Talia estaba perdida en un aturdimiento causado por la proximidad de Damon y el alcohol la hizo olvidar que estaban en medio de una multitud con numerosas miradas puestas en ellos.
Todo acerca de Damon era cálido y acogedor, y se realzaba con su adictivo aroma del bosque y el chocolate oscuro.
¿Cómo puede una chica no perderse en el sensual baile que se extiende más allá de mover sus miembros?
Pudo sentir su erección presionando bajo en su vientre, y sabía cómo eso era para ella porque el vínculo de pareja la hizo sentir su deseo. O tal vez ese era su deseo.
Los brazos de Talia se movieron alrededor del cuello de Damon, y ella se puso de puntillas. Sus labios silenciosamente buscaban los de él, para aplacar la sed que sólo su sabor del chocolate oscuro podía satisfacer.