorar

 ¾Si. Ya la llamaré… Necesitarás sutura, naturalmente. ¾Explicó Abigail mientras sacaba su teléfono.

 ¾Si, pero… Necesito volver luego. Tengo que hablar con Jayden.

 ¾Oh, está bien… ¾Aceptó algo asustada¾ Pero, ¿Hay alguna razón por la que… quieras hacerlo?

 ¾Se que él era el tutor de Lucas…

 

 Jayden recibió la noticia de Abigail. Decir que casi se desmorona es decir poco. «Jane, otra vez no», pensó mientras se sostenía de la pared para no desmayarse. Jane era una chica inteligente, capaz y hermosa que jamás conoció. El dolor que le generaba saber que, otra vez, intentaba tomar su vida, era indescriptible. Similar a que te arranquen el corazón con un tenedor. Además de hacerlo sentirse culpable, le recordaba algo vital: Ella fue su primera paciente. Sentía como si todo su trabajo para ayudarla, incluso desde la raíz, ya había sido profanado por los errores del miope. «Lo siento Jane. Todo esto es mi culpa» Pensaba sentado en el suelo de la oficina de Charly. Llevaba esperando varios minutos, que se sintieron horas. «Dejarme encerrado con mis pensamientos ya es jodido»

 

 ¾Hola amigo… ¾Dijo en voz baja el susodicho, quien entró despacio al lugar. Sentándose frente a él.

 ¾Charly… ¾Dijo mirándole por encima de los brazos que le hacían de almohada¾ Lo-lo siento.

 ¾Jayden…

 ¾No me vuelvas a decir que no tengo la culpa, porque me voy a volver loco. ¾Se quejó con un gruñido

 ¾Sabes que es verdad. ¾Rebatió el adulto.

 Jayden escupió en el suelo.

 ¾Yo era el tutor de Lucas. El chico venía en secreto, porque si su padre se enteraba, no sabía que pasaría. Por semanas trató de salir adelante, pero yo no pude darle el interés suficiente, o el mismo empeño que a mis otros chicos a cargo... ¾Describió¾ Él es igual de victima que todos ellos. Solo que…

 ¾Si él decidía matarse, por más que tu hicieses todo para evitarlo, fue decisión suya. Lo mismo que Jane.

 Jayden se levantó con ira. Gritó y golpeo la pared. Luego derribó la mesa detrás suya.

 ¾Jayden…

 ¾¡¿Por qué no me regañas?! ¡Siempre es un "No tienes la culpa"! O… ¡Debes cuidar tu salud mental! ¾Recriminó el pelinegro¾ ¡Se un adulto por una vez! ¿¡Quieres!?

 Charly tragó saliva.

 ¾Yo no voy a regañarte… Menos cuando tu lo haces todos los días.

 Jayden gritó. Tiró el escritorio detrás suyo. Revoleó una silla contra la pared, y rompió una ventana con una alcancía que había ahí.

 ¾¡Soy un puto monstruo! ¾Gritó desde lo más profundo de sus entrañas¾ ¡No importa lo mucho que haga, siempre lo arruino, siempre hago que la gente salga lastimada! ¡No importa que haga! ¾Continuó mientras se arrodillaba y golpeaba el suelo con los puños¾ Soy un desastre… Mi padre tenía razón… Mi madre hizo bien en darme la espalda junto a mis hermanos…

 Charly abrazó a Jayden, sin dejarlo continuar.

 ¾Cálmate… Ya está… ¾Le susurró Charly al oído¾ Déjalo salir…

 Jayden, sin embargo, no lloró casi. Solo dejó caer algunas lágrimas por sus mejillas.

 ¾Charly… Esta mañana yo…

 ¾Ibas a dejar el grupo. Lo sé…

 ¾Yo…

 ¾Es lo mejor… ¾Aceptó el adulto¾ Es lo mejor para tu mente, y…

 ¾No lo haré. No dejaré el grupo. ¾Negó Jayden.

 Charly se alejó de Jayden, sin quitarle los brazos de encima.

 ¾¿Qué?

 ¾Iba a dejarlo para enfocarme en mi emancipación. ¾Explicó el miope mientras miraba sus muñecas¾ Pero tras lo de hoy… Creo que está claro que enfocarme en mi solo trae problemas. Y graves.

