Damon miró a Talia con impotencia. Su expresión obstinada le decía que esto no sería fácil.
—Eres la Alfa Natalia Moonrider —confirmó—. No te estoy diciendo que te quedes atrás por capricho. No podemos tener a todos los Alphas yendo al campo y dejando este lugar desprotegido. Tanya está embarazada y no debería usar su aura. Solo hay unos pocos Alphas presentes en quienes podemos confiar. Tal vez pienses que nuestra presencia aquí es más que suficiente para garantizar la seguridad de todos, pero la casa de la manada es grande y está llena de invitados, y algunos de ellos podrían ser hostiles. Si algo sucede, puedes proteger a todos en esta casa de la manada.
—¿Por qué los hombres pueden ir mientras las mujeres se quedan atrás? —protestó Talia.
—Maya vendrá.
—Maya y ¿quién más? —preguntó Talia—. ¿Hay algún hombre que se quedará atrás?
Damon puso cara de circunstancia.