"Darcy no podía dormir. Todavía sufría de fuertes dolores de cabeza por la noche cuya causa aún desconocía. Y también había sueños extraños que a veces se convertían en pesadillas. Sueños de una infancia alegre con sus padres, y pesadillas, algunas de las cuales no podía entender y otras de todo lo que había pasado.
Se despertó con sudor frío y se sentó sola en la cabina oscura intentando calmar su errático latido del corazón. Necesitaba descubrir sobre su pasado ya que seguía atormentándola. Algo en el fondo de su mente perturbaba su descanso y el hombre rubio, de ojos azules que había ayudado antes la hacía sentir de una manera extraña.
Juraba que lo había visto en algún lugar pero su mente se negaba a recordar. Palpitaba y dolía. Al vestirse decidió dar un paseo.
La brisa del amanecer era fresca y tranquila y caminaba por la playa cuando lo vio. El hombre con rasgos similares. Les había dicho que su nombre era Ross. Estaba sentado en la playa, mirando fijamente al océano.