—¿No necesitas hablar con Tony y el grupo que trajo aquí? —preguntó Talia a Damon en voz baja, sólo para que él lo escuchara.
Acabaron de desayunar y estaban charlando sobre bebidas mientras picoteaban frutas.
Damon frunció el ceño a Talia—. ¿Me estás echando?
—Por supuesto que no. Pero ellos vinieron aquí para entrenar. ¿No deberías pasar tiempo con ellos?
La verdad era que Talia también quería charlar con Kalina y Mindy, y la presencia de Damon hacía imposible tener una charla de chicas. Y debido a Damon, Tony también estaba allí.
Damon abrazó a Talia con fuerza y le habló al oído como un niño que se siente ofendido—, Estarán aquí muchos días con muchas oportunidades para entrenar y hablar y...
—Y no voy a irme a ningún lado —interrumpió Talia a Damon—. Quiero hablar con las damas y ver si quieren ir de compras, y tú tienes tus cosas que hacer.
Los ojos de Mindy se iluminaron—. ¿Alguién dijo, compras?