—¿Estás durmiendo? —la voz de Nora llegó a Marcy que estaba acostada en su cama y fingiendo dormir.
—Te traje comida.
En esta segunda parte, Marcy abrió los ojos.
—¿Qué trajiste?
Dejó el restaurante en el calor del momento, pero la verdad era que no había comido nada desde el almuerzo y tenía hambre. El sucio motel no ofrecía servicio a la habitación, así que no había nada para comer. Marcy ya pensaba en beber mucha agua para llenar su estómago hasta la mañana, y no quería reconocer la presencia de Nora, pero si había comida, la tomaría.
—Empaqué tu hamburguesa y papas fritas. Pedí extra de ketchup por separado, y agregué un batido de chocolate —dijo Nora—. Todos tomamos un batido. Fue la mejor parte de la cena.