"La cálida brisa se llevó el embriagador olor a fresas que dejó Tatiana, y la ira bullía dentro de Maddox mientras procesaba lentamente lo que acababa de suceder.
—¿Cómo puede ignorarlo Tatiana? ¡Son compañeros! ¡Debería adorar el suelo por el que él camina y no descartarlo como si fuera un don nadie!
—¡E incluso sin el vínculo de pareja, es un Alfa! Este fue un descarado desprecio.
—Parte de él estaba enfadado porque era él quien le permitía a Tatiana esta libertad —reflexionaba Maddox—, ¡y ella la estaba abusando!
—No importa si es en términos de fuerza física o su aura Alfa, podría suprimir fácilmente a Tatiana pero no quería jugar de esa manera. Nunca forzó a una mujer a obedecerle, y no tenía intención de hacerlo ahora.
—Pero duele ser humillado de esta manera por una mujer que debería ser su otra mitad.
—Maddox quería arrebatar a esa hechicera, ponerla sobre su rodilla y darle una buena azotaina.
