Chereads / Noir, el saqueador, y el ídolo de la destrucción / Chapter 12 - El ladrón y la última pieza. El looter tiene las siete vidas del gato ¿La nariz y luego qué?

Chapter 12 - El ladrón y la última pieza. El looter tiene las siete vidas del gato ¿La nariz y luego qué?

El ladrón y la última pieza. El looter tiene las siete vidas del gato ¿La nariz y luego qué?

Pensando que habría muerto, desperté en un sitio desconocido. Todavía no me han vencido. –

El looter despertó con una terrible jaqueca. Nadie creería que un montón de goma y telas añejas, contenido en una base de una camioneta lo salvarían.

Mikonos se ubicaba en un sitio repleto de cols (colchones de agua) que amortiguaron su caída desde lo alto de aquel a cúspide. El día estaba luminoso con dos soles marcando la claridad. Un ir y venir de efectivos se desplazaba evacuando a cada ser extraterrestre y terrestre de cada planeta. En medio de un amanecer los cruceros de cada grupo se retiraban para continuar. El looter se resintió por las lesiones. Salió de al í sigilosamente descendiendo de ese gran tacho que amortiguó el descenso. En un sitio calmado del bullicio, sacó de un estuche una jeringa con un líquido viscoso. Era una suerte de calmante potente. Eso le ayudaría a menguar el dolor de los golpes.

Su pierna tenía una leve fractura que vendó con una tablilla.

- Bueno todo estaba muy bien calculado. – Se dijo – tengo gema del disco y verifiquemos…. – Tomó un estuche que al abrirlo una luz resplandeció. Los ojos de ídolo.

El intercambio, mientras abrazó al millonario valieron los golpes. Su táctica de quedar totalmente expuesto a fin de que lo tomen por muerto con el desastre destructivo.

- Louis y Lerna se enfadarán por no decirles el plan. Habíamos planeado que irían por mí en otro sector, y sabiendas de que se presentarían los maleantes, tuve que llevar a Caciope con las señas que produje en nuestro cruce. Aunque sospechaba que estaba del lado del mister. Entiendo. Solo me quería ese maldito para la parte difícil. El disco. Sin embargo. Ya deben darse por enterados de los rubíes. ¡¡Uhh!! – Suspiró.

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Quisiera que el a no tuviese nada que ver con todo éste desquiciado plan.

Caciope estaba en un camarote encerrada. Le había otorgado la caja con los rubíes depositados por Mikonos a Sistina. Y pensaba recostada en una cama. Dando vueltas de un lugar a otro. En una dirección y en otra. De un estuche que poseía había tomado una fo (foto-imagen) de ambos como parte de su trabajo de espionaje. En el a, se la veía un tanto enfadada, en cuanto a Noir, sonriente riéndose por alguna broma, o comentario fuera de lugar de aquel. La observaba constantemente y siempre oía una voz.

- ¡¡Vete de aquí looter!! – Gritaba en la confusión en su imaginación – ¡¡Eres un tonto Noir!! ¡Por qué? ¿Por qué no te escapaste? – Se decía. Ella como saqueadora sabía que el looter podría tener siempre una carta para jugar. Pero esta vez su experiencia no le daba opciones verídicas de que se hubiera salvado. – ¡¡Maldición!! – ¡Mikonos! ¡Mikonos! – Se iba desvaneciendo en un sueño – Tú, eras mi salvador… - y se durmió

Una niña de cabello plateado llorando en medio de un Disturbio. Entre sus lágrimas pedía por su madre.

- ¡¡Mami!! ¡¡Mammi!!

Un ser se acercó a ella queriendo raptarla. Era un poblado rustico que ardía entre llamas y cenizas de cuerpos calcinados

- ¿Una sobreviviente eh? – Aquel desalmado extendió la mano y el a miraba con terror y cerró los ojos del miedo.

Al abrirlos aquel extraño estaba tumbado en el suelo con un corte letal. Detrás de ella un niño semi humano.

