Ese lugar parecía completamente olvidado, no se veían más que árboles en todo el lugar, era como un océano color verde, completamente silencioso de no ser por la caída de las hojas y el susurro del viento.
En ese misterioso bosque, un hombre estaba tirado en el suelo con los ojos cerrados, parecía estar dormido u inconsciente. Destacaba debido a su cabello negro azabache y una pequeña cicatriz en su ceja izquierda.
Paso una cantidad desconocida de tiempo hasta que finalmente comenzó a abrir los ojos.
-"Mmmh… Tan brillante…" Murmuró, mientras los rayos del sol que pasaban entre los arboles golpeaban su rostro.
Finalmente, se levantó del suelo, mirando a su alrededor. Ahora de pie, el hombre parecía ser de unos 175cm de alto, su cabello llegaba hasta su cintura y sus ojos eran de un hermoso verde esmeralda. Un atractivo hombre de unos 21 años.
-"¿Dónde diablos estoy? Hace un momento estaba en… ¿Eh? ¿Dónde era?" Se llevó una mano a su cabeza, intentando desesperadamente recordar.
-"¡No recuerdo nada! ¿Qué mierda está pasando?" Comenzó a perder la calma, incapaz de recordar nada. De repente, sintió un dolor punzante en la cabeza y, al cabo de un momento, experimentó una extraña sensación de calma, como si su desesperación anterior fuera una mentira.
-"¿Qué fue eso? Me siento muy tranquilo de repente… No, no importa. Debo averiguar dónde estoy y por qué."
El hombre comenzó a mirar a su alrededor y no pudo ver más que árboles, hojas caídas y el sol en el cielo. El lugar era aterradoramente silencioso, no podía verse, escucharse ni sentirse ningún tipo de animal o criatura viva.
-"Un bosque, uh. Aunque siento que me resulta familiar por alguna razón… UGHH" De nuevo, sintió otro intenso dolor de cabeza, esta vez mucho más intenso que el anterior, y podía sentir como lentamente caía al suelo.
Junto con el dolor, lo que parecía ser una serie de imágenes—No, mejor dicho, memorias comenzaron a aparecer en su cabeza.
El escenario cambio totalmente, los arboles fueron reemplazados por un sombrío campo de entrenamiento, lanzas, espadas y escudos de madera estaban por todo el lugar, algunas con la hoja rota y otras con solo el pomo.
En tal lugar se encontraban dos personas: un niño de no más de 8 años, cuyo cuerpo estaba cubierto de moretones y la ropa hecha jirones, sosteniendo una espada de madera. Y una hermosa mujer con el mismo color de pelo, pero con unos misteriosos ojos amatista. Era muy joven, alrededor de 26 años.
Al igual que el niño, ella también sostenía una espada de madera, con la "ligera" diferencia de que en su cuerpo no se podían ver ningún rasguño, solo algunas partes rasgadas de su ropa.
-"¿Eso es todo? ¿Te vas a rendir? Levántate." Dijo la mujer en un tono frío.
-"…" El cuerpo del niño tembló un poco por el tono de la mujer, pero sacudió su cabeza y se levantó de forma inestable, blandiendo su espada.
-"Muy bien, eso me gusta más." Una sonrisa casi imperceptible cruzo por la cara de la mujer al ver que el niño se esforzaba.-"¡Prepárate, aquí voy!" dijo, abalanzándose sobre el niño.
-"¡¡!!" El niño se puso en guardia, apenas desviando la espada que se acercaba. Respondió con un tajo lateral, pero fue fácilmente bloqueado por la mujer. –"Predecible." Dijo, e inmediatamente ataco con la parte plana de la espada a la cabeza del niño.
-"¡Ouch!" Por el dolor, el niño cayó al suelo. Mientras frotaba su cabeza, lagrimas comenzaron a caer por su rostro.
-"No llores, eres un hombre, deberías ser capaz de soportar más que eso." Dijo la mujer mientras se acercaba al niño.
-"¡Pero! ¡Golpeaste mi cabeza y duele mucho!" - El niño comenzó a llorar más fuerte.
-*Suspiro* "Esta bien, lo siento. Ya no llores, mamá está aquí." Dijo la mujer mientras se arrodillaba y acariciaba al niño— O mejor dicho, a su hijo, en donde lo golpeó.
-"hmm" Asintió el niño mientras miraba a su madre.
-"Escucha, Kael, este mundo está lleno de peligros que no se detendrán y no dudaran en matarte aun si lloras. Debes ser más fuerte, lo suficientemente fuerte como para que nada ni nadie pueda lastimar a tus seres queridos..."
FWHOOS
De repente, el recuerdo se ve interrumpido y su madre desaparece. Ahora, se encontraba en lo que parecía ser una sala de audiencias, decorado extravagantemente con joyas preciosas y oro. Sentado en un trono incrustado con diamantes, estaba un anciano que no se veía para nada afectado por la edad; Cabello negro con toques de gris, una cara atractiva y músculos que no podían ser escondidos debajo de su fina ropa, y lo más sorprendente de todo—Ojos dorados, como si fueran pequeños soles.
El anciano miro al niño, ahora un adulto como si estuviera frente a una bolsa de estiércol, nada más que desprecio y disgusto podían verse a través de sus ojos dorados.
Pasado un tiempo, con evidente disgusto, el anciano hablo:
-"Kael, eres una vergüenza para nuestra distinguida familia, una basura que ni siquiera debería haber nacido. ¿Entiendes lo que digo? Tus acciones no han hecho más que traer deshonra al nombre de nuestra familia." —El anciano sonrió ligeramente de forma despectiva;
-"A partir de este día, serás despojado de nuestro apellido, no lo mereces. Serás lanzado a lo profundo del Bosque Maldito. ¿Quién sabe, tal vez tienes suerte y te devora una bestia?"- Dijo en un tono frio el anciano
-"Entendido, Patriarca" El joven solo permaneció en silencio, mordiendo su labio en frustración.
-¡Declaro que a partir de hoy, Kael, ya no será parte de la Familia ***!—