Un hombre herido camina lentamente, evitando hacer tanto ruido como sea posible, con mirada decaída, marcha con un objetivo, informar a su señor.

El bosque difícil de transitar se hace peor con heridas serías, aún así, continúa un paso tras otro con la esperanza de llegar a su destino o encontrar una persona que trasmita su mensaje, tras horas deambulando como zombi sin detenerse, aunque su cuerpo maltratado, agotado y herido, tiene que continuar, pues tal es su deber.

Con la llegada de la noche y con horas de agotador esfuerzo, el otrora orgulloso caballero, con mirada perdida , ha conseguido salir del bosque, pero no puede ir más lejos, respirando con dificultad tropieza y cae violentamente.

Hace apenas unos días, marchaba orgulloso con sus hombres, una misión fácil se decía, rumores de bandidos o algunas alimañas menores están causando problemas con los recolectores de hierbas e ingredientes en el bosque.

Carnicería, no fue de otra forma, una masacre brutal, un monstruo, debe serlo o de qué forma sería posible que 500 hombres sean destrozado sin ver ni la sombra de quién reclama sus vidas.

Ahora, el único sobreviviente está tirado en el suelo, esforzarse por tomar aliento, sin grandeza u orgullo del que hablar, manchado de sangre y sus propias heces.

"Dra...ddraa...gón" susurra antes de morir, su rostro desfigurado por del terror, la criatura había seguido sus pasos y ahora le observaba mientras moría.

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En la oscuridad de la noche el cuerpo del caballero es arrastrado hacia una caverna y luego arrojado sobre tantos otros cadáveres, suficientes para hacer una pequeña colina.

un lagarto de tres metros de altura y siete hasta la punta de la cola, con alas de murciélago atrofiadas se acuesta sobre el montón de cuerpos, la figura del lagarto es delgada, demasiado para una criatura de ese tamaño, piel y huesos sin rastro de músculos por ninguna parte.

 toma un profundo respiro, luego aguanta unos momentos antes de liberar el aliento, toma ritmo y con cada exhalación un vapor verdoso se libera de sus fauces, después de unos minutos un brillo azul tenue se deja entrever en la piel escamosa, la respiración se acelera acompañada de pulsaciones del resplandor que escapa por el espacio entre las escamas, la caverna oscura se llana de una niebla verde enfermiza, pequeños destellos azulados resplandecen por unos momentos antes de desaparecer en la niebla, poco a poco la cantidad de destellos incrementa, así como un leve susurro de voces apenas audibles.

un coro de gritos espeluznantes reverbera en la cueva, pequeños fuegos fatuos danzan en la niebla que llena la caverna, unas voces piden piedad, otras maldicen, pero lentamente se van acallando cuando una tras otra entran en el cuerpo resplandeciente del "dragón" . Un leve fuego azul arde sobre la criatura mientras los cuerpos sobre los que yace se convierten en momias secas.

el fuego lentamente se reúne sobre el pecho de la bestia, donde se extingue lentamente sobre las las escamas, que lentamente pierden su color, una mancha blanco enfermizo se extiende por las escamas del lagarto, con las ultimas luces del fuego se aprecia la leve figura de un cráneo grisáceo sobre el verde cuerpo de la bestia.