Mario se desplazaba entre la multitud con dos copas de champaña en sus manos, y se dirigía directamente hacia Tatiana.
—Aww... —se enterneció Tatiana al ver a su confiable asistente, el alivio que sintió ahora que la ceremonia había terminado la ayudó a relajarse—. Aquí está el hombre que hizo esto posible.
Mario rodó los ojos exageradamente.
—Tú hiciste esto posible. ¡Yo lo hice fabuloso! —Le entregó una de las copas a Tatiana—. ¿Qué tal si ahora tomamos algo?
—¡Absolutamente! —exclamó Tatiana y agarró la copa, ansiosa por bebérsela cuando Talia le agarró la mano.
—No creo que debas. —dijo Talia. Liseli bufó en la mente de Talia que las mujeres embarazadas no deben beber, y Talia actuó por impulso.
—¿Hay algo malo con la bebida? —preguntó Tatiana, y en el siguiente momento, Maddox estaba a su lado y miraba fijamente a Mario.
Maddox estaba a unos pasos de distancia con Damon, Oliver y algunos otros, pero su atención estaba en Tatiana.
