El frío viento aumentó su intensidad y las hojas flotantes de los árboles revoloteaban por los alrededores del palacio, mostrándose por fuera de las enormes ventanas del gran comedor. El rey se decantó por hacer el duelo en el enorme espacio donde los comensales bailaron ya hace un rato, hubiera sido una locura haberlo hecho a las afueras del complejo con tal clima, además, no era un espectáculo que ameritara usar la arena de la escuela militar, solo un acto innecesario para extender la velada.
Aun así, había quienes ya estaban disfrutando del duelo cuando todavía no comenzaba. De pronto la sala se llenó con una muchedumbre que mezclaba guardias, militares y a los invitados de la fiesta, entremezclados con la gran cantidad de sirvientes del castillo que tocaron atender el evento y que se sumaron sin permiso, hasta los jardineros, agricultores y ganaderos que trajeron los ingredientes estaban presentes. Caras de disgusto e incomodidad se veían entre otras mucho más contentas y bromistas que se divertían en la previa del evento.
Varios de los mozos arrimaron las sillas y mesas a las orillas del enorme comedor para dar aún más espacio. De un lado, teníamos a Sevan siendo atendido por algunas de las sirvientas, retirándole su saco azul marino, colocándole unos guantes blancos de esgrimista y entregándole una espada de entrenamiento hecha de una linda madera de roble blanco; por el otro, estaba Shun, sin nadie a su alrededor, sosteniendo una vieja y desgastada espada de entrenamiento en comparación con su contrincante.
En el centro, estaba el cadete que acompañaba al Sgto. Rask, fungiendo ahora como presentador y mediador del duelo. Se le pasó un trozo pequeño de pergamino con una inscripción que leyó en voz alta para todos.
Cadete Marco: 『 ¡EJEM!... ¡Dara inicio el duelo de esgrima de esta noche que cerrará el itinerario de esta velada! ¡A mi derecha…! E−Este… 』
Se detuvo por un momento para revisar de más cerca la nota y con voz más pausada leyó palabra a palabra el enorme párrafo que contenía.
Cadete Marco: 『 ¡…Miembro de la Real Academia…"K−Kasabia"… de esgrima y caballería, príncipe, caballero y partidario distinguido de la corte militar del reino de Tikalt, Sevan Rubén…Taniel Vahan…Jahir…Aleksander Narek! 』
Tras la atropellada presentación, los compatriotas y demás nobles aplaudieron al joven que saludó a todos con un glamur exagerado, como si fuese una estrella en ascenso del mundo de la esgrima.
Shun: 『 ¿Qué demonios? Ni siquiera Lidia tiene tantos nombres. 』
Shun no era el único extrañado con esa larga pila de nombre. Tanto él como yo tenemos uno solo y el apellido de nuestra madre. Por supuesto que conocemos a gente con dos o hasta tres nombres, pero no de alguien que llevase seis. ¡Era una locura! Si fuese mi caso, difícilmente me acordaría de los otros cinco.
Lidia escuchó su comentario, al que reaccionó de inmediato, preguntándole cómo es que sabía eso.
Lidia: 『 ¡E−Espera! ¡¿Cómo conoces mi nombre completo?! ¡Jamás te lo he dicho! 』
Shun: 『 Ah, estaba en tu fe de bautizo. 』
Lidia: 『 ¡Leíste mi…! ¡¿C−Cuándo la encontraste?! 』
Shun: 『 Mmm…, creo que tenía 4 o 5 años. Le ayudaba a mi mamá a ordenar los libros del rey y la encontré junto con otros documentos y cartas en diferentes idiomas. 』
Lidia: 『 ¿Eeeeeh? 』
Rey Van Laar: 『 ¿Verónica? 』
Verónica: 『 L−Lo lamento mucho, señor. En esa época no me esperaba a que aprendiera a leer tan rápido. 』
Mamá estaba muy apenada con el comportamiento de su hijo y encima tuvo que disculparse por algo del pasado. Casi se carcomía por dentro por no haberse dado cuenta del plan de Shun y por no haberlo detenido antes de que llegara a este punto. Era seguro que lo mandaría al infierno con una paliza en cuanto el duelo acabara.
Cadete Marco: 『 ¡Y a mi izquierda, del personal de adiestramiento y cuidado equino del castillo del reino de Haiza…, Shun Aarden! 』
El cadete retomó la presentación y sin ayuda de su papel, introdujo al público a Shun. Los trabajadores gritaron para apoyarlo y diciendo algunas barbaries como si todo fuera juego, parecían una fanaticada aturdida en una pelea callejera.
