Cerré mis ojos tan solo un momento, tan solo unos segundos, y cuando los abrí, Max apareció frente a mí, interponiéndose para detener la lanza del jinete que nos embistió, atrabancándole por completo.
Tzar y Snel frenaron de golpe y chocaron de costado con el otro caballo. El jinete en armadura salió disparado hasta el otro extremo del puente y perdiendo su casco; Max cayó al suelo con la lanza en su pecho, la punta metálica del arma traspasó totalmente su cuerpo y el largo mango quedó atravesado dentro de él.
Shun: 『 ¡¡¡MAAAAAAX!!! 』
Lidia: 『 ¡¡MAX!! 』
Verónica: 『 ¡¡¡HIJO!!! 』
Bajamos de los caballos para auxiliar a mi hermano. La larga vara de madera sobresalía un metro por su espalda y otro por su pecho. No tenía hemorragia, pero su boca si escupía un poco de sangre, el arma tapaba la fuga, así que no podíamos quitársela.
Lidia: 『 ¡¡L−Lo ayudaré!! 』
Lidia trató de usar su mána para calmar el dolor y coagular la herida, pero no poseía el suficiente para hacerlo, ya había gastado todo el que tenía conmigo y con el rey. Aun así lo intentó, pero no liberaba nada de energía, su cuerpo no se lo permitía.
Verónica: 『 No tiene caso, Lidia, si sigues así solo volverás a agotarte. 』
Lidia: 『 ¡Pero entonces, cómo…! 』
Me sentía igual de impotente que Lidia, estaba asustado y dudaba de qué hacer. Tomé una decisión radical, desenvainé la espada que me dio el maestro Rask y corté los extremos de la lanza, dejando el centro incrustado en Max.
Verónica: 『 ¡Shun, ¿qué haces?! 』
Shun: 『 Hay que sacarlo de aquí. Vamos, hermano, tú puedes 』
Max: 『 ¡AAAGH! ¡Mierda! 』
Se mantenía consiente y estable, el dolor lo acosaba bastante, pero servía para que siguiese despierto. Lo ayudé a levantarse y a subir sobre Snel para que fuese junto conmigo.
Shun: 『 Lidia, tú y mamá vayan juntas. Yo me encargaré de− 』
Jinete: 『 ¡¡¿CREES QUE TE ESCAPARÁS TAN FÁCIL, SUCIO CERDO?!! 』
El jinete se paró al otro lado del puente y gritó contra nosotros, o más bien contra mí. No había nadie más en el mundo que hablara con voz de soprano y me irritara tanto. Volteé el cuello para verlo y con molestia confirmé quién era.
Shun: 『 ¡Sevan! 』
Sevan: 『 ¡NO CREAS QUE TE DEJARÉ IR! ¡TE ESPERA EL MISMO DESTINO QUE A ESE PLEBEYO Y EL DE TODOS LOS DE ESTE REINO! 』
Shun: 『 ¡DESGRACIADO! ¡FUISTE TÚ QUIEN PLANEÓ LA EMBOSCADA! 』
Sevan: 『 ¡¡JA, JA, JA!! ¡¡¿SORPRENDIDO?!! ¡SABÍA QUE INTENTARÍAN ESCAPAR POR AQUÍ! ¡SOLO TUVE QUE ESPERARLOS COMO LAS COBARDES RATAS QUE SON Y EXTERMINARLOS…, LENTA Y DOLOROSAMENTE! ¡¡¡JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA…!!! 』
Shun: 『 ¡¡MALDITO HIJO DE PERRA, YA ME TIENES HARTO!! 』
Sevan: 『 ¡¡¡ESO ES!!! ¡¡¡VEN PARA QUE TE REBANE EN PEDAZOS!!! ¡¡¡NO SABES CÓMO LO VOY A DISFRUTAR!!! 』
Ambos tomamos carrera hacia al otro hasta encontrarnos en medio del puente. Sevan fue el primero en atacar con un tajo horizontal. Subí al barandal de madera para esquivarlo, tomé impulsó y salte sobre él. Blandí la espada con fuerza y fue directo al cuello, sin resistencia alguna.
