La noche cayó sobre el valle. Se formó un puesto de avanzada y se alzaron las tiendas de campaña. Los paramédicos y enfermeros que llegaron se movían de un lado a otro, de manera bastante organizada he de decir. Había una gran cantidad de heridos por atender, muchos de ellos tendidos sobre mantas manchadas por su propia sangre, cubiertos de vendas por todo el cuerpo y quejándose constantemente del suplicio que debían aguantar.
Aunque el sufrimiento y la agonía por el dolor eran tan apreciables en el ambiente, estos eran encapsulados por la pesada calma que traía el cielo nocturno y las fogatas que nos calentaban en la fría y áspera noche. Los soldados decaídos se reconfortaban rápidamente al estar al lado del fuego, disfrutaban de una plática amena y una buena (aunque simple) cena entre camaradas, un merecido descanso después de una dura batalla.
Mientras yo seguía supervisando y contando la cantidad de heridos que teníamos, hallé a cierta chiquilla de carácter pesado y malhumorado, fungiendo como enfermera en el campamento. Al principio no la reconocí, pues hacía mucho que no la veía, e incluso cría que no nos volveríamos a topar nuevamente, pero en cuanto cruzamos miradas, me percaté de que era ella.
Roef: 『 Oye, ¿qué haces tú aquí? 』
Verónica: 『 ¿Pero qué manera de saludar es esa? ¿No podrías ser un poco más respetuoso? En serio que no has cambiado nada. 』
Roef: 『 Pensé que te habías quedado en el refugió del clérigo Siar. 』
Verónica: 『 No me gustaba estar ahí. Las monjas no son más que una molestia y no nos permitían jugar en ningún momento. A todas nos decían que teníamos que aprender a comportarnos como adultas, pues tarde o temprano nos habríamos de casar y tener hijos. 』
Roef: 『 ¿Y no es así? 』
Verónica: 『 ¡¡Claro que no!! ¡Yo no necesito casarme ni tener que cuidar de alguien! 』
Roef: 『 Eso dices, pero aquí estás, teniendo que cuidar y atender a los heridos, ¿no? 』
Verónica: 『 ¡E− Esto es distinto!... Es verdad que ya no quiero ser una niña. Quiero tener la suficiente fuerza para poder valerme por mí misma y sé que para eso debo madurar aún más... Por eso me ofrecí a ayudarle al Dr. Martel, para aprender todo lo posible de él y así convertirme en una verdadera adulta tan pronto como sea posible. 』
No creo que así uno llegue a convertirse en adulto, mucho menos tan rápido ni a tan corta edad. Pero si eso es lo que ella quiere, ya se las arreglará sola entonces. Yo no tenía tiempo para preocuparme por una niña que pensaba así.
Jean: 『 ¡Ey, Roef! ¡Conque aquí estabas, ¿eh?! ¿Qué haces aún en servicio? Deberías venir con todos y festejar nuestra gran victoria. 』
Tan encimoso como siempre. Jean se veía tan despreocupado creyendo que estábamos en una mera fiesta. Estaba brindando y haciendo bromas junto con los demás soldados, con bastante euforia, como si la batalla de hace pocas horas nunca hubiese sucedido y los heridos que teníamos a lado no existiesen. Detesto este lado suyo cuando termina embriagándose, se vuelve más molesto que de costumbre.
Jean: 『 ¿Oh? ¡Pero si es la pequeña Verónica! ¡Hacía tiempo que no nos veíamos! Dime, ¿qué te trae por aquí? 』
Verónica: 『 ¡Hmph! A ti no tengo por qué explicártelo. Eres muy tonto como para comprenderlo. 』
Estos dos siempre que terminan encontrándose, la paz y tranquilidad se desaparece. Verónica, que intenta ser lo más ponderada y correcta posible, detesta a Jean por su actitud laxa y burlona. Siempre discute con él y lo regaña a más no poder, pero Jean poco caso le hace y la irrita aún más con sus comentarios irreverentes.
