"Sebastian la había llevado a su habitación y la amó en su cama. La tomó lentamente, tan suavemente, y tan diferente a como solía hacerlo.
Realmente estaba domesticado y parecía que no planeaba ser brusco con ella ni desatar su intensidad habitual esta noche. Elle se preguntaba si era porque ella le había dicho que hiciera el amor con ella y no que la jodiera. Ella no se quejaba, porque el sexo lento era muy bueno para ella. Aunque había esta frustración y deseo de que él fuera duro con ella como suele hacer, Elle estaba asombrada por todos estos tipos de sensaciones intensificadas. El sexo lento le estaba dando todo el tiempo que necesitaba para simplemente relajarse y sentirlo todo, saborear todas las diferentes sensaciones y disfrutar incluso la parte más pequeña del proceso... era tan increíble como el salvaje y rudo sexo que compartieron antes.