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—¿De verdad crees que la solución a tus problemas es controlarlo todo? —se burló Talia de la Alfa Sophia—. Axel es un hombre adulto. Él puede decidir por sí mismo. En cuanto a mí, la vida sin Damon no es una vida que valga la pena vivir. Tienes una pareja, ¿qué harías si un día te la quitan? ¿Qué pasaría si él está justo a tu lado, pero te trata como a un extraño?
—Se giró para mirar a Axel—. Me voy. No te obligaré a unirte a mí, pero necesito tu ayuda para llegar allí.
Axel puso su mano en el hombro de Talia y le dio un apretón antes de mirar a sus padres.
—Haré lo que pueda para arreglar el mal que hicieron. Por su culpa, perdí mi infancia con una hermana, y ella perdió a toda su familia. Pueden ayudarnos voluntariamente, o les obligaremos, pero no se interpondrán en nuestro camino.
