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La Noche Oscura de los Milagros. Zero Charities.

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Synopsis

Chapter 1 - [Zero Charities] Capítulo 1. Caso 415

Fragmento de sueño.

La niebla envuelve una casa con un aire monocromático. Los corredores grises contrastan con las paredes blancas. Los resplandores blorange revelan las cenizas arrastradas por el viento.

Cada paso esta enmascarado de una falsa seguridad y somnolencia. La puerta rojiza se abre, seguida de un destello. En el interior del cuarto yace una mecedora, rodeada de una embriagadora comodidad y calidez. Mientras, los trozos de luz atraviesan el vidrio de las ventanas dando un toque de vivacidad a su paso.

Los colores pierden vida hasta convertirse en un espacio blanco enfermizo y gótico, deformándose en un cuarto. Una mujer delgada yace en cama, cubierta con una sábana blanca hasta la cintura. Las gotas de un micro gotero a su izquierda resuenan en toda la habitación.

Su camisa roja contrasta con los colores pálidos de aquel cuarto. Con brazos de color blanco grisáceo, piel reseca y venas saltadas. La casi imperceptible respiración, es lo único que le impide ser considerado un cadáver.

Fuera del cuarto, dos hombres discuten acaloradamente. Los susurros se vuelven palabras y la desesperación se vuelve palpable. Aquellas vagas palabras, toman fuerza hasta convertirse en gritos de frustración.

¡Pa!

El fuerte golpe retumbo en la pared e hizo que el médico se tambaleara antes de perder el equilibrio y caer al suelo, mientras el instigador se retira bajo la mirada en shock del doctor.

Antes de poder recuperarse de este altercado, la sombra de un joven se aproxima a la persona de bata blanca impidiendo el diálogo con la enfermera a su izquierda.

De manera tranquila, pide conocer el estado de salud de su madre. Por un breve instante, ambos llegan a un acuerdo tácito para ser lo más breves y directos posibles.

~solo puedes acompañarla hasta el final~

El médico no se atrevió a darle esperanza siendo consciente de lo que implican aquellas palabras. A sus ojos, las frases embellecidas son una adicción capaz de socavar la razón y matar la realidad.

Ocupado en sus propios intereses se da cuenta del desinterés de aquel joven. Una muesca desagradable aparece y desaparece rápidamente; sin embargo, la rígida sonrisa del chico hace que se sienta repugnante.

Tiene poca, o más bien nula presencia. Posee una mirada nublada, con acciones rígidas semejantes a un títere. Sin permitirse dudar en ningún momento, respondiendo de manera eficiente. Muy diferente a su hermano.

Aunque, siguen siendo desagradables.

El teatro incapaz de sostenerse, comienza a ser engullido hasta convertirse en una brumosa noche etérea.

Bajo la noche oscura las sombras merodean lejos de la luz. De todos ellos, una forma humanoide se destaca por sus movimientos elegantes llenos de confianza y tan ágil como un bailarín.

Sus pasos se detienen de forma cantarina para observar ciertas acciones...interesantes.

La luz de la lámpara ubicada en la acera de la calle ilumina a una madre deshecha entre lágrimas, que acompañan las emociones desbordantes en sus ojos. Hay muchas emociones reprimidas, donde el amor y arrepentimiento son tan vividos en aquellas esferas cristalinas, y sobre todo en aquel grito ensordecedor lleno de reclamos siendo su última voluntad.

Así, el desgarro de la tela se convierte en el sonido del juicio.

El escalofriante sonido junto con aquel grito de dolor es acompañado por la sensación del cuchillo entrando en contacto con los órganos, mientras las manos se tiñen de rojo hasta que el olor rancio inunda las fosas nasales, interrumpiendo la calma de aquel acto.

Para la deslumbres del espectador, el color rojizo espolvorea la escena dando color a las sombras de hombres y mujeres.

Una sensación de hormigueo recorre la espalda, seguido de un ligero temblor en las extremidades. A continuación, un atronador dolor de cabeza, como si una gran cantidad de agujas pincharan repetidamente la parte central de la cabeza.

Los ojos nublados de aquel ser inmutable tiemblan, mostrando por primera vez un brillo de vida. Devolviéndolo a la realidad y reescribiendo el comando en aquellas iris agudas.

~estoy despierto~

Todo comienza a tener un toque de confusión para un joven parado en frente de ella intentando procesar su alrededor. En unos cuantos segundos sus ojos se agrandan en comprensión. Su espalda es recorrida por un escalofrío, los ligeros temblores en su cuerpo, náuseas y una opresión en el pecho le recuerda que está vivo y necesita enfocarse.

Su primer instinto es correr en dirección opuesta a la mujer, mientras los ojos de los sujetos cercanos a ella, apenas son capaces de vislumbrarlo por un momento antes de desvanecerse de su mirada.

Unos segundos después, cuatro personas logran correr detrás de él.

En el sereno de la noche, una sombra está corriendo por las calles de una colonia desierta. El aire frío quema sus fosas nasales, dificultando lentamente su respiración; pero no tiene la voluntad para dejar de correr cuando sus perseguidores se están acercando. Los latidos del corazón se hacen más rápidos e inconscientemente contiene la respiración con la mandíbula apretada hasta que los pasos se detienen de forma abrupta.

Al voltear hacia atrás, la calle esta vacía. Su mirada vuelve hacia adelante, encontrándose a unos pasos de unas escaleras inclinadas a la izquierda que llevan a la segunda planta. Un salón lúgubre pero elegante con tonalidades verde oscuro; además, de una puerta doble justo en frente.

Su curiosidad es reprimida al sentir los movimientos detrás de él.

Múltiples sombras corpóreas se acercan inescrupulosamente de manera elegante. Sube inmediatamente por las escaleras, pero aquellos trozos de negrura ya están allí y comienzan a devorar todo a su paso. La luz que le rodea comienza a desvanecerse, permitiéndole ver una forma indefinida de formas antes de ser engullido por la negrura.

Luz.

Demasiados destellos alegres por la mañana.

La desagradable luz no invitada permite al muerto viviente deshacerse de aquellos sueños. Se masajea su mandíbula adolorida debido a la tensión, refunfuñando por no poder dormir. Y como todas las mañanas, prefiere recordar los sueños y luego deshacerse de ellos en algún lugar de su subconsciente.

El amanecer de un color negro es enfermizo pero agradablemente cómodo.

Bueno, ya no hay tiempo para recordar y con el estrés acumulado debido a los sueños, comienza la rutina de aquel hombre. La gruesa cortina negra es removida de la ventana, después del infructífero intento por detener al invasor, revelando una nublada mañana.

Después de mantener una mirada vacía por unos minutos, sus desganados movimientos son seguidos por un suspiro resignado, vuelve a colocar la cortina para comenzar su día.

Zumbido.

Zumbido.

[Charlie ven a la oficina. Es urgente]

[Los supervisores están aquí y son de la oficina central]

[¡Encontraron a Francis! Jejeje]

[Trae chocolate y me cuentas tu emocionante aventura]

El día dieciocho de un año apático y sin interés, el "caso" Zero Charities en la Unidad de Registro de Prince ubicada en Inglaterra, recibió una llamada  sobre la inesperada confirmación del avistamiento de Francis Selgius o N.415.