"Las palabras parecían pesar mucho en él, una confesión de una verdad que ambos habían reconocido en silencio pero nunca habían pronunciado. Tragó saliva, el acto visiblemente transmitía la dificultad que encontraba en expresar estos pensamientos. —No puedo privarte de los placeres de la vida debido a mi deseo de estar contigo, ¿verdad?
Las lágrimas de Lilith comenzaron su descenso silencioso, trazando caminos por sus mejillas. Esta revelación fue inesperada. No había anticipado que Kyle ya se habría adentrado tanto en el corazón de su dilema, incluso comprendiendo y considerando todas sus complejidades. Una de sus principales razones para decidir dejarlo ir nuevamente era precisamente esta, el inevitable paso del tiempo para ella, una bruja mortal, frente a su existencia casi inmortal como vampiro. La realidad de que ella envejecería y moriría, mientras él seguía adelante, siempre había estado en su mente. No quería que él la viera envejecer. Nunca quiso que él la viera morir.