—Este es el mejor día que he tenido, aparte de los tiempos que pasamos juntos en el pasado, por supuesto —rápidamente añadió Shawn.
—Sin duda, los niños también lo están disfrutando —dijo Kathleen, observando el encanto en la cara de Eleanor mientras dibujaba algo en el lienzo.
—Gracias, Kathleen.
—¿Vas a seguir agradeciéndome? —Kathleen estaba de algún modo avergonzada.
—No sé cómo más expresar mi gratitud —dijo Shawn indefenso—. ¿O tienes alguna otra idea?
—Ni idea —respondió ella sin pensarlo.
—Entonces solo tengo que seguir agradeciéndote….
—Argh… —Kathleen apretó los dientes.
Las esquinas de la boca de Shawn se contrajeron en una débil sonrisa. —¿Qué tal si hablamos de otra cosa? —sugirió Shawn.
—No creo que tengamos nada en común de qué hablar —dijo Kathleen, sus defensas volviendo a subir.
Shawn se rió a carcajadas. —Con los niños en la ecuación, creo que ahora sí que lo tenemos, más que nunca.