Shun y Sevan fueron llamados al centro para conocer las reglas del cotejo. Lentamente, se acercaron el uno al otro. Ambos se veían más calmados a cuando se confrontaron a palabras, inclusive Sevan mostraba una sonrisa cerrada que denotaba su confianza absoluta en ganar el duelo.
El cadete explicó rápidamente las normas. Igual que en un duelo de esgrima de carácter oficial, sería de un evento arbitrado con tal de evitar que alguna de las dos partes pierda por completo su integridad. El primero en dejar desarmado o imposibilitado a su contrincante, gana. Tras dejar en claro lo anterior, el soldado pidió que ambos dieran una reverencia al otro. Sevan rio con una sola carcajada e insultó a Shun diciendo: 『 No pienso inclinarme ante este CERDO y su piara. 』; lanzó un escupitajo a la punta de su zapato, dejando en claro el despreció que le tenía.
Los dos omitieron el protocolo y se dieron la espalda, alejándose a una distancia de 10 pasos, preparados para comenzar. Sevan posó con una mano escondida tras su espalda y la otra sosteniendo su espada que apuntaba a su rival; y Shun…, bueno, no sabría describir muy bien esa postura; puso una pierna atrás abriendo ligeramente el compás y perfiló la espada hacia el suelo con su mano derecha en el mango y la izquierda extendida sobre la parte que correspondería a la hoja (si fuese una espada real) por delante de la guarda.
Varios de los militares de Tikalt se burlaban a escondidas de la forma en que Shun sujetaba la espada, señalándolo como si fuese un terco y estúpido niño que insiste en querer ser espadachín sin comprender la delicadeza y elegancia que se necesita para blandir una espada.
El pobre cadete se vio simplemente ignorado como un mero poste plantado en medio de la sala. No encontró caso a exigirles que hicieran como se debía la introducción, dejó de lado las formalidades y dio comienzo al asunto.
Cadete Marco: 『 Si es así, entonces… 』
Alzó el brazo en ángulo recto con la palma abierta y los dedos juntos y, posteriormente, la bajó para abrir telón.
Cadete Marco: 『 ¡Empiecen! 』
Inmediatamente, Sevan se abalanzó contra su rival para tomarlo por sorpresa y darle un feroz golpe frontal en la cabeza, con el claro objeto de herirlo de gravedad y noquearlo. Shun se quedó quieto ante la carrera en línea recta de su oponente hacia él. Al ver la explícita intención del príncipe, Lidia se alarmó ante la nula respuesta de Shun y le lanzó un grito de advertencia para que se moviera.
Lidia: 『 ¡¡CUIDADO, SHUN!! 』
Sevan: 『 ¡¡AQUÍ TERMINA, CER−!! 』
Todos quedamos mudos ante la veloz reacción de Shun. Fue increíble la forma en que bloqueo y usó la guarda para bajar la espada de Sevan y golpearlo con el pomo, una secuencia perfecta de tres pasos para aturdir al pobre príncipe que sangraba de la nariz mientras yacía en el suelo.
Sevan: 『 *Quejido* ¡¡AAAAH!! ¡¡MALDITO!! ¡¡PAGARÁS POR ESO!! 』
Se levantó rápidamente y fue de nuevo contra Shun. Lanzaba una y otra vez golpes y estocadas al aire, pero ninguno acertaba a su contrincante que los esquivaba sin problema moviéndose de un costado a otro y dando ligeros pasos hacia atrás hasta pasar por debajo de su espada y desbalancearlo con un empujón que lo llevo al piso una vez más.
Los empleados gritaban eufóricos y con risas haciendo broma del "baile" que Shun le daba al supuesto experto espadachín extranjero. Sevan cayó en desesperación al escuchar tales comentarios y empezó a combatir con más fuerza bruta que técnica, pero ni siquiera así era capaz de acertar.
La secuencia era la misma una y otra vez; uno, dos, tres eludíos y un golpe al rostro; dos, tres, cuatro y una zancadilla. Ya iban tres veces que Sevan besaba el suelo y se recomponía a medias para repetir su descompuesta rutina de intentos que cada vez era más vertiginosa, pero seguía sin resultarle.
No obstante, su abrumador ímpetu fue orillando a Shun a retroceder cada vez más hasta que topó por accidente con el público. Los espectadores se hicieron a un lado con el temor de ser golpeados, dejando descubierta una zona congestionada de mesas con algunas copas con vino aún.