- ¡¡Ven conmigo!! ¡¡Te sacaré de aquí!!

El a no comprendía las palabras de ese lenguaje y se secó las lágrimas.

- Vamos – tomó su mano y salieron de aquel sitio antes que l egaran los mercenarios.

Caciope despertó exaltada observando al looter en una imagen compenetrada en el techo.

- ¡¡Mikonos!! – Repitió su nombre al despertar de aquel sueño de su niñez – te he conocido desde siempre…por favor no vuelvas a desaparecer – Confesó entre dormida.

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Hefestos se ubicó en el taller durante toda la jornada que fue sucedida. Crimson siempre fue un herrero como aquel antiguo pariente ayudante de Polux. Sabía las combinaciones necesarias. Y como saqueador mercenario dedicó parte de su existencia al hurto y el descubrimiento, pero su ascendencia jamás otorgó a la familia venidera el conocimiento fáctico de aquel artefacto. Luego del primer descubrimiento que se hiciera de unos papiros que desaparecerán comenzó esta carrera.

- De cierta forma, sabría que vendrían a mí – Se expresó así mismo mientras con un monóculo electrónico estudiaba la pieza faltante del disco. La cual se completaba con otra. Y

alcanzó en un impase temporal a ver como el looter se las ingeniaba para cambiar la pieza en meros milisegundos. Eso le provocó una risa intestinal al palparse la parte baja del cuerpo - ¡!Ja!! ¡¡Jaaa!! ¡Qué sujeto tan increíble! Debería haber trabajado con él. Uff…- Suspira – No creo. Ahora debo analizar mis posibilidades con el mister. Tenía todas piezas.

El libro para armar el ídolo descifrando su código, el disco, la gema faltante, los rubíes, y falta la nariz.

 

Al terminar de vendarse la fuerte herida en el pie y su cabeza, se dirigió sigilosamente entre todos los efectivos del Grand Park que se desplazaban por doquier en la urbe. Tenía que pasar desapercibido entre los civiles de diferentes razas. No obstante, antes de ello, estaba aún muy golpeado por todo el desarrol o de los combates que se fueron gestando. Luego de todo lo sucedido, él sabía bien que Caciope estaba trabajando para el mister y que aquel acuerdo consigo era una farsa. Saldría a todas luces el desencanto de aquel os motivos. Por algo Sistina que es otra saqueadora sabe bien en

¿Dónde ubicarlos, y cómo? Al looter no le importaba, y comprendía de antemano entre las aserciones de sus dichos internos que el a, debía entender el peligro de trabajar para el mister. Aunque, continuaba escondiendo verdades en su apariencia. Ella es una saqueadora, pero con infinidad de mañas guardadas en su interior.

Lo importante es comunicarse con Louis y Lerna. Luego se ocupará de Caciope. No dejará que el mister haga de las suyas. Von Kramer es peligroso, pero el Mister lo es aún más. Su desmedida manera de actuar lo transforma en un enemigo a resperar. Abbadon, tenía a Seven liderando el clan de los mercenarios del Eclípse como se los ha conocido a las afueras de Orión.

- Debo salir lo antes posible de la ciudad – ¿Piensa looter? –

cavilaba masajeándose la cien para darle mejora a sus

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sentidos apagados por tantas situaciones inverisímiles, que volverían loco al más cuerdo de la galaxia.

- Debemos regresar por Mikonos –

- Lo sé, lo sé – Solo déjame pensar.

La nave de Caciope conducida por Lerna, se movía por parte del cielo, buscando un lugar cerca para aterrizar.

- Aquí estaremos a salvo Louis. Debemos ir de inmediato

- Espera..No podemos ingresar a la ciudad. Mira por allá Varios camiones de efectivos cybors, comenzaron a llegar.

- Trajeron a la guardia especial.

Un mensaje esporádico llegó desde el móvil.

