Chapter 26 - Capítulo 25.

Roef: 『 No esperaba volver a verte, Verónica. Me sorprende que me hayas encontrado, nadie se aventura a seguir subiendo la montaña hasta acá. 』

Verónica: 『 A−Ah, sí, me imagino. Tu casa está bastante lejos. 』

Vaya cambio de aires. Hace unos momentos, el Sr. Willems estuvo a punto de romperle la cara a Shun, ahora estábamos sentados en su misma mesa mientras calentaba su cafetera de hojalata y compartía algo de café con nosotros.

Roef: 『 ¿Y qué te trae por aquí? No estarás de visita, ¿o sí? 』

Verónica: 『 Ojalá fuese una visita. 』

Roef: 『 ¿Cómo va el golpe, chico? 』

Shun: 『 Estoy bien. 』

Roef: 『 Hmph, debo admitir que pegas duro. Has crecido mucho desde la última vez que te vi. Por cierto, ¿cómo está tu hermano? ¿No los acompañó? 』

Un silencio tensó inundó el pequeño espacio donde estábamos reunidos. La cara de Shun se hizo más gacha y apretó con furia su puño. La postura de la Sra. Aarden se encorvó y su mirada se entristeció más. Aun así, tomó valor para hablar sin tartamudear y darle la noticia al Sr. Willems.

Verónica: 『 Roef…, Max… falleció. 』

También guardó silencio y se sumó a la pena. Estuvimos todos así por algunos minutos hasta que volvió a hablar para dar sus condolencias.

Roef: 『 … Siento escuchar eso… En verdad, lo siento… 』

Verónica: 『 … Roef, necesito… un favor. 』

Roef: 『 … Tiene que ver con todo esto…, ¿verdad? 』

La madre de Shun se perfiló hacia el Sr. Willems y reclinó su espalda, rogándole que le concediera su petición. 

Verónica: 『 Shun y yo nos las arreglaremos para buscar en dónde vivir. Te pido que ocultes a Lidia y que le permitas vivir aquí… Te lo suplico, es de vital importancia. 』

Roef: 『 ¡¿Lidia?!... ¡¿Tú eres la princesa?! 』

Lidia: 『 E−Eh, s−sí, señor. Soy yo. 』

Sentía la forma en cómo me analizaba de arriba abajo. Por supuesto que era natural dudar de si una chica llena de raspones, con la cara sucia, despeinada y llevando harapos rotos como yo era en verdad la princesa de Haiza.

Roef: 『 Mmm…, ya veo… Significa, entonces, que es una orden del rey. 』

Verónica: 『 Así es. El rey solicitó específicamente que fueras tú quien la ocultara y protegiera. 』

Roef: 『 *Suspiro*… ¿Y si digo que no? 』

Verónica: 『 ¡Roef, por favor! 』

Roef: 『 Sabes que detesto a ese viejo autoritario, Verónica. Cree que puede seguir dándome órdenes. Después de lo que nos obligó a hacer, dejé muy en claro mi renuncia. Que ni piense que lo obedeceré de nuevo. 』

Verónica: 『 ¡P−Pero−! 』

Roef: 『 ¡Pero nada! Si quiere que alguien cuide de su hija, que lo haga el mismo como su padre. Yo no soy ni de chiste su niñera. 』

Se impuso con suma autoridad y seriedad, aun sin levantar la voz. Se levantó de la mesa y puso la cafetera vacía en una cubeta llena de agua y jabón, donde remojaba los trastes. Evadió el tema con la excusa de "lavar los platos sucios", recogió el balde y salió de la casa.

Pensé que si no llegábamos a un buen término, tendríamos que quedarnos en el exterior de las montañas y dormir en el terrible frío de la noche sin abrigo alguno. Después del duro camino que fue llegar hasta él, no quería repetirlo de nuevo, absolutamente no. Así que, aguante el dolor que punzaba mi corazón y me armé de valor para decirlo.