Jean: 『 ¡Oh, vamos! ¡No digas eso! Me lastima mucho que alguien tan linda como tú hiera mis sentimientos así. 』
Verónica: 『 ¡¡¿L− L− Linda?!! ¡¿Pero qué crees que estás dicien− ?! 』
Jean: 『 ¡Ya sé! ¡Ven! 』
Verónica: 『 ¡¡Uaaah!! ¡¡E−Espera!! 』
Jean tomó la mano de Verónica y de un jalón repentino la arrastró hasta la fogata en donde varios de los reclutas se encontraban en plena borrachera, todos bailando y saltando al son de la melodía de un viejo violín de uno de los veteranos.
Giraban y giraban mientras cantaban las viejas y alegres canciones de triunfo, las glorias pasadas de antiguas leyendas que no alcanzamos a conocer, pero que nos dejaron sus relatos. Al menos parecía que se divertían, inclusive Verónica, que seguía los saltarines pasos de Jean y desprendía una tierna risa, contagiada por las carcajadas de los soldados.
Cmdt. Rask: 『 Vaya, parece que lo están pasando bien. 』
Roef: 『 ¡Comandante! 』
A mis espaldas apareció sin previo aviso el Comandante Rask, aquel que ha liderado toda batalla importante durante el trascurso de esta guerra y ha dirigido a nuestro batallón: El frente de recuperación. Era una responsabilidad enorme tener que encabezar al grupo encargado de liberar los pueblos de la ocupación invasora de Tesotl, y por supuesto, no podía ser encargado a otro que no fuese la mano derecha del rey. Y pensar que nos graduamos con solo dos años de diferencia, es increíble pensar que tenemos casi la misma edad y él ya tiene un rango tan alto.
Cmdt. Rask: 『 He visto como quedó la colina y la mina. Fue una dura batalla, sin duda. Después de todo eso, no me sorprende el que estén festejando. 』
Roef: 『 Señor, yo no− 』
Laurent: 『 ¡Quién lo diría! No pensé que fueses tan liberal como para hacer una fiesta, ¿eh Roef? 』
Hace casi un mes que no nos veíamos y este imbécil ya empezaba con sus vaciladas. Laurent fue un compañero mío en la academia, ambos de la misma generación. Es un idiota, pero es bastante bueno en lo que hace, un especialista en el manejo de armas largas y pesadas. Eso sí, tiene el afán de fastidiarme en todo lo que hago y para colmo, siempre termino emparejado con él. Sigo sin entender cómo es que llegamos a estar en el mismo escuadrón una y otra vez. No encuentro la forma de separármele, es sumamente cansado.
Roef: 『 Y quién diría que tú fueses capaz de regresar en una sola pieza. Me sorprende que esta vez no hayan tenido que salvarte el pellejo, como siempre. 』
Laurent: 『 ¡Ja! Como si de verdad necesitara de ayuda. A comparación tuya, yo soy un guerrero imparable. Es más, soy tan bueno que seguramente estoy destinado a frenar esta guerra y eliminar la maldad de este mundo. 』
Roef: 『 Lástima que no puedas eliminar tu idiotez. 』
Laurent: 『 ¡¿Qué acabas de decir?! 』
Héctor: 『 Je, Je; sin duda que se extrañaban. 』
En cambio, Héctor era mucho más de mi agrado, una persona mucho más razonable, muy cordial y responsable, acata siempre las órdenes y realiza correctamente todas las tareas. Era el único ser "normal" en este equipo lleno de locos y fenómenos, empezando por uno en particular...
Cmdt. Rask: 『 Oye, Roef. ¿Qué rayos está haciendo Jean? 』
Desde que Jean llegó al grupo, las cosas se han torcido de forma bastante considerable. Es alguien muy misterioso, no aparenta ser alguien muy inteligente que digamos, pareciera que todo el tiempo está en las nubes, pero el talento que tiene en el campo de batalla es innegable, tan bueno que hasta da miedo. Pero él es todo un misterio, sabemos que viene desde el continente de Euralia y de una familia noble, pero no tiene sentido alguno el motivo por el cual él está en esta guerra; no pelea por su nación ni por temas de alguna alianza comercial o algo por el estilo, simplemente lo pusieron aquí con nosotros sin explicación alguna del porqué; él solo dice que está aquí para "divertirse".