 El otro negaba con la cabeza.

 ¾Pero… Tu salud mental.

 ¾¡Mi salud ya no es relevante! ¾Gritó levantándose.

Charly se quedó paralizado.

¾No voy permitir, fallarles de nuevo.

Charly quiso sermonearlo. Le dijo muchas cosas, sin embargo, Jayden no le dio importancia. Su mente se había decido en que no abandonaría a nadie nunca más. Que, si no podía ayudar a otros por tener una vida, dejaría de vivir para enfocarse en los demás.

¾No me estás escuchando, ¿Verdad? ¾Susurró Charly.

¾No hay nada que puedas decir para convencerme de que me vaya. ¾Combatió Jayden¾ No me iré, aunque me lo supliques de rodillas. Yo ayudaré a los chicos hasta el final. No volveré a rendirme, o a dejarlos de lado.

¾¿Cuánto pasará antes de que tú te pierdas en el abismo? ¾Preguntó.

¾No importa.

Jayden, seguía en pie de guerra. Y, pese a todas las hipótesis que tenía, Charly comenzó a reír. Quedó totalmente extrañado.

¾¿Qué es tan… gracioso?

¾Nada, nada. Solo que me da risa la palabra, "Hasta el final".

El rostro de Charly se oscureció.

¾Jayden, si quieres estar hasta el final… Debes saber algo…

 

Jane y Abigail estaban en la tarraza. Ambas permanecían en silencio, mientras escuchaban el sonido de los autos pasar. Jayden no tardó en llegar al ver el mensaje de su novia que lo citaba a ese lugar. Caminando despacio se acercó a las chicas. La morocha se levantó, le susurró en el oído algo y se alejó de ambos, sin irse demasiado lejos, sin embargo. Él observó unos segundos a su amiga, quien tenía la cabeza enterrada en sus brazos y se sentó al lado de ella. El miope tenía miedo del barranco al lado suyo, por eso se puso como obstáculo entre amigos. Mantuvieron el silencio otro rato más. Ninguno parecía tener el valor para decir algo. Pero el silencio fue roto finalmente por ella.

 

¾Jayden… ¾Susurró aún con la cabeza en sus brazos¾ Lo sé…

Jayden, con la capucha puesta, y sin mirar a Jane, respondió.

¾¿Qué sabes? ¾Con una voz suave, pero algo temblorosa por el miedo.

¾Que eras el tutor de Lucas. ¾Otro silencio se cimentó.

¾Aja… ¾Aceptó¾ Como lo…

¾Eso no importa. ¾Interrumpió.

¾Okey… ¾Se dio otro silencio, aún más denso que el anterior¾ Entonces… Supongo que me odias. Y estarías en tu derecho. Hasta te entendería y justificaría. Porque quieras o no… Quizá si hubiera tratado mejor a Lucas, esto no habría ocurrido.

Jayden miró por el rabillo del ojo a Jane, quien estaba haciendo fuerza para no llorar.

¾Se… se que eras el tutor de Lucas… ¾Repitió¾ Siento que debería odiarte. Desearte la muerte o algo peor… ¾Miró a los ojos a Jayden¾ No… No te odio.

Jayden apretó sus puños.

¾Hiciste tanto por mí, por Melisa, y por tantos otros, que… Un error no podrías… haberlo evitado. ¾Jane se limpió las lágrimas¾ Incluso que si yo hubiera… tomado esa decisión, no habría sido tu culpa…

«Podría haberlo hecho mil veces mejor. Soy un fracaso»

¾Eres el mejor amigo que sé que podría haber pedido, y se que Melisa pensaba lo mismo.

¾Gracias Jane… ¾«Te fallé, no merezco el más mínimo de tu cariño»

Jane recostó su cabeza contra la pared detrás suyo.

¾La extraño mucho…

¾Yo también Jane… La extraño mucho, y no merecía esto…

¾Lo sé…

Jane pegó un cabezazo con la nuca contra la pared.

¾Dios… Estoy tan… Frustrada. ¾Chilló¾ Esto es grave. ¿Un tiroteo con un chico nuestro? ¿El grupo podrá recomponerse? ¿Nosotros podremos hacer seguir esto adelante?