Cadete Marco: 『 ¡DETENGANSE! 』
El cadete exigió que pararan al haberse salido del área de combate, sin embargo, Sevan volvió a dar un tajo en vertical que Shun esquivó y terminó por quebrar una de las mesas, haciendo saltar las copas y manchando el mantel. Fue entonces que, en una sucia jugada, Sevan tomó uno de los vasos con líquido y se lo arrojó a Shun, directo al rostro, quien se cubrió con su brazo izquierdo por acto reflejo.
Cadete Marco: 『 ¡¡ALTO!! 』
Sevan: 『 ¡YA TE TENGO, MALDITO! 』
Lidia: 『 ¡¡SHUN!! 』
Shun había perdido por un momento de vista a su oponente. Sevan pudo aprovechar la ocasión, pero seguía con la insistencia de golpear su cabeza desde arriba, esto le permitió a Shun reaccionar y bloquearlo. Con las espadas cruzadas en el aire, Shun tomó el antebrazo de Sevan y giró para mandar a volar su espada por detrás de él y aprisionarlo con una llave, ahora lo tenía enganchado y con el hombro tirado hacia atrás, imposibilitando para que se moviera.
El cadete trató de separarlos, dando por terminado el bizarro combate. Los empleados del castillo se mostraban decepcionados con el espectáculo dada la poca duración que tuvo y también por la poca habilidad que Sevan mostró, en comparación de Shun.
El príncipe seguía molestándose al escuchar dichos comentarios despectivos hacia su persona; mientras más caso le hacía a esas palabras, más quería ir a golpear a aquellos que las decían, pero Shun no se lo permitía, seguía jalando de su brazo con la advertencia de que no se moviera a menos que quisiera un hueso fracturado.
El Sargento también tuvo que llegar a intervenir para que Shun soltase a Sevan antes de que en verdad le rompiese la clavícula. Le puso mano dura y le mandó soltarlo de inmediato, cosa que hizo aunque en mala gana. Alejó a ambos a una distancia considerable para que no volviesen a atacarse.
Rask hizo la sugerencia directa al rey de acabar la velada tras la finalización del burdo combate y pedir a los huéspedes que se retiraran a dormir, con tal de disipar la tensión del lugar.
Y así fue. Tras una vehemente noche, el rey mandó a todos a que fueran a sus recamarás (invitados) y hogares (trabajadores) a descansar, agradeciéndoles su presencia y trabajo, respectivamente. Sin dudas fue un poco extraña la conclusión del evento, nadie quiso comentar nada al respecto para no levantar sospecha de su descontento y volver a molestar al rey. Sin embargo, había alguien que se oponía por completo a que finalizara así.
Sevan: 『 ¡¡Tiene que estar bromeando!! ¡¡Permitir que un príncipe reciba tal trato y hacer caso omiso de ello es una completa osadía!! ¡¡No permitiré que esto se quede así!! ¡¡¡ESTE REINO SE HA CONDENADO, ¿ME ESCUCHARON?, ESTÁN CONDENADOS, TODOS Y CADA UNO DE USTEDES!!! ¡¡LOS DESTROZARÉ Y NO SERÁN MÁS QUE COMIDA PARA PERROS!! ¡¡Y TÚ…, tú serás el primero!! 』
El príncipe amenazó a todos los empleados del castillo y a los reyes a que cobraría venganza por la indignación que sufrió. El rey, cansado de escuchar tantos gritos durante toda la noche, simuló no tomar en serio las palabras de Sevan, haciendo una falsa deducción del porqué de su comportamiento.
Rey Van Laar: 『 Veo que tomó demasiado esta noche, joven príncipe. Lo mejor sería que se limpiara esa herida y descanse para que recobre la cordura cuando esté sobrio y calmado… Sargento, por favor escóltelo a su habitación. 』
Sevan: 『 ¡¡¿Qu−Suelteme!! ¡¡He dicho que me suelte!! ¡¡ME LAS PAGARÁS!! ¡¡¡¿ESCUCHASTE, CERDO HIJO DE PERRA?!!! ¡¡¡ES TU FIN!!! ¡¡¡ES TU FIN!!! 』
Con ayuda del cadete, Rask se llevó entre jaloneos a Sevan de la sala. Los guardias y las sirvientas acompañaron a los invitados a sus respectivos cuartos para que pudiesen descansar tras una larga jornada nocturna. El gran comedor se fue vaciando hasta que solo quedamos unos pocos. El rey se retiró sin ofrecer ningún otro comentario, dejando sola a su esposa e hija con Shun, mi madre y yo.