Héctor: 『 Este, ¿esa no es la niña que nos encontramos en Ascord? 』
Roef: 『 Sí, se ofreció como enfermera del Dr. Martel y nos topamos con ella. Jean la terminó arrastrando para que bailara con él y pues... ahí lo tienen. 』
Héctor: 『 Ya veo. Pero... que una niña esté en un campo de batalla... 』
Cmdt. Rask: 『 Al parecer nos hemos quedado cortos de personal médico. Bueno, si ella misma se ofreció como voluntaria, no hay nada que hacer. Además, no es nuestro problema. A nosotros nos corresponde salir a pelear y acabar con esta guerra a como dé lugar..., cueste lo que cueste... 』
El comandante tenía razón, nosotros solo debíamos de enfocarnos en acabar con el enemigo para frenar esta guerra entre naciones. Como soldados, nuestro único deber era luchar por el reino y por el rey, solo eso.
Cmdt. Rask: 『 Reúnanse todos conmigo. Tenemos asuntos que discutir. 』
Héctor: 『 ¡Sí, señor! 』
Roef: 『 ¡¡OYE JEAN!! ¡¡Nos están llamando!! ¡¡Date prisa!! 』
Jean: 『 ¡¡OH, VAMOS!! ¡NO ARRUINES LA DIVERSIÓN! 』
Roef: 『 ¡¡Rápido!! 』
Jean lanzó una especie de suspiro y quejido a la vez. Soltó la mano de Verónica y a modo de juego, se disculpó como un "caballero", diciendo que la excusara, puesto que tenía que atender el llamado del Comandante, pero que en otro momento volvería a bailar con ella. La verdad, esas palabras no mostraban mucha credibilidad, y justamente la pequeña jovencita no quedó conforme, ella quería que en verdad cumpliese su palabra.
Verónica: 『 ¡P−Prométeme que bailaras conmigo otra vez! ¡S−S−Solo lo digo porque es de mala educación dejar a una dama así! 』
Jean: 『 ¡Por supuesto! Te prometo que nos volveremos a ver muy pronto... Hasta entonces. 』
Jean finalmente se alejó de Verónica y del animado grupo de soldados que circundaban con su saltarina danza alrededor de la llameante fogata, dejando sola y con una expresión triste a aquella niña.
Entramos a una tienda un poco alejada de la luz del fuego, donde ya casi no se escuchaban las risas y los cánticos. No había gran cosa en ese sitio, más que una simple lámpara de aceite que colgaba sobre una angosta cuerda y que iluminaba una mesa cuadrangular bastante desgastada y rajada, donde también estaban las bolsas de viaje de Laurent, Héctor y el Comandante, señal de que acababan de llegar al campamento.
Rask empezó la reunión al sacar de su bolsillo un pedazo de pergamino plegado, con un montón de dobleces que iba deshaciendo al extender el papel en la mesa. Así se fue develando un enorme planisferio lleno de tachaduras y puntos marcados.
Señaló el sitio donde estábamos actualmente: Rezok, aquel pequeño pueblo minero de la región del Noreste del renio, en la mayor zona de extracción de minerales y piedras preciosas de todo el continente de Axal.
Prácticamente, habíamos limpiado ya toda la frontera de los invasores de Tesotl, el reino del Norte, quienes vinieron en busca de hacerse de la zona y de todo el mineral, dado que ellos no poseen ninguna mina en su inhóspito y gélido territorio.
Aun así, era bastante sorprendente lo rápido que logramos acabar con los otros grupos invasores en los demás pueblos. Supuestamente, su ejército es uno de los más poderosos. Las primeras batallas sí que habían sido muy duraderas, prolongándose por meses incluso, pero de a poco, conforme avanzábamos y liberábamos a los pueblos de la ocupación, parecía que la dificultad disminuía, sus tropas se reducían cada vez más y las peleas ahora eran más cortas.
Además, en los casi dos años que llevamos en guerra, se ha podido notar que han extraído muy pocos catalizadores por cada zona que despejamos, a veces encontrábamos las minas intactas por alguna razón. Era demasiado extraño, un sinsentido absoluto. Si el motivo por el que vinieron directamente aquí era para saquear nuestros recursos, entonces, ¿por qué no lo hacían?