Las dudas de Jane, la hicieron finalmente quebrarse. Como siempre, sus lágrimas, se transmitieron a Jayden. Pero debía contenerse. No había forma de que él expresara debilidad. «Debo ser fuerte para ellos». Expresar debilidad era el peor error que había cometido, y no lo volvería a cometer.

¾Jayd… ¾Dijo apoyando la mano en su hombro.

¾Dime.

¾¿Vamos a salir de esta?

Jane miró directamente a Jayden, con sus ojos cargados de lágrimas.

¾¿Vamos a estar bien?

Jayden intercambió miradas con ella. La inocencia, la suplica, y el miedo se transmitieron por todo su cuerpo. Jayden puso su mano en la mejilla de Jane. Se tocó labio inferior con la otra mano. Y dejó escapar un par de lágrimas, y sonrió.

¾Todo saldrá bien Jane… Todo saldrá bien Jane.

 

Se abrazaron con fuerza. Ella dejó escapar todo lo que se había guardado. Jayden, de forma más sutil, también comenzó a llorar. Sus lágrimas estaban cayendo encima de ambos. Mientras él en su mente se disculpaba con ambas, el calor del cuerpo de su amiga le era más que reconfortante. «No quiero soltarte» Se decía. «Quiero cuidarte» continuó. «Te amo Jane. Eres mi mejor amiga» terminó ocultando su cabeza en su hombro también. Al menos, se notaba que ella se estaba calmando. Las palabras del miope eran lo suficientemente fuertes para que ella comenzara a hacerlo. Pero en el fondo, él sabía la verdad.

 

Tras limpiarse las lágrimas, ella apoyó la frente con la de Jayden. Él le dio un beso en la misma.

 

¾No te iras, ¿Verdad? ¾Preguntó ella.

¾¿A dónde iría?

¾No lo sé… Pero…

¾No me iré a ningún lado. Jamás. Lo prometo.

¾Gracias por todo Jayden. ¾Agradeció la peliroza.

¾Te debo la vida amiga.

¾Que gracioso… Yo siento eso.

Jayden ojeó su reloj.

¾Deberíamos ir… Dentro de poco será la conmemoración. ¾Dijo él.

¾Está bien…

Jayden miró atrás. Vio a su novia Abigail rogando por su atención con la mirada. Él regresó con Jane.

¾Ve. Debo hablar con Abi un segundo.

¾Te espero.

¾Mejor ve a hablar con Charly y Wyatt, se habían quedado preocupados por ti… ¾Limpió una lagrima de la mirada de Jane¾ Nos veremos pronto, lo prometo.

 

Jane se fue. Abrazó a Abigail también, y luego se fue.

 

Abigail le ayudó a levantarse, mientras miraban a la joven bajar por las escaleras.

 

¾Que día eh… ¾Dijo Abigail mientras miraba a Jayden.

¾Ni que lo digas…

Tras unos segundos de mirarse sin decir una sola palabra. Abigail apoyó la cabeza en el hombro de Jayden.

¾No se lo merecía… Era tan joven. ¾Sollozó, tras aguantarse las ganas todo el día¾ Ni-ni siquiera era conocida de Lucas, solo fue… una víctima del fuego cruzado. ¾Miró a Jayden sin soltarlo, o alejarse de su regazo¾ ¿Qué pasará con sus hermanos?

¾Con Charly haremos lo necesario para que estén bien ubicados… No volverán con sus padres, e irán a una buena casa de acogida. No haremos cargo.

Abigail volvió a abrazarlo.

¾Ay dios… Mel… La voy a extrañar mucho.

¾Yo también amor…

Ella abrazó con fuerza a su novio, recibiendo su calor para poder consolarse. Pero, aunque la reconfortaba, lo notó nuevamente «Otra vez… Ese sentimiento. Se lo está guardando»

¾Jayd…

¾¿Qué pasó Abi?

¾Hay algo que… ¾Negó con la cabeza¾ Hablé con Charly… ¾Le miró a los ojos¾ Me lo dijo.

