Para que entiendas el porqué de mis palabras, te contaré sobre mi querida Prisna, el lugar donde nací, un hermoso valle lleno de vegetación, donde no existía más que paz, armonía y respeto por todos los seres vivientes.
En ella residían hadas, Norkies, Nitargos y majestuosos dragones en una simbiosis perfecta. Todos los seres sintientes eran protegidos por las brujas de los cinco clanes de la Flor de Infis y por los Magos y guerreros de Prisna, que en comunidad llevaban a cabalidad los mandatos de nuestra Diosa Madre, quien nos dio el don de la magia, y con ello la responsabilidad de cuidar la Tierra y sus habitantes. No había tarea que se despreciara, y todo se hacía con amor y respeto que toda vida merece, por pequeña que pueda parecer. Esto hacía de Prisna un lugar próspero y seguro, alejado de la maldad y el egoísmo.
Sin embargo, todo eso se vio amenazado cuando las fuerzas de Merkot comenzaron a atacar a nuestro pueblo, los violentos ataques obligaron a los habitantes de Prisna a formar una fuerza militar.
Nadie tiene certeza de los orígenes de Merkot, pero algunas leyendas mencionan que fue uno de los primeros seres humanos en la Tierra, esos humanos no poseían magia, pero muchos la deseaban, ese era el caso de Merkot, estaba tan sediento de poder que invocó las fuerzas oscuras de Nimia gobernante de la Penumbras, y le ofreció incondicional obediencia, con tal de poseer el arte de la magia oscura, una de las practicas más poderosas, pero también la mas peligrosa y corruptible.
Nimia, quien hace miles de años había sido condenado por su padre a vagar en soledad por el valle de las penumbras, no veía con buenos ojos la prosperidad de la Tierra y vio en Merkot un buen títere para llevar a cabo sus deseos malignos de destrucción.
Gracias al poder concedido por Nimia, Merkot experimento con diversos seres de la Tierra, introduciéndoles magia oscura para lograr un hibrido con inteligencia y poder maligno. Muchos seres tuvieron que sufrir y ver impotentes como la magia oscura corrompía sus cuerpos hasta el grado de consumirlos por completo, pero fueron solo los jabalíes los únicos que resistieron el poder maligno de la magia oscura y lograron combinarse con ella.
Estos animales inocentes se antropomorfizaron y obtuvieron una conciencia de guerra y maldad, transformándose así, en un ejército capaz de devastar todo a su paso. Junto a su nuevo ejercito, Merkot se dirigió hacia Prisna por instigación de Nimia, quien desde el inicio de los tiempos tuvo los ojos puestos en destruir todo lo que protegía Infis, nuestra diosa Madre. Creía que destruyéndolo todo, podría debilitar a nuestra divinidad y extinguirla por completo.
Desde pequeña he visto a nuestro pueblo luchar sin descanso contra las fuerzas de Merkot, y he presenciado a brujas, magos y guerreros perder la vida en ello. Y aunque tenga temor de lo que me depara el futuro, ahora que tengo la edad suficiente para pelear, es mi turno de unirme a la lucha, tal y como lo hizo mi madre, Uan bruja líder del clan violeta, quien fue asesinada hace 10 años atrás en la batalla de la ciudad de Urka, por uno de los cabecillas del ejército de Merkot, los llamados Amofeos, (que en Pranio antiguo significa "monstruos")
el asesino de mi madre fue Bulko, un despreciable ser lleno de maldad, el más grande y poderoso de todo el sequito de Merkot. Tenía en su lomo varias protuberancias producto de su transformación y enormes cuernos que sobresalían de su espina dorsal, cada uno de ellos tallado con un símbolo de magia oscura.
Bulko junto a una veintena de amofeos, atacaron a mi padre. El agotamiento del combate incesante, lo dejó vulnerable a esta desigual embestida y aunque peleo con todas sus fuerzas, no pudo contenerlos por mucho tiempo. Cuando mi madre se dio cuenta del peligro que el corría, no dudo en ir socorrerlo, lanzado flechas mágicas de luz violeta que derribaron a varios enemigos, incluso Bulko fue herido por una de ellas, situación que lo enfureció, empezó a bramar mientras se movía de manera errática, cada uno de sus cuernos parecía hacerse más grande a medida que los símbolos tallados en ellos se iba encendiendo como intensas llamas de fuego. luego de que el ultimo cuerno se encendió, arremetió a gran velocidad contra mi madre que apenas pudo reaccionar y sin piedad alguna enterró en su pecho unos de sus cuernos, activando más intensamente cada símbolo del mal para que ella no pudiera defenderse, ni sanarse de las herida impregnadas de magia oscura.