No ha habido ningún intento de reconquista o por retomar las minas, ni tampoco alguna otra movilización hacia el interior del reino. Era como si de pronto hubiesen desaparecido.
Cmdt. Rask: 『 Como sabrán, señores, solo hacen falta liberar dos puntos de avanzada enemiga más: Losalt y Solist, los dos pozos de mána más grandes de la región, en las faldas del monte Arok. Y se los diré de una vez, quizás esto sea más duro que lo que pasó en Ascord y Almak. 』
En cuando el Comandante mencionó a Ascord y Almak, solo me vinieron malos recuerdos a la cabeza de lo desastrosa que fue esa operación, un enorme riesgo que tuvimos que tomar con tal de asegurarnos el triunfo de esa penosa batalla, una victoria de la que no me siento para nada orgulloso y no quiero repetir. Si de verdad lo siguiente podría llegar a ser peor que ese infierno de hace ya un año, esta vez nada nos garantizaría que venceríamos o siquiera saliéramos con vida.
Cmdt. Rask: 『 Durante la misión de reconocimiento, 'Spectrus alpha' halló lo que es la mayor fuerza de ocupación de todas. No mentiría que sus números son hasta diez veces más que los nuestros. 』
Roef: 『 ¡¿Diez veces?! ¡¿De dónde sacaron a tantos hombres?! ¡Creí que estábamos igualados en números ya! 』
Cmdt. Rask: 『 Para nosotros también fue una sorpresa, prácticamente han montado una ciudad militar en la entrada a la mega-caverna de la montaña. No sabemos si han estado reservándose todo este tiempo para atacar en algún momento dado. Como sea, no podemos permitirnos esperar a comprobarlo. Habrá que recuperar la zona. 』
Roef: 『 ¡¿Pero cómo demonios vamos a hacerlo?! Nos quedan menos de mil soldados a nosotros aquí. ¡No podremos hacerles frente así! 』
Cmdt. Rask: 『 Lo sé, por eso he pedido refuerzos a la capital. Pero teniendo en cuenta que también nos estamos quedando sin recursos y nuestra reputación con el pueblo ha decaído, tomará al menos dos o tres meses como mínimo para igual sus números. 』
¡¿Dos meses de espera?! Si tardábamos demasiado en atacar, muy posiblemente tendríamos a un enorme ejército de 10 mil hombres atravesando el territorio hasta arrasar con todos los pueblos y la capital del reino. No podíamos permitirnos perder tanto tiempo y cederles la iniciativa.
Había que idear un plan de acción inmediata, con una buena estrategia, pero con una cantidad muy reducida de fichas disponibles. Siendo realistas, era algo muy poco factible de hacer. Mandar a nuestras pocas unidades al frente así solo haría que nos aplastaran contundentemente y perdiéramos todo el territorio de la frontera una vez más. Nos costaría la guerra por completo.
Todos quedamos en silencio por un breve momento mientras pensábamos el cómo resolver esta encrucijada. Me empezó a dar una jaqueca por el estrés y la falta de ideas, era cierto que también comenzaba a agotarme y me alteraba la situación. Me presionaba la cabeza ante mi desesperación interna hasta que Jean habló de pronto, sin apartar la vista del mapa, analizándolo detenidamente como si buscase algo en él que lo tenía inquietado.
Jean: 『 Saben, hay algo que me llama mucho la atención aquí. 』
Laurent: 『 ¿Qué, en serio? 』
Jean: 『 Sí, verán... He notado algo raro aquí en la zona, o más bien en todos los países del norte, y es que... 』
Cmdt. Rask: 『 "y es que" (?) 』
Parecía que la capacidad de análisis de Jean había captado algo al final, un detalle importante que podría ser vital y nos diera respuesta a nuestro problema. Todos quedamos expectantes ante su pausa dramática y lo lento que movía sus labios solo nos ponía más tensos, hasta que finalmente terminó su oración.
Jean: 『 ¡... Todos tienen nombres extraños! 』
Laurent: 『 ... ¿Eh? 』
Jean: 『 Es que todos los lugares por los que hemos pasado tienen nombres raros, hasta me cuesta pronunciarlos a veces. ¿No les parece raro? 』
Quedamos atónitos ante el comentario irrelevante de Jean y reaccionamos con total decepción. Realmente no sé qué esperábamos realmente de él si ya conocíamos su comportamiento inmaduro.
