"La entrada de Demetri Frost arrastró una corriente fría a la habitación, como si alguien simplemente hubiera fijado la temperatura a un punto de congelación. Su presencia eclipsó el calor del abrazo de Sara y Antonio. Sus ojos, fríos y penetrantes, perforaban con una intensidad que espesaba el aire alrededor con tensión. El agarre de Sara en la mano de Antonio se tensó instintivamente mientras ambos se enfrentaban a él.
—¿Dónde está Nora? —La voz de Demetri era un estruendo bajo, un gruñido sutil que insinuaba una amenaza bien contenida—. Su mirada oscilaba entre Sara y Antonio, buscando cualquier signo de debilidad o culpa.
Sara sentía como si la habitación se estuviera encogiendo, las paredes cerrándose, como si quisieran sacar la verdad de ellos. Ella tragó saliva e intentó contestar al hombre
—No sabemos dónde está, Sr Frost. No la hemos visto desde que se fue en medio del juego y envió un mensaje diciendo que se rendía y se retiraba por la noche.