"Incluso las hojas caídas parecían congelarse en el aire por unos momentos mientras el mundo de Elle se detenía.
Pero en el momento en que se dio cuenta de quién estaba ante ella, todo volvió a la normalidad y ella inhaló aire de golpe. Alexander le sonreía. Era una sonrisa llena de orgullo y algo mucho más.
—Simplemente increíble —murmuró y Elle se dio cuenta de que su mano estaba agarrando la boca de su arma—. ¿Espera... logró...?
—Lástima que no hicieras un tiro perfecto —agregó antes de lanzarle una sonrisa traviesa—. Al mirar esa expresión familiar, Elle estaba tan sin palabras que se derrumbó y se inclinó, mirando al suelo.
La adrenalina la abandonó y ahora sentía como si toda la energía de su cuerpo se hubiera drenado de repente. La debilidad y el mareo luego la invadieron, antes de que de repente sintiera que sus párpados se volvían tan malditamente pesados. Eso solo hizo más difícil que ella luchara.
