"Da Bao observó el coche detenidamente. Su Bei había dicho que solo costaba quinientos mil yuanes. Pero desde su perspectiva, este coche valía mucho más que esa cantidad. Su sistema inteligente ya había superado el precio que él podía imaginar. Como es de esperar, las mujeres no se fijan tanto en los detalles cuando se trata de coches o equipos electrónicos. Por eso no dudó del precio que le dio el concesionario de coches. Parecía que Lu Heting era aún más extraordinario de lo que Da Bao había pensado. Desafortunadamente, aún no podía averiguar el trasfondo de Lu Heting. Era realmente extraño. Así, tenía que seguir vigilando a Su Bei y protegerla en secreto. No podía dejar que Lu Heting supiera de él tan rápidamente.
—¿Te encanta este coche? —Su Bei preguntó con una sonrisa.
—Sí —respondió honestamente Da Bao—. Le gustaba mucho el coche, todo en él.