 

 Decir que Jayden lo recordó, sería mentir. Esas palabras que le dijo aún en privado, eran lo suficientemente fuertes para que no hayan salido de su cabeza.

 ¾Debes ser fuerte para ellos ahora si vas a quedarte. ¾Explicó sentado en el desastre que el ataque de ira de Jayden había ocasionado¾ Sonríe y dales paz… Sobre todo, por lo que acaba de ocurrir… ¾Tras bajar la mirada y suspirar pesadamente, continuó¾ Este caso es demasiado grave. A nivel social y mediático. Así que… estemos preparados para lo inminente…

 

 La sacudida de Abigail le trajo devuelta a la realidad.

 ¾Jayden… ¾La resignación de la mirada de ella era tan fuerte, que era imposible de ignorar¾ El M.V.J.J acabará pronto… ¿Verdad? ¾Susurró Abigail con lágrimas en los ojos.

 Jayden bajó la mirada. Suspiró, y regresó la mirada a Abigail.

 ¾Se que está difícil. Y mucho. ¾Aceptó¾ Y se lo que dijo Charly… ¾Continuó¾ Pero no voy a dejar que esto se acabe. Menos así. ¾Un aire de valentía había surgido de la nada en él¾ Lucharé hasta el final para mantenerlo y salvarnos a todos… Porque ese es mi objetivo de vida. Ayudar a cuantos sea posible.

 Abigail sonrió.

 ¾Amo tu determinación. ¾Alagó con dulzura.

 ¾Yo te amo a ti… ¾Se besaron dulcemente. Luego se abrazaron con fuerza, Luego le miró¾ ¿Vamos?

 ¾Si… ¾Asintió ella.

 Abigail comenzó a caminar hasta la puerta que daba a la escalera.

 ¾¡Ah! Espera. ¾Interrumpió velozmente.

 ¾¿Mhm?

 Abigail volteó. Jayden rebuscó en el bolsillo de su campera. Sacó una pequeña caja de terciopelo.

 ¾No quería que… Pasara el día… Encima casi me olvido.

 ¾Jayden, ¿Me estás jodiendo? ¾Se quejó.

 ¾Lo sé. Lo sé. No fue el mejor día, y no sé si es el mejor momento. Pero no quería que… Termine sin darte algo… ¾Se excusó avergonzado¾ Se que la pasaste mal, y bueno, hoy tuvimos una mezcla negativa de factores. Perdón por eso.

 Abigail suspiró.

 ¾¿Qué es?

 Jayden le acercó la caja. Ella la abrió, y dentro había un hermoso collar de plata con una mariposa de dije. Abigail sonrió.

 ¾Me encanta amor… ¾Agradeció con una pequeña sonrisa¾ ¿Me lo pones? ¾Dijo volteándose y recogiendo su pelo.

 ¾Claro… ¾Respondió acercándose¾ El collar ¿No?

 Abigail le dio un codazo en el estómago.

 ¾Lo siento. ¾Dijo entre risas.

 Abigail volteó.

 ¾¿Qué tal?

 ¾Mm… Resalta tu belleza. ¾Alagó.

 ¾Gracias amor.

 Abigail y Jayden se besaron nuevamente. Luego se abrazaron. El momento de calma, donde ambas dejaron un par de lagrimas caer por sus rostros.

 ¾Lo siento Abigail. No merecías esto. Tu tampoco.

 ¾Está bien. No me importa. Sabes que te amo… y que…

 ¾¿No es mi culpa? ¾Asumió.

 Abigail asintió

 ¾Se que…

 ¾Ni lo menciones, ¿Sí? No me podrás hacer sentir mejor. Perdón.

 Abigail suspiró.

 ¾Lo entiendo.

 ¾Pero enserio… Me alegra que te haya gustado el regalo.

 ¾Todo lo que me regalas me gusta. Tienes buen gusto.

 Otro beso en la frente por parte de él.

 ¾Feliz cumpleaños Abi.

 

Actualmente

 

 ¾Feliz cumpleaños Abi.

Dijo Jayden frente a esa placa de mármol que ponía el nombre de su difunta esposa. Puso la mano encima de esta, y, tras ataparse el rostro para ocultar sus lágrimas.

 ¾ Lo siento. No merecías esto. Tu tampoco…