"Una llamada telefónica interrumpió la sesión de besos entre Damon y Talia.
Damon gruñó frustrado. ¿Quién llama tan temprano? ¡Ni siquiera es la hora del desayuno!
—Contéstala, gatita —Damon habló en sus labios antes de darle otro beso rápido.
—¿Yo? —Talia jadeó mientras parpadeaba volviendo a la realidad.
—Eres mi asistente, así que… —Damon señaló con su barbilla hacia el teléfono que estaba en su escritorio.
Talia quería levantarse, pero el agarre de Damon alrededor de su cintura se intensificó, diciéndole en silencio que atendiera esa llamada desde su regazo.
Renunció a luchar contra el obstinado Alfa y alcanzó el teléfono. Mientras sus manos se comporten, puede hablar normalmente, y para ser honesta, le gustaba esta proximidad.
Su mano se detuvo a una pulgada del teléfono.
—¿Qué debería decir?
Damon rió. Ella era adorable. —¿Qué tal... hola, esta es la oficina del Alfa Damon?