"La atmósfera a su alrededor cambió dramáticamente. Una tormenta se gestaba en lo alto, el viento se volvía feroz, llevando consigo nubes oscuras y ominosas. Todos lo sintieron, la puerta estaba a punto de abrirse.
Alicia y Zeke rodearon a su hijo con sus brazos en un abrazo protector y final —Por favor, cuídense ahí dentro, mamá, papá —suplicó Azy, devolviendo su abrazo con igual intensidad—. Sus pequeñas manos se aferraban a la tela de sus ropas, agarrando fuertemente.
—Mn —La voz de Alicia temblaba de emoción—. Y tú cuida bien de ti mismo, ¿de acuerdo?
—Lo prometo —juró Azy, mirándolos con una valiente sonrisa.
De repente, una violenta ráfaga de energía retumbó a través del bosque, señalizando la apertura de la puerta. Un colosal vórtice de negrura tinta emergió, su presencia magnificada por la violenta tormenta de arriba, que crepitaba con relámpagos y retumbaba con truenos.