Había sangre en el piso que Sevan derramó tras el golpe que sufrió, pero también se veían las gotas que caían desde el brazo de Shun, formando un camino de salpicaduras rojas que lo seguían.
Reina Mireia: 『 ¡Oh, cielos! Joven Shun, su brazo… 』
Shun: 『 No se preocupe, Alteza. No es nada. 』
Lidia: 『 ¡¿Cómo que no es nada?! ¡Tienes un pedazo de vidrio incrustado! 』
Shun: 『 Te digo que no− 』
Lidia: 『 ¡No seas tonto! Dios, siempre causas problemas. 』
Lidia tomó el antebrazo de Shun y lo descubrió con mucho cuidado para apreciar la herida. Tenía varios cortes con algunos pedazos de vidrio en ellos y manchados de vino. Quizás el alcohol le había servido para controlar un poco la hemorragia y evitar que se infectara, pero eso no garantizaba que estuviese fuera de peligro por completo.
Con la escasa energía que le quedaba a la aquapiedra, Lidia liberó una poca cantidad de agua que se enroscó sobre la herida de Shun, como si hubiese sido una serpiente. Se notaba como burbujeaba y lentamente fue sacando los pedazos de vidrio de la piel y limpiando la sangre.
Lidia: 『 Max, ¿me podrías dar una servilleta o pedazo de mantel limpio, por favor? 』
Busqué entre las mesas alguna servilleta que no estuviese usada para evitarme romper algún mantel (y pagarlo después). Tuve suerte de encontrar uno completamente limpio que habían olvidado recoger. Lidia lo uso para vendar las heridas de Shun y terminó el tratamiento.
Reina Mireia: 『 ¡Oh, es increíble, hija! ¡Con ese poder podrías llegar a ser una increíble médica! 』
Lidia: 『 Para nada. Ni siquiera puedo cerrar bien una cortadura. Si tuviera que atender a alguien con una herida mucho más grande… no podría salvarlo. 』
Shun: 『… Aun así, es bastante impresionante. Créeme, muchos desearían ser capaces de hacer lo que tú puedes con este poder… No crees eso, ma− 』
"¡PAM!", un sonido muy seco retumbó en las paredes del gran comedor. Como si el tiempo se alentase, miré la forma en que mamá alzó el brazo y extendió la palma de su mano para abofetear a Shun. La reina quedó impactada al ver el gestó de su mucama; para ella fue la primera vez que le veía esa expresión a la correcta, serena y siempre tranquila sirvienta que conocía.
Reina Mireia: 『 V−Verónica... 』
A todos nos tomó por sorpresa esa reacción, causó un breve momento de silencio cargado de aflicción e inquietud que incomodaba. Mamá volvió a ser la misma empleada de siempre en cuanto inhaló con suavidad un poco de aire y expresó disculpas por su comportamiento.
Verónica: 『 Perdóneme, mi señora. Me aseguraré de que mi hijo reciba en casa un castigo por sus actos inclementes e irrespetuosos. Por tanto, nos retiraremos en este momento… Que pasen una buena noche. 』
Por orden indirecta de nuestra madre, nos retiramos rumbo a nuestro pequeño hogar a tratar de dormir en lo que quedaba de oscuridad, pero primero, era seguro que mamá se tomaría su tiempo para hablar con Shun, aun si estuviese cansada y le tomara toda la noche.
Lidia y su madre quedaron solas en el gran comedor bajo la cálida luz naranja del cancel que ponía somnoliento a cualquiera que se quedara bajó su luminiscencia. Fue una noche muy larga, era hora de que todos fuésemos a descansar.
Lidia: 『 Creo que nosotras también deberíamos retirarnos, madre. 』
Reina Mireia: 『 A−Ah, sí, tienes razón... 』
Lidia: 『 Bueno…, me retiro... 』
Reina Mireia: 『 ¿N−No deseas que te acompañe a tu cuarto, hija? 』
Lidia: 『 *Denegar*… Gracias, pero creo que sería muy cansado para ti, ya que nuestras habitaciones están en alas distintas, no tendría propósito que me acompañaras. 』
Reina Mireia: 『 O−Oh…, ya veo… 』
Lidia: 『 Entonces…, buenas noches. 』
Reina Mireia: 『 Sí…, buenas noches. 』