"¿Qué te parece? —Araminta le preguntó después de ayudarla a arreglar su cabello—.
Su cabello dorado caía en mechones llenos y bonitos que la hacían parecer sana y brillante. Araminta también había coloreado sus mejillas y labios de color rosa para que combinaran con el rosa sonrojado de su vestido. Ella había elegido una blusa para cubrir las cicatrices en su espalda, lo cual fue muy considerado de su parte.
—Es hermoso. Gracias —sonrió Ravina—.
Araminta y Aaron la habían tratado bien desde el principio. Sin ellos, en su estado deprimido, podría haber abandonado este lugar e incluso el mundo hace mucho tiempo. Ah, tampoco debía olvidar a Chanan.
—Me alegra que te guste —ella sonrió radiante—. También estoy contenta de tener a otra humana aquí. No importa qué, debes haber echado de menos a tu gente.
Bueno, siempre hay un consuelo en saber que alguien como tú está cerca.
—Espero que lleguen más de tu gente aquí para que podamos integrarnos todos y vivir uno al lado del otro.