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Aunque la suite presidencial no estaba mal, aún estaba lejos de la habitación reservada para Lu Heting.
Aparte del propio Lu Heting, nadie más había estado alguna vez en su habitación.
Después de todo, la suite presidencial estaba abierta al público. Todo tipo de invitados se habían hospedado aquí antes. Su Bei en verdad sería agraviada si la hicieran quedarse aquí.
El gerente no conocía la identidad de Su Bei, pero para poder quedarse en una habitación especialmente reservada para Lu Heting, definitivamente no era una persona ordinaria. Además, debía tener una relación cercana con Lu Heting.
Por lo tanto, la sonrisa del gerente era muy adecuada. Era respetuosa y apologetica, pero no excesivamente humilde.
Debido a lo que había ocurrido la última vez, Su Bei y Xiao Bai estaban en guardia.
Las habitaciones de la planta superior eran tan pocas y valiosas. ¿Qué pasaba si algún gran tiro se había fijado en Su Bei y de repente pensaba en hacer esto para acercarse a ella?