Sentí un frenesí, como si mi mano se quemara. La espada se iluminó en azul repentinamente cuando hice el corte. La sangre se evaporaba de la hoja y regresó a su estado original, sin daños ni manchas en ella.
Por fin había un poco de silencio. Tomé un buen respiro y exhalé todo ese coraje. Me sentía mucho más ligero. Enfundé la espada de nuevo y di vuelta atrás, dejando finiquitada la maldita disputa que había entre Sevan y yo. No obstante, la calma duraría poco cuando varios de los soldados grises se acercaban corriendo hacia nosotros.
Soldado invasor: 『 ¡¡¡ALTO AHÍ!!! 』
Max: 『 ¡¡¡SHUN, CORRE!!! 』
Pasé el puente y me dirigí a toda prisa a los caballos. Cuando llegué, Max arrojó con esfuerzo y malestar una piedrita negra que explotó y generó una densa capa de humo oscuro, despistando por completo a los soldados.
Partimos a toda prisa, distanciándonos de los invasores hasta perdernos de su vista. Avanzamos a todo galopé hasta estar completamente lejos y aislados en el camino que se volvía delgado. No había más soldados alrededor, solo árboles y más árboles que nos acompañaban por el trayecto.
Shun: 『 ¡Lo logramos Max, por fin lo logramos! 』
Max: 『 … Creo que… ¡Mmgh!... Se... escapa− 』
Shun: 『 Así es, hermano, escapamos. Tú solo resiste. Llegaremos pronto. 』
Max: 『 No… No me refería a eso… 』
Sentí como dejó de sujetarse a mí, volteé para revisarlo y noté una enorme mancha roja alrededor del pedazo de lanza. Bajó los brazos y su peso lo inclinó a la izquierda, cayendo dramáticamente del caballo. Detuve a Snel y me bajé enseguida.
Shun: 『 ¡¡MAX!! 』
Verónica: 『 ¡¡MAX!! 』
La mancha se expandía muy rápido, de a poco su mirada se ponía cansada y sus ojos perdían brillo. Tomé su mano y me di cuenta de lo fría que estaba.
Shun: 『 ¡Vamos, arriba, hermano! *Esfuerzo* ¡Mmmmgh…! 』
Trataba de levantarlo, pero él no ayudaba, ya no hacía el esfuerzo por ponerse una vez más de pie. Se resistía a continuar.
Max: 『 Déjalo, Shun. Llegué a mi límite... Ya estoy cansado. 』
Shun: 『 ¡¿Qué diablos dices?! ¡Aún tienes que luchar! ¡Tú tienes que−! 』
Max: 『 Ya no… Fue suficiente… Terminé siendo un mal líder y todos murieron por mi culpa… De nada sirvió que luchara. 』
Shun: 『 Esto no es tu culpa. S−Si yo hubiera ido contigo… 』
Max: 『 Si hubieras ido conmigo no habrías salvado a Lidia y a mamá… Je, fue increíble la manera en que las protegiste…, en ese momento, yo no hice nada… Tú tienes la capacidad de salvar a quien está a tu alcance…, en cambio, yo… Shun, tú eres especial, sálvalos. Salva a todos aquellos que lo necesiten. Conviértete en el héroe que deseaste ser… Hazlo… Hazlo por mí. 』
Shun: 『 *Sollozo* P−Pero, y−yo no… N−No puedo. No puedo hacerlo. No pude salvarte a ti. Fuiste tú el q−que *tartamudeo*… el que salvó a Lidia y a mí. ¡Tú…! 』
Max: 『 Oye, ¿no querías ser un aventurero…? No temas, hermano..., sé que podrás hacerlo… Así que, por favor…, vive…, vive−por−mí− 』
Shun: 『 *Sollozo* ¿Max…? ¡Max…! ¡Max, no…, no, no, no, no, por favor! ¡Max! ¡MAX! ¡¡¡MAX!!! 』
Su mano perdió fuerza y dejó de apretarme, su mirada quedó vacía y su boca reseca soltó un último aliento. Mamá y Lidia lloraban mientras yo lo llamaba incesantemente por su nombre; trataba, trataba y trataba, pero él… nunca más respondió.
Shun: 『 ¡¡¡MAAAAAAAAAA−AAAAAAAAAAAAAAAH…! 』