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James y Cornelia regresaron a la casa de la manada, y pudieron oír el bullicio de la sala de estar donde se estaban instalando cámaras y había varias personas comprobando las luces y asegurándose de que el fondo para la próxima declaración pública de Marcy estuviera perfecto.
James miró su mano que sostenía la de Cornelia y no quería soltarla, pero sabía que podría ser problemático si Marcy los veía así. Dentro de poco, Marcy será inofensiva, pero hasta entonces, todos necesitaban mantenerse vigilantes.
La última hora pasó como un relámpago. James y Cornelia caminaron en silencio a través del bosque hasta que encontraron un mullido parche de hierba y decidieron sentarse allí.
James pidió a Cornelia que le contara algo sobre ella, y se sorprendió al escuchar que venía de un reino diferente y que ella es una bruja.
—¿Es por eso que puedes sentir el vínculo? —preguntó.
