"Ravina permaneció confundida —no creía en las almas que viajan y renacen—. ¿Cómo podría ser esto? ¿Y qué significaría si fuera cierto?
Se volteó en la cama y casi gritó de shock al encontrar a Malachi durmiendo a su lado —el viento le movía suavemente su cabello hacia atrás, revelando su rostro relajado.— Recordaba cómo él tocaba la flauta —era enigmático— pero decidió no reflexionar más sobre ello.
Sentada, pensó en su hermana —tenía que encontrarla y proteger a su gente si era posible, dado que él planeaba destruir su defensa. Evidentemente, no podía ver, o quizás simplemente no le importaba, que al aterrorizar colocó a muchas mujeres en situaciones similares a la de su hermana. Ahora él haría lo mismo, eliminar la defensa, lo que permitiría que los dragones pudieran esclavizar nuevamente y que las mujeres sean abusadas.—
Lo observó recordando el reciente ataque en el que casi muere —se preguntó qué haría él si los dragones que su hermano había enviado la hubieran matado.