—¿En qué ha estado pensando este chico todo el día y qué le ha dado la ilusión de que todos los hombres son escoria?
—¿Es porque pensó que su padre los abandonó?
Los ojos de la Sra. Roberts nunca se apartaron de la cara de Kathleen y al verla tan sumida en sus pensamientos, su suposición de que podría haber algún problema conyugal en la familia se confirmó.
Por su experiencia como maestra de más de quince años, los niños solo hablan así cuando hay problemas en casa.
—Me preguntaba si podrías resolver cualquier problema que pudiera …, —dijo no muy seguro, mientras sus ojos recorrían la habitación evitando el contacto visual con Kathleen. El resto de sus palabras no era difícil de adivinar.
Kathleen exhaló bruscamente, luego dijo con calma,
—He recibido tu mensaje Sra. Robert, y gracias por tus observaciones y consejo.
Se levantó para irse pero la Sra. Robert la detuvo con una pregunta. —¿Espero que no estés enojada conmigo?