—No está cerrado con llave —dijo Kai a través del enlace mental.
Axel entendió esto como un OK para entrar.
Estaba confundido sobre por qué Kai lo invitaba a entrar a su habitación. —¿No debería estar disfrutando de su tiempo de unión con Meg? ¡Ni siquiera era hora del desayuno!
Las cejas de Axel se dispararon cuando vio que Tyler estaba allí en la habitación, agachado.
—¿Qué está pasando? —la pregunta de Axel fue interrumpida cuando su mirada cayó sobre la cama.
Kai estaba allí sosteniendo a Meg, quien temblaba en sus brazos. Estaba envuelta en una sábana y Kai le acarició las mejillas y susurró algo mientras la miraba con una mirada suave llena de desesperación.
Axel frunció el ceño cuando confirmó que el cuerpo de Meg estaba envuelto en una fina capa de luz plateada. Estaba brillando. Literalmente.
—¿Por qué la marcó? —preguntó Axel.
Kai se quedó quieto y miró a Axel con aprensión.