- ¡Claro! ¿Cómo no lo pensé? Mensaje con cifra (código cerrado) . Louis envío uno para que el looter respondiera.

Sería de la siguiente manera. Lanzar una luz nimia, de color rojizo que caerá sobre la última ubicación del looter. Si él responde, con un color azul, está en problemas, si es naranja, se encuentra bien, si es rojo que continúen.

Louis envió aquella señal, que antes de ingresar al sitio comenzaría desde otra ubicación para despistar a quien pudiera captarla.

Noir se iba escondiendo entre las muchedumbre, intentando no llamar la atención. Apenas caminando lento por su lesión se movia de la zona en la cual había caído.

- ¡¡¿Pero qué diablos?!! Es la señal que inventó Louis – Debo contestarte urgente – Es peligroso estar aquí. Se fue escabullendo hasta un corredor cerrado y envió la respuesta un verde, para que lo esperen sobre el pie cerca de la aduana. Al arrojarla, escapó de allí moviéndose hasta que encontró un vehículo, con una artimaña usando metal de alambre generó un corto en el circuito, para que las compuertas se abrieran. – ¡Vaya! ¡Nada mal! – E ingresó. –

¡¡Bien!!, pongamos éste primor en funcionamiento – Se aceleró con los botones, y encendió el motor. El vehiculo comenzó a moverse y retomó un camino de salida de la ciudad.

- Allí está la señal – Dijo Louis. -

- ¡¡Él, está bien!! – Expresó Lerna con entusiasmo. -

- Vayamos pronto. Lo encontraremos en la zona de aduanas.

- ¡¡Proximo objetivo ya!!

- Iremos por la nariz, y listo.

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- ¿Y Caciope?

Negó con la cabezadando a entender el gesto. -

- Presiento que no huyó con él. -

- Te refieres a que..

- No le sucedió nada.. Sino que en verdad ella tenía un contrato real con el mister…Looter lo sabía, aunque prefirió no decir nada. -

- Pero.. ¿Por qué? – Se entristeció Ella que le estaba tomando un afecto grande

- Debería tener sus motivos. – No supo que contestar Louis –

Ya debemos irnos.

Dieron marcha directo al sector de aduanas. Mikonos iba en aquel vehículo robado a toda velocidad. Mientras conducía, intenta cavilar en su mente que la nariz del ídolo se encontraría en un lugar alejado, en un planeta de nombre Noria, cuyo lugar siempre está vertiendo agua del cielo. Las lluvias torrenciales que son imparables, lo que generó una evolución de especies adaptadas al agua. Muchos que han ido allí se han vuelto en una locura hasta perecer, pues el agua es constante hasta el punto de llegar a una desesperación abismal que no puede tolerarse. Noir, nunca tuvo la oportunidad de ir, y una vez en su vida recibió un trabajo para buscar una pieza de plata, el cual rechazó por esas circunstancias.

- El solo hecho de pensar que hay que dirigirse al í es irremediable. No podremos hacer mucho sin un equipo especial. – Mikonos realizaba los cálculos y sabía de antemano que podrían aventajarlos. Ahora Caciope estaba del lado del Mister. Y era otro rival con el cual confrontar.

 

- ¡Tu ya sabes que el próximo planeta para la ultima pieza es Noria!

- ¡Ejem! – Asintió Caciope. -

- ¿Sabes algo más?

- ¡Está todo en el diario!

- Lo suponía – Responde Sistina - Si sigues pensando en el saqueador, solo puedo decirte que lo olvides. Estamos cerca de la última pieza. Y tenemos todas las siguientes.

 

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Caciope, estaba al tanto de la situación. Los rubíes estaban guardados en una caja, especial, y Hefestos trabajaba con ellos. Para ir verificando como entrelazarlos.

- ¡Demasiado complejo! Mi antecesor debía tener algunas herramientas diferentes. Arcaicas, pero sobresalientes. –

Confiesa el herrero.

