—¿Estará bien Nazneen? Ella tiene su torneo mañana —dijo Ravina mientras cenaban.
Malachi también se preguntaba lo mismo. No le gustaban las otras familias y no esperaba con ganas sus quejas, por lo que necesitaba que Nazneen ganara. Esto llegó en el momento equivocado. No debería haber enviado a Joel.
—Hablaré con ella más tarde.
Ravina asintió. —¿Por qué fue Ares allí siquiera? —se preguntó.
—Debía de estar desesperado por respuestas —Malachi encogió los hombros también encontrando sorprendente que el hombre aceptara ir con su hermano, pero si estaba buscando a sus padres, entonces tenía sentido.
—¿Qué pasó con sus padres? —Malachi preguntó, buscando pistas.
Ravina encogió los hombros. —Nunca conoció a sus padres. Creció siendo un huérfano.
¿Un huérfano?
—Me pregunto qué vio. No lo creería.
—¿Por qué no?
—He estado pensando... si mi hermana está, como se muestra en el espejo, feliz y segura en algún lugar con humanos, ¿por qué no me buscaría? No tiene sentido.