Damon abrazó a Talia con fuerza e inhaló su dulce olor cítrico a fresia que le hacía sentir ligereza en la cabeza. Hubo un tiempo en el que pensó que podría aburrirse de ese olor, o inmunizarse a él, pero ahora sabía que estaba equivocado porque cuanto más lo inhalaba, más ansiaba la proximidad de Talia.
Así es como funciona el vínculo de pareja, entrelaza sus almas y destinos hasta que no pueden vivir el uno sin el otro, y Damon no podía imaginar su vida sin Talia. Si algo le pasara, se volvería loco.
Pasaron por mucho juntos, llenando una vida de ansiedad, pero todos esos momentos juntos, buenos y malos, eran solo una fracción de su necesidad por Talia.