Los pensamientos y emociones de Talia eran un caos, y Damon no sabía cómo ayudarla.
Talia le dijo que había escuchado a su madre y que sus padres la amaban, pero eso no debería causar esta confusión y negatividad.
—¿Qué tal si me cuentas de qué trataba el mensaje? —preguntó Damon.
—Había dos partes. La primera era sobre mantenerme a salvo y ocultar mi verdadera naturaleza. El mensaje se detuvo, y llamé a las energías con la esperanza de reproducir el mensaje, pero accidentalmente activé la segunda parte. Mi madre lo organizó de tal manera que si tenía problemas para aceptar el ocultamiento, me diría más.
—¿Y qué es ese más? —preguntó Damon con impaciencia.
—El nombre de mi madre es Astraea, y era lo que nosotros llamamos un Guardián. —Talia notó la falta de reacción de Damon. —¿No estás sorprendido?