De vuelta en las Corporaciones Hudson, Shawn se sentó en su silla de cuero, vestido todo de negro, exudando un aura misteriosa.
Incluso Johnson, que estaba de pie frente a él, sintió que no era diferente del día del juicio final.
Acababa de recibir un mensaje de las Corporaciones Wyatt y se lo estaba informando a su jefe.
—¿Se dio la ubicación para la reunión? —preguntó Shawn, sus ojos nunca abandonaron el documento en el que estaba trabajando.
—Aquí dice, que debes reunirte en el Hotel Rivers a las 6pm para hablar más sobre el proyecto.
—¿Qué hay que deliberar? —Soltó una sonrisa de suficiencia—. Todo ha sido concluido con el Director Wyatt y lo único que queda es la firma del contrato.
—¿Quién envió la invitación? —preguntó a Johnson, quien lo había estado observando en silencio.
Se le había informado de manera confiable que el Director Hudson había salido del país. Sabía que no había forma de que fuera Kathleen, aparte de ella, ¿quién más querría verlo?