Cuando logro su acometido, alzó y sacudió el cuerno que tenía ensartado el cuerpo agonizante de mi madre, la dejó caer metros más adelante como si fuera solo un pedazo de carne que desechar, luego bramó victorioso por su cruel hazaña y se alejó para seguir arremetiendo contra quien se le cruzara en su camino llevándose con el a los amofeos que atacaban a mi padre que se encontraba con grandes heridas en todo su cuerpo, corrió hasta el cuerpo de mi madre, trato de sanarla con magia, pero cada intento era inútil, los símbolos de Bulko habían invadido todo su cuerpo, como una enfermedad incontrolable que la consumía rápidamente. Con sus últimas fuerzas, sabiendo que la magia oscura la estaba consumiendo, sacó de su cuello un orbe dorado, compuesto por un entramado de flores que contenía en su interior una débil luz violeta, y se lo entrego a mi padre.
-Mika es la heredera del orbe, está en su sangre, es ella quien debe seguir protegiendo a Prisna, pero debes prepararla, el orbe le pertenece.
con su último aliento besó a mi padre y tras unos breves segundos el orbe dejo de brillar y ella murió.
Su grito de dolor se escucho por todo Prisna mientras seguía aferrándose al cuerpo, sin vida de mi madre, corrompido por los símbolos demoniacos que Bulko impregno en ella. Otros magos se acercaron para evitar que el alma de ella fuera infestada por la malignidad, y así darle un descanso digno. Poco a poco los símbolos se desvanecieron su cuerpo se convirtió en múltiples luces de color violeta, limpiando de su alma de cualquier rastro de oscuridad.
Tras la batalla de Urka, la fuerza militar de Prisna quedó muy debilitada y la cantidad de brujas, magos y soldados prisnios había disminuido a tal grado, que pelear nuevamente era ir a una muerte segura, razón por la que el Rey Luofen decidió retirar a todos sus guerreros y guerreras para mantenerlos dentro del castillo hasta encontrar una solución a la amenaza.
Tras ello las Brujas más sabias y poderosas de los 5 clanes, llamadas las "Lideres de la Flor", se congregaron para idear una forma de contratacar, pero al igual que Luofen, sabían que no estaban en condiciones de enfrentarse a Merkot nuevamente, por lo que, juntas tomaron una difícil decisión. Luofen con dolor y aflicción dio su aprobación a las brujas para que llevaran a cabo su plan, pues sabía que lo que habían resuelto era la única forma de mantener al pueblo de Prisna con vida.
Por petición de las Lideres, el rey concentró a todos los habitantes de Prisna en el jardín principal del castillo, incluso varios seres mágicos que habían pedido asilo se encontraban ahí, luego pidió a los soldados cerrar y asegurar las puertas principales y accesos exteriores. Todos estaban ahí, excepto las "Lideres de la Flor".
En un acto de valentía y amor a su Pueblo, ellas decidieron crear un escudo protector alrededor de todo el castillo, sin embargo, este tipo de conjuro requería una gran cantidad de magia. Magia que las brujas extraerían de sí mismas.
Cada líder se ubicó en un punto energético alrededor del castillo. Mientras todos estábamos dentro se escucharon sus voces celestiales entonar un canto a Infis. Todo el castillo se estremeció suavemente, como si danzara con el canto de las brujas. Casi sin darnos cuenta todos los demás empezamos a cantar con ellas, sabíamos que se estaban sacrificando por todos nosotros, era imposible contener nuestras lágrimas. Supimos que el hechizo estaba completo cuando el castillo lentamente dejó de moverse y en el cielo se pudo ver una caravana de destellos multicolores, esos fulgores que se disipaban en el aire, eran las almas de nuestras amadas brujas. En ese momento todo Prisna se sumió en un triste silencio. Luego de ese día las nuevas lideres designadas han procurado ir fortaleciendo el escudo protector con sus cantos a Infis. Protegiéndonos del acecho constante de Merkot y su sequito.
Ya han pasado casi 10 años desde ese triste día, y algo ha comenzado a inquietar a los líderes mágicos.
Mi padre Rabilé y el resto de los integrantes de la orden de Luofen han recibido informes de los atalayas, mencionando que en ciertos sectores el escudo ha perdido fuerza y pequeños animales se han acercado sin dificultad alguna a lugares en que antes era imposible penetrar.
Incluso las líderes se ven agotadas, pues los cantos para darle energía al escudo les consume gran parte de su vitalidad, y ya desde hace varios años que no se les ve por el castillo. Todos sabemos que están porque escuchamos su canto, pero pasan el resto del día recluidas para recuperar sus fuerzas.
Esta situación ha generado un gran sentimiento de inseguridad en los habitantes del castillo. Sabemos que Merkot está al acecho, y si el escudo pierde su poder, pronto quedaremos a merced de sus soldados.
Por eso he decidí documentar todo lo que está pasando en Prisna, de manera que, mi Tierra nunca sea olvidada sea cual sea su destino.
Mi nombre es Mika Krin, heredera del legado de las brujas de la "Flor de Infis" nuestra adorada Diosa Madre, gracias a ella tengo los dones de la magia y con ello, la responsabilidad de convertirme en una guerrera capaz de enfrentarse a Merkot.
Que la magia de Infis este contigo
a quien sea que encuentre esta carta.
Mika Krin bruja heredera de la Flor de Infis.