"Su mano estaba caliente como siempre y fue sorprendida por el toque repentino. Había algo en eso cuando él se sentaba allí debajo de ella como si suplicara tocarla pero también se mostraba vulnerable de alguna manera. Mostrándole que no era una amenaza, aunque su toque lo era. Aunque sus palabras lo eran.
Le dio unas cuantas caricias que hicieron oscilar su mente antes de que ella retirara su pierna.
—¿Haciendo el amor? Eso sonaba más horroroso que la cría.
—No creo que lo llamemos así —dijo ella.
—¿Cómo lo llamas entonces?
—Relaciones sexuales.
Inclinó la cabeza pensativamente. —Eso es algo que puedes hacer con cualquier persona.
—Sí —no podrías hacer el amor con cualquiera.
La miró por un largo momento, sus ojos tranquilos. Luego, simplemente se levantó.
—Todos vienen a desayunar —le dijo—. Les dije que no podríamos ir allí por causa de tu pierna.
—¿Viene Aaron? —preguntó ella con una sonrisa, sólo para molestarlo un poco.
Estrechó los ojos.