Faltaba solo un día para la boda de Lauren y Steffan y la isla ya estaba zumbando de actividades mientras los amigos cercanos y los miembros de la familia comenzaban a llegar a la isla.
Entre los últimos en llegar estaba Ariel, quien de alguna manera había convencido a George a salir dos días antes que ella.
Al bajar del bote, vio a Cheryl, Kathleen y Lauren esperándola cerca con amplias sonrisas en sus rostros al verla.
Le hicieron señas para que se acercara, invitándola a unirse a su última navegación vespertina antes de que comenzaran las festividades de la despedida de soltera.
—Pero no sé nadar —se quejó.
—No eres la única que no sabe, Cheryl aquí es pésima, incluso podrías conocer algunos estilos más que ella —se rió Kathleen.
—¿De verdad?
—Claro, apúrate y únete a nosotras —dijo Lauren sonriendo mientras ya saltaba al ferry.