Laurent: 『 ¡*Suspiro*! ¿En serio, Jean? Veo que sigues siendo el mismo "Beyarno" que cuando llegaste. Los nombres son así porque fueron nombrados por las tribus fundadoras. 』
Jean: 『 ¿Tribus fundadoras? 』
Roef: 『 Las civilizaciones pioneras del continente, Jean. Se cree que eran pequeños pueblos repartidos por todos lados, cada uno con su propia lengua y sus propias costumbres y tradiciones. 』
Jean: 『 Oooh, ya veo. Pero ahora en casi todo el continente hablamos el mismo idioma, ¿no? ¿Qué pasó con ellos? 』
Laurent: 『 Se extinguieron. Muchos de los reinos de Euralia se encargaron de destruir y esclavizar los pueblos del continente durante la época de colonización. Por eso también tenemos nombres y apellidos muy diversos, somos descendientes mestizos de los colonizadores y los pioneros de Axal, se podría decir que una mezcla de todo. 』
Roef: 『 Vaya, me sorprende un mentecato como tú sepa de historia. 』
Laurent: 『 También sé cómo romperte la boca, ¿quieres que te muestre? 』
Cmdt. Rask: 『 Ok, ya fue suficiente charla. Quiero que me escuchen con atención. 』
El Comandante comenzó a explicar su propuesta como la mayoría de las veces lo hacía. Ahora que lo pienso, la mayoría de los planes que se ejecutaban en combate eran obra suya. Pocas veces se nos ocurría a nosotros mejores estrategias que a él, aún y que nos permite dar propuestas y sugerir cambios en algunas ocasiones. Era lógico que el líder del equipo y de las tropas de recuperación tomara las decisiones importantes.
En fin, resulta que gran parte de las fuerzas de ocupación no se ven muy bien que digamos. De acuerdo al informe que trajeron, el enemigo presenta agotamiento físico por la escasez de alimento en invierno; el agua y la comida habían comenzado a agotarse considerablemente y tampoco tenían de dónde más hurtar ahora que las villas y pueblos que invadieron estaban destruidas.
Además, faltaba mencionar también los síntomas de estrés y ansiedad de algunos de sus soldados, todo esto producto de la explotación y sobreexigencia por parte de sus altos mandos. Tal vez era un poco de esperarse todo esto.
Era cierto entonces que el entrenamiento militar de las fuerzas de Tesotl conllevaba prácticas de lo más crueles que uno pudiese imaginar. Les prohibían el agua y la comida durante días, posiblemente hasta semanas. Había reportes de espionaje donde se relataba como los cadetes tenían que aguantar castigos tortuosos que iban desde sumergirse en pozos de agua helada, casi en estado de congelación, hasta ser partícipes de cacería humana como animales desnudos. Así de salvajes son en esa nación.
Claramente, atravesaban una situación difícil también, mucho peor que la de nosotros incluso. Sin embargo, lo importante era que estaban vulnerables y teníamos una buena oportunidad para debilitarlos aún más.
Cmdt. Rask: 『 Les haremos las cosas un poco más difíciles. Vamos a ir directamente por sus últimas raciones. 』
Roef: 『 ¿Entonces los mataremos de hambre? 』
Cmdt. Rask: 『 Así es. También este enorme puesto es un punto de distribución de alimento. De aquí es de donde sale y llega todo el apoyo y recursos de guerra a los grupos de ataque que hemos enfrentado. Si esperamos dos meses a un posible ataque, lo que podemos hacer nosotros cinco, por lo pronto, es debilitar al enemigo. 』
Héctor: 『 Pero, señor, por muy poca comida que tengan, no creo que podamos nosotros solos robarnos en un único viaje todos sus suministros. 』
Cmdt. Rask: 『 Descuida, Héctor, no será necesario. 』
Roef: 『 ¿Señor? 』
Cmdt. Rask: 『 No nos robaremos su comida... La vamos a hacer pedazos. 』