—¿Qué te parece? Claro que no estoy interfiriendo ni un poco. Si no fuera por la naturaleza miope de mi madre, no estaría pensando en formas de volver a conquistar a mi esposa ahora. Tal vez ya debería ser padre de cuatro hijos ahora.
El mero hecho de que su propia madre intentara imponer a una mujer por la que sentía nada más que desgusto le enfurecía mucho contra su madre. ¿Qué madre negocia así con el futuro de su hijo?
Lo que más le dolía era que por esa acción suya había perdido seis años completos de la vida de sus hijos y más de seis años de estar con la mujer que ama.
Jason no pudo evitar estallar en risas. —Tienes que ser gentil con mi hermana cuando te reconcilies, porque por cómo vas, dudo que pueda salir de la cama durante un mes cuando finalmente la recuperes —le gastó una broma.