 

Mikonos se percató de la gema en cuestión. Aquel a que le había robado del disco. Caciope la tomó, prestada de sus pertenencias. Ese fue el detonante para que él supiera que el a, estaba en otra posición.

Su inteligencia, le permitieron quedarse con la original, aunque Caciope fue más astuta, y burló a un paso al looter.

- Sabia que ella había cambiado la gema – Se dijo de camino a la frontera de aduanas – Sin embargo, dejó que se quedase con los verdaderos rubíes.

El grupo de Abbadon, Von Kramer no tenían nada, pero en algún punto. Seven y Kramer no se quedarían atrás con todo éste asunto.

Irían por la nariz del ídolo, y al final se desataría una guerra entre mafias para terminar de obtener todas las piezas, e ir al último sitio en el cual se encuentra el cuerpo al cual unir las piezas.

Esmira calculaba la llegada justa para emboscar al grupo del mister, por lo que decidieron ir directamente al planeta Noria. La última solo decidirá una contienda, y luego ir en búsqueda del cuerpo del ídolo para encajar las piezas.

Louis y Lerna, llegaron a tiempo a la aduana.

- Espero llegue pronto..la seguridad se ha ampliado rigurosamente. – Expresó Louis

- ¡¡Allá!! - Señala Lerna. Un carro moviéndose a velocidad desde la ventana se veía al looter con una venda en su cabeza. Llegó a tiempo señalando que lo sigan. Ambos prosiguieron por el lado derecho ingresando a una de las plataformas de despegue. Al descender el looter, Louis y Lerna fueron a su encuentro

- ¡¡Viejooo!! – ¡Sabia que estabas vivo!

- ¡¡Mikonos!! – Lerna se lanzó hacia él abrazándolo –

- ¡Ya tranquila! Todavia debemos salir de aquí.

- Tengo todo controlado –

- ¿Amigo tuyo?

- No..pagale..

- No voy a sobornar a un colega tuyo que trabaje aquí

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- ¿Quieres ir a Noria, sin problemas? ¡Por cierto estas mal herido!

- Me apliqué unos analgésicos. Estaré completamente bien

- Esa pierna, no lo está. –

- ¡Oigan! ¡Quiero salir de éste lugar pronto!

Fueron directamente a la casilla de la aduana. Bob Job. Era el encargado, y los miraba fijamente en cuanto sellaba los papeles.

- ¿Usted es?

- Lord Frank

- Bien – Éste se acerca al oído y le dice. Salgan por el lado izquierdo. El Looter le acerca un sobre con Chelines. – ¡Ah!

Es el olor de un buen trabajo. – Expresa con cierta risita que le causó molestia al looter

- Vamonos – Expresa Mikonos – Y pasaron por la cinta junto a los vehículos-nave.

Abordaron de inmediato, saliendo de allí directamente al espacio.

- ¿Y ahora?

- El obvio que iremos por la última pieza.

- Tienen todo ellos – Se refiere al mister, Lerna.

- No, todo, pero en cuanto realicen las pruebas sabrán que los rubíes están en mi poder.

- ¿Fue ayuda de ella no?

- Si, en algún punto, los traicionó - Manifiesta el looter.

Los grupos lograron salir a diferencia de el os, por formar parte de los tres magnates. Mikonos y los demás estaban atrasados, sin embargo se dirigieron a toda prisa, por el trayecto de luces hasta llegar a una curva de energía cinética que los empujó con fuerza hasta el cercano punto CCC, una suerte de planetas en el cual se escondía el nano planeta de lluvias Noria.

- Capitana, estamos arribando – Informa el teniente segundo Pirce. Al ingresar al cuerpo de crecientes nubes, una suerte de potentes rayos caían desplazándose cerca de la gran nave. Von kramer seguía los pasos por una visulización de hologramas.

- ¡Perfecto! – Expresa el a. Los esperaremos en las planicies.

- ¿Utilizamos el efecto de invisibilidad?

- ¡En efecto! Kramer, estará vigilando todos los pasos.

