—¿Tienes algún plan para esta noche? —preguntó Axel a Talia mientras caminaban hacia la cafetería.
Talia miró a Damon, cuyo brazo estaba alrededor de sus hombros. Él era muy meloso. Damon no dijo nada, pero ella sabía que no le gustaba que ella lo dejara atrás cuando hablaba con Axel. Talia no quería ocultarle cosas a Damon, pero tampoco quería preocuparlo, y cosas como dejar el puesto de Alfa eran preocupantes. Si hubiese sabido que él se sentiría tan descuidado, habría hecho las cosas de manera diferente.
—No tenemos planes concretos —respondió Talia a Axel—. Mañana por la mañana, podemos hablar sobre el cronograma, pero les advierto por adelantado que no queremos hacer mucho. Damon y yo estamos decididos a tratar esto como unas vacaciones. Hacía mucho tiempo que no nos relajábamos. Habían planeado muchos momentos de relajación, pero esos ni ocurrían, o terminaban con alguna emergencia, como Damon perdiendo el conocimiento y luego cayendo bajo la influencia de la magia oscura.