—En el momento en que Cai entró en el caos que era su casa familiar, el puro volumen de voces y risas lo golpeó como una pared. Se detuvo preguntándose dónde debería buscarla, la manera en que Kael había sido apartado para un interrogatorio, si ella iba a ser sometida a algo similar.
—Lo que no esperaba era la escena que se desplegó ante él.
—En medio de la sala, Lily estaba allí, sosteniendo a la pequeña Aranya en sus brazos, su suave voz tarareando una melodía mientras besaba la cabeza del bebé. La vista lo hizo detenerse a mitad de paso.
—Por un momento, simplemente se quedó mirando, parpadeando como si su mente no pudiera procesar lo que estaba viendo. Un pensamiento extraño se alojó en su cerebro, uno tan ridículo que casi se rió de sí mismo. Fiebre de bebé. Eso existía, ¿verdad? Pero, ¿no era algo que usualmente les pasaba a las mujeres? ¿Cómo había caído él, un hombre adulto, presa de eso?