Lidia: 『 ¡Falleció! 』

Roef: 『 … ¿Huh…? 』

Lidia: 『 Mi padre…, él falleció. 』

En cuanto escucho eso, se quedó plantado en la entrada y retrocedió. Miró a la Sra. Aarden y preguntó sin palabras si era cierto, a lo que ella contestó con un simple movimiento de cabeza para afirmarlo. Cerró la puerta y dejó el balde en su lugar. Volvió a sentarse y prosiguió con la charla, lanzándome un dardo envenenado que me hizo recordar el trágico momento.

Roef: 『 … ¿Cómo murió? 』

Verónica: 『 ¡Roef! 』

Lidia: 『 No se preocupe, Sra. Aarden. Estoy bien. 』

Tomé un respiro profundo y me preparé para contar el suceso, iniciando con un poco de contextualización.

Lidia: 『 Fuimos invadidos por Tikalt. Derribaron el muro del castillo y parte del palacio, también llegaron hasta la zona militar y la residencial de trabajadores. 』

Roef: 『 Se apoderaron de todo el castillo. 』

Lidia: 『 Sí, así como también del pueblo… La Sra. Aarden me sacó del palacio por una ruta de escape que había por debajo, junto con todas las mucamas, llegamos por alguna razón al calabozo y encontramos a mi madre ahí. 』

Roef: 『 La reina Mireia, ¿eh? O sea que el rey había pasado antes por ahí, ¿no? 』

Lidia: 『 Sí, pero nos separamos de ella y de todas las sirvientas. No sabemos qué pasó con ellas… Encontramos a mi padre en medio del bosque, junto con el Sr. Rask y el Sr. Ruffus, discutiendo con el rey Narek. 』

Roef: 『 Espera. ¿Dices que se encontraron con Narek? ¿El gigante rojo? 』

Lidia: 『 ¿Gigante… rojo? 』

Roef: 『 Es su apodo. Se le llama así por su tremenda altura y su armadura roja. Antes de ser rey, ya era capitán general del ejército de Tikalt desde muy joven. Es un tipo despiadado y muy táctico, un brillante estratega en el campo de batalla; sin mencionar lo peligroso que es con esa "espada-trueno", se dice que destruyó a un ejército de mil hombres de un solo movimiento con esa arma. Sin dudas, es un hombre atemorizante… Entonces, Luvric y el rey pelearon con él. 』

Lidia: 『 Sí, ambos lo hicieron, pero les fue muy difícil combatir contra él. Al final, me entrometí en la pelea y lo distraje…, fue entonces que… 』

Roef: 『 Narek lo asesinó… Significa que terminaron tomando el reino por completo… Por cierto, mencionaste que discutieron antes de pelear, ¿verdad? ¿Sabes acerca de qué? 』

Lidia: 『 … Por mí… Por mí era que peleaban. El rey Narek me reclamaba como suya y exigía que se me estragase a él, pero mi padre se rehusó. 』

Roef: 『 Así que era por eso... Tiene sentido... 』

Se reclinó sobre su silla y se quedó pensante mientras miraba el techo. Ante tal reacción, sin duda alguna parecía que sabía algo con respecto a ello, algo que pudiera decirnos el verdadero por qué de lo que pasó. Pregunté, entonces, de forma tímida: 『 E−Este… ¿Podría ser que usted… sepa algo de ello? 』Regresó a su postura correcta y me miró fijamente, contestando mi pregunta con otra.

Roef: 『 … Lidia, ¿has oído hablar de "la guerra de los seis pueblos"? 』

Lidia: 『 A−Ah, sí, un poco... 』

Había leído a cerca de ello. Conté lo poco que sabía del hecho histórico con mis propias palabras.

Fue una guerra que duró aproximadamente 14 años, entre las 6 grandes naciones del megacontinente de "Axal": Amell, Anton, Tesotl, Haiza, Tikalt y el extinto reino de Korax.

Todos estos reinos estuvieron en disputas por las "minas de mána", cavernas donde puedes hallar una enorme cantidad de catalizadores de todo tipo y elemento, dependiendo de las cualidades del terreno.

En el Poniente, la discordia por el mineral era entre Anton y Amell, y en el Centro-Norte, era Tesatl contra Haiza, justo en la frontera entre ambos países. Fue una batalla que duró no más de 2 años en esa parte. El enemigo había logrado controlar el territorio por ese tiempo, hasta que su ejército entró en decadencia por la falta de recursos que requerían. Los soldados empezaron a enfermar y sufrir de hambruna. Fue entonces que el reino aprovechó las circunstancias y recuperó el territorio.

Según los registros, Tesatl no solo había invadido Haiza, sino también Anton, tratando de robar los recursos del país vecino que continuaba en plena guerra con Amell. Fue por eso que, al dispersar mucho sus fuerzas, los suministros tardaban bastante en llegar y al lidiar en dos frentes diferentes, no pudieron contener a ambos reinos al mismo tiempo.

Al final, Tesatl perdió la guerra y más de la mitad de su territorio. Anton y Amell lucharon durante años y su batalla no parecía tener fin. Fue entonces que Anton recibió el apoyo de Haiza, al ser naciones hermanas y de buena relación, e inesperadamente, Tikalt también se había sumado. 

Fue así, que después de más de 10 años, la guerra finalizó y todas las naciones acordaron un tratado de paz, y desde hace 16 años no ha habido conflictos, excepto ahora que hubo un nuevo altercado entre dos reinos. 

Lidia: 『 Y eso es todo lo que sé. 』

Roef:『 Muy bien, a grandes rasgos tienes la idea de lo que pareció suceder hace 30 años. 』

Lidia: 『 ¿Pareció? ¿A qué se refiere? 』

Roef: 『 Dime, ¿no te pareció muy sencilla nuestra "victoria"?... Es cierto que Tesatl se quedó sin apoyo por meterse donde no, pero su ejército era uno de los más fuertes que existía, podían soportar agresivas condiciones durante meses, incluso años, su capacidad de adaptación era única. Entonces ¿qué sucedió? ¿Cómo fue que de pronto perdieron al 90 % de sus hombres y la mitad de su territorio? Y mejor aún, ¿A dónde fue esa mitad? 』

Lidia: 『 … 』

Pensé en todas esas interrogantes y en lo que me dijo el Sr. Willems. Tenía razón, en ninguno de los registros que leí, decía qué paso con la otra mitad del territorio de Tesatl, solo que la habían perdido.

Roef: 『 Respóndeme esto Lidia, ¿por qué se le llamó "la guerra de los seis pueblos" si solo se mencionan cinco, en realidad? ¿Y por qué se dice que fue entre las naciones "más grandes" cuando Haiza es la más pequeña del continente? 』

Lidia: 『 ¿Eh? Pues… ¿Huh? 』

Roef: 『 No cuadra muy bien, ¿cierto…? 』

No, no lo hacía. Faltaba Korax; solo se mencionaba en el título como extinta, pero jamás se explicó cómo fue que desapareció, ni siquiera en que parte del continente estaba. Era muy extraño, ¿por qué no mencionarlo en el registro?

Roef: 『 Bueno, seguramente los libros que leíste tenían esas omisiones a propósito. Era lógico que así fuera. El rey no dejaría que nadie supiese lo que sucedió en verdad. 』

Lidia: 『 ¡Pero aún no entiendo! ¡¿Por qué mi padre lo ocultaría si el reino ganó?! ¡¿Y por qué el rey Narek venía a por mí?! ¡¿Qué tengo que ver con todo esto?! 』

Estaba sumamente confundida y exasperada, era tan frustrante no entender los hechos ni la conexión que tenía con lo que pasó en esa guerra. Quería saberlo realmente, saber la verdad de una vez por todas, dejar de estar del lado de la ignorancia en el que me mantuvieron por mucho tiempo. 

Roef: 『 ¿De verdad quieres saberlo? 』

Seguía temerosa del duro carácter del Sr. Willems, pero ya no soportaba más continuar viviendo tras un montón de secretos y mentiras. Era hora de quitarme la venda de los ojos, de salir de la jaula. No titubeé y conteste con un firme: 『 Sí, quiero saberlo. 』

Roef: 『 …*Suspiro*… De acuerdo, les contaré una pequeña historia, aunque tal vez sea un poco larga. Así que escúchenla bien, ambos. 』

Lidia: 『 ¿A−Ambos? 』

Roef: 『 Sí, ¿oíste, chico? Alza la cabeza.… Les hablaré de cómo eran sus padres. 』

FIN DEL VOLUMEN 1.