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—No hay problema, ya me he preparado para las escenas de hoy. —dijo él.
—Eso es bueno.
Lin Yu ya se había cambiado a su disfraz y se acercó. Vestido con el atuendo de un subgeneral, se veía guapo. Se paró frente a Su Bei y dijo:
—No te preocupes, sé que hoy es nuestra escena de beso. No comí olla caliente ni ajo.
Aparte de tener miedo de ser golpeado hasta la muerte por su jefe, no tenía nada más de qué preocuparse.
De todos modos, su jefe estaba lejos, en América. Cuando Lin Yu pensó en esto, se relajó al instante.
Su Bei se vistió y dijo:
—Vamos.
Lin Yu se frotó el pecho. Su Bei se veía muy genial en este atuendo. Había actuado con tantas personas antes, pero por un momento, de hecho, fue atraído por su mirada.
Qué aterrador.
Pronto, los dos entraron en personaje y comenzaron a filmar.
