—¿A qué te refieres con ella se fue? ¿No se suponía que debías traerla para que atendiera al jefe? ¿Y por qué es una ella? Sabes que al jefe no le gusta que las mujeres se acerquen demasiado a él —dijo con preocupación.
—Lo mínimo que podrías hacer es darme una explicación ya que ni siquiera puedes llevar a cabo una tarea tan simple como escoltar a la doctora más allá de la entrada. Estoy seguro de que la habrías enfadado con tu sucia boca —acusó, cada vez más irritado—. Puedo ver que la edad te pesa mucho, por lo que puedes ser excusado de vez en cuando. Pronto encontrarás tu karma.
—Pronto encontrarás tu karma —finalmente dijo Sr. Wallace—. ¿No estás cansado de excusarte por todo?
—Hola, Sr. Johnson. ¿Cómo está la vieja Sra. Hudson? —La voz del Dr. Sullivan resonó tan pronto como se conectó la línea.