- Es muy exigente capitana

- Esta desesperado. Su rival tiene la ventaja. Lo importante es que nos pague bien, luego nos iremos lejos, el ídolo es un arma peligrosa.

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- Sistina tiene las partes, con Hefestos que puede rearmarlo.

- No me impresiona.

- ¿No?

- Pirce…el looter sigue siendo el más peligroso de todos los contrincantes.

- Pero él fue derrotado y se arrojó al vacio

- Sin duda está vivo…Es un animal de siete vidas. Hizo a propósito esa maniobra, y con certeza sabía bien en donde ubicarse. Y hasta me atrevo a decir que él, posee una de las piezas importantes para armar el ídolo.

-

Cada uno de los grupos tiene las piezas perfectamente alineadas.

Solo falta saber ¿dónde se ubicarán?

Pólux unió una por una sobre una plataforma. La pieza principal se encuentra en un planeta desconocido, repleto de rocas y acantilados.

En la cual se desarrollan desde el cielo figuras indicativas de seres antiguos y en un complejo muy similar a una estructura propia del neolítico terrícola se encuentra en su interior. El cuerpo. Unidas las piezas el ídolo resurgirá. Solo hay que llevar todas y el propio mana celestial hará lo suyo.

Ante tal evento fueron los diferentes grupos guiados por las propias piezas que pertenecen a ese objeto.

Mikonos se dirigía a toda prisa en una suerte de nave de carreras.

Luego de encontrar el holograma testamento de Pólux, entendía que todos estaban en peligro. El ídolo era solo un objeto que sellaba al dios Aldebarán. Liberarlo supondría una catástrofe universal.

- Ya debo darme prisa – Se remordía los dientes – La pequeña gema le permitía obtener un punto exacto y a aceleró los propulsores a toda marcha cruzando por todo un cinturón de asteroides que se golpeaban entre sí en medio de la gravedad del oscuro espacio produciendo fragmentos que se esparcían por doquier. La visibilidad era bastante enclenque, pero corría con el tiempo. Llegar y destruir la cúpula central para evitar unir las piezas dignas de liberar al dios.

Pólux en su imagen holográfica manifestaba con conciencia.

- El poderoso ha sido sellado en el ídolo y para evitar su liberación, fueron separadas las piezas y enviadas lejos. Muy lejos. Si algún día por casualidad se unieran. Debe destruirse totalmente la cúpula. De lo contrario al tocar al ídolo, el poderoso saldrá de al í. Hay una opción mucho más arriesgada.

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...En el instante que la gran bestia éste resurgiendo hay que dispararle en el centro de su boca con el arma sagrada en mil ciento cincuenta y cinco milisegundos que él despierta. El rifle santo (una escopeta) que solo posee una única bala y fue hecha para paralizar al poderoso. Es una creación de mi mando que jamás ha sido utilizada, por lo que tampoco hay certeza y al mismo tiempo destruir el ídolo.

Seven se mantenía meditabundo en su sillón de mando. En medio de cavilaciones verificaba los pasos a continuar. Como maltoniano. Una raza de seres similares a los humanos con forma demoniaca hacia las veces de recadero del gran señor demonio en las afueras alejadas en donde reina la materia oscura. Tenía el encargo de proveerse de aquel ídolo. Aunque desconocía sus poderes, entendía bien que podría serle de utilidad para sus futuros planes, que eran nada más y nada menos que destronar a ese rey inmortal. Su codicia era tal que no le importaba los estragos que se produjeran, ni las bajas.

- No tengo una sola pieza, así que jugaremos a la neutralidad

- ¡Sí! Sera mejor de esa manera. El acuerdo con el mister es una falacia. Esmira atacará a Sistina. Y podré entrometerme en la búsqueda. Sin embargo, no existe nadie capacitado. El combate entre el mister y con Von Kramer puede ser feroz.

¿Podré enviar algunos de mis soldados para despistar?

