"Nazneen abrazó firmemente a Ares, sintiendo el calor y la solidez de su abrazo, la seguridad de que estaba vivo y bien. No lo soltó durante un largo momento, sujetándolo como si pudiera escaparse si lo hiciera. Finalmente se apartó y lo miró, sus ojos rojos de lágrimas y su expresión cruda y vulnerable. Ares mantuvo su mirada constante, comprendiendo en sus propios ojos.
Sin decir una palabra, Ares levantó una mano y apartó el pelo de su cara, dándole tranquilidad. Ella aún estaba tensa por la pesadilla, su cuerpo temblaba ligeramente. La atrajo de nuevo hacia él y le acarició suavemente la espalda. Ella rodeó su cintura con los brazos, recordando que era fuerte y que no podía abrazarlo con tanta fuerza como quisiera.
—Solo fue una pesadilla —susurró él con su voz un bajo estruendo en la quietud de la habitación—. Se sintió real. Te vi morir y no pude evitarlo.
Él se tensó.