"Elle sintió una electrizante ola de lujuria recorriendo su cuerpo cuando el aliento de Sebastián silbó contra su boca en el momento en que ella se presionó contra él. Ella ronroneó de satisfacción y lo besó con más fuerza, con más audacia, enredando seductoramente su lengua con la de él y succionando duro esa suave pieza de carne que estaba elevando su temperatura interna.
—gimió él en su boca.