Seven fraguaba algún plan. Un comando especial estaba preparándose. Nemesio y Ultimatia realizaban los preparativos bajo la cabeza del general Darknees. Eran el comando de elite de las Pléyades. Encargados de velar por la seguridad.

Nemesio estaba al tanto de los conflictos. Y el espía lea daba toda la información necesaria. Su sigilo es tal que guardaba cuidado en todos los frentes.

- ¿Lo último es el planeta Nuria?

- Así es, luego según mis cálculos. Irán a la nebulosa. Cerca de Beetlejuice. A la nano tierra. Debemos estar preparados.

Para lo peor.

- Darknees, se involucra en muchos asuntos intrincados, pero en definitiva somos el grupo de elite.

- Solo espero no pase a mayores grados

La nave concluía las cargas en cuanto el os monitoreaban todo lo registrado al momento

- Ese a quien llaman looter, podría ser una buena herramienta.. – Dijo Ultimatia. - 

- Es muy bueno en lo que hace. Pero es un errante. No creo que quiera alistarse. Vive entre mundo y el submundo.

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- No tener ley puede ser beneficioso.

- Y también peligroso.

El looter estaba manipulando el vehículo a gran velocidad y detrás Louis y Lerna. Estaban atrasados.

Sistina del grupo Kramer ingresaba a la atmosfera. Esmira los esperaba con parte del grupo Abbadon.

- ¿Pero que tenemos aquí? Un hermoso grupo de combate listo para atacar – ¡Será muy divertido!

- Preparen misiles. ¡Démosle una cálida bienvenida al mejor estilo!

Caciope ingresó al laboratorio de Hefestos que trabajaba analizando las piezas minutos antes de la confrontación. Su trabajo estaba muy retrasado.

- ¡Una saqueadora interesada en mi trabajo!

- No es necesaria la presentación espontanea. Solo quiero verificar que todo éste en orden.

- ¿Te envió Sistina? ¿Tan poco confían en mí?

- Nadie confía en nadie. Es regla primordial del saqueador.

- El looter lo sabía bien entonces.

- Posiblemente

- Y sin embargo no hizo nada al respecto. Cómo tú. -

- ¿A qué te refieres?

- Solo digo lo que creo correcto ver con mis ojos. Tal sabía que yo también era un traidor.

- No me compares contigo. No soy de tu calaña

- Eso es verdad. Tengo un pasado que destaca en miseria.

Pero por lo menos admito lo que soy. Por ello creo que cuando fuimos con el looter a Vulcano, experimenté esa sensación de camarería que no he hallado en muchos años oriones (años terrícolas)

Caciope procuró un silencio con ayuda del ambiente en el cual resguardaba artefactos de un loco ingeniero.

- Quizás no lo entendamos. Aunque él, si nos entienda a todos.

Pero en fin sabe quién si está vivo luego de aquel as explosiones en la cúpula de Grand Park

- ¡Bah! Son solo suposiciones. ¡¡Tonterías!!..Palabras vagas.

¡¡Él no ha muerto!!. ¡¡No puede morir. No aún!!– El a se retiró gruñendo con algún sentimiento sobre la espalda –

Continua tu trabajo – apretó el botón de la puerta que al abrirse le mostró una atmosfera diferente que nacía de sus pensamientos, y voz de Noir nadaba en el os.

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- Vaya esta dama, fue poseída por el dios de los encantos. Sin duda el amor de juventud es bel o. – Se dijo entendiendo la situación errática. Luego tomó los rubíes para su verificación

– vaya, vaya..¡¡¡Qué sorpresa!!! ¡¡Ese looter si que dá problemas!! ¡¡Je!! ¡Je!

- Deberías se mas abierta de sentimientos – voz de Noir.

- ¡Tonto!, y tú deberías cuidarte más. Sé que estas allí, y que nos volveremos a cruzar. Pero esta vez ¿Qué debo hacer? –

Esa fue la pregunta que se hizo una y otra vez en cuanto llegaba a su cuarto.

Al abrir la compuerta su ropa estaba lista. Su malla color oscuro y violeta; elástica, que cubría todo su cuerpo y zapatos firmes. Un estuche de piel de cuerina de un animal reptil. Sus armas. Un laser, y dos cuchillos afilados. Todo su cuerpo se marcaba con aquel uniforme. Y podía verse su esplendida figura atlética, seductora, y excepcional.

Cada saqueador poseía una vestimenta particular. El looter una camisa de cuadros significativa, una chaqueta y pantalones con bolsillos en tono marrón. Era su marca personal.

Hefestos. Un hombre de taller con su overol. Sistina, estilo coqueta con arreglos en su malla. Esmira estilo atuendo militar.

Ella estaba lista. Sistina la esperaba en la entrada para el descenso de paracaídas.

- Iremos por el cuadrante Ontario (cuadrante sur) mientras las tropas de los de negro mantienen ocupado a Kramer. –

Sistina dio la orden al saurio antes de que se abra una compuerta. Eran un grupo de cinco. Sistina, Caciope, y tres de los hombres de negro.

Al abrirse las puertas, se arrojaron de forma inmediata. Tenían estudiada la atmosfera de manera que sus cuerpos en el índice gravitacional eran acorde para la prueba. El descenso se planificaba en el punto exacto de la gran cascada sin complicaciones por el gran aguacero que impedía la visibilidad. Un complejo de agua entre paramos desérticos de arena. Allí deberán ingresar sobre ella para poder pasar del otro lado y tomar la nariz del ídolo resguardada.

Según el libro de anotaciones e información. Una gran bestia en forma de golem actúa como guardián.

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- ¿Listo?....¡¡AHORA!! – Se lanzan los cinco descendiendo de a poco. A los lejos comienza un despliegue de disparos. Esmira envía sus hombres en motos voladoras.

- ¡¡Pirce quedas a cargo!! – Ordena el a que sale de inmediato al avistar al grupo de Sistina.

- Nos vieron – Expresa el a que entre el trajín de una vorágine cae al suelo como una pluma debido a la gravedad.

Las motos están a un instante solamente de alcanzarlos. Mikonos llegaba a gran velocidad al lugar del hecho. Él, y los demás, pudieron ver gracias a las luces la ubicación exacta entre la lluvia y las arenas y la cascada.

Caciope y Sistina recorren el tramo para traspasar la cascada e ir del otro lado para obtener la última pieza. Los mercenarios de Von Kramer se iban adelantando. Desde el cielo era una competencia de luces de colores rojos, azules, y amarillos. Todos correspondientes al trajín de disparos de lazers que se iban misturando. Comenzaron a tener bajas de todo tipo.

- Parece que están todos – Dijo Caciope, al ver que venía su vehículo a toda marcha cruzando el cielo y traspasando la línea de tiroteo de ambos bandos.

- Denle a discreción – Grita Pirce en ausencia tomando el mando, mientras Esmira cae justo delante de Sistina y Caciope. Los de negro y Abbadon rodearon a la capitana, que con un chasquido de dedo, del cielo recibieron disparos desintegradores.

- Pensaban que me iban a detener, ustedes..Saqueadores de bajo nivel. –

- ¡¡Ahora veras!! ..¡Gr!..¡Gr! – Gruñe Sistina que se lanza contra ella –

Cerca vendría Seven a cubrirlas, pero otra flota de Von Kramer se dirigía a él. Entre estar ocupados en la contienda Caciope fue silenciosamente dando pasos a la cercanía de la cascada. Sorprendida por dos militares, logra tumbarlo con gran velocidad. Prosigue su marcha.

- Debo llegar antes que todos – Se dijo ella misma.

Aprovechando que Sistina, combatía con Esmira. -

El cruce de armas se estaba dilatando lo suficiente como para que Caciope lograra pasar al otro lado. Desde una colina un francotirador esperaba impaciente. Se