—Alfa Edward cerró los ojos y tomó respiraciones profundas mientras se repetía a sí mismo que podía hacer esto. Claro, no había luchado en años, y usar su aura no estaba permitido, pero siempre podía usar una pequeña ráfaga, solo para obstaculizar los movimientos de Jorge.
—Jorge era un Comandante por una razón. Era el mejor guerrero de la Manada de la Luna Roja, pero Alfa Edward todavía era el Alfa de esa misma manada, y nadie debería subestimarlo.
—Alfa Edward escuchó a la gente susurrando acerca de tres personas que dejaban la Manada de la Luna Roja, justo frente a su Alfa, dos de ellas parte de la Familia Redmayne. Alfa Edward nunca se había sentido tan humillado en su vida, y para empeorar todo, ¡los malditos reporteros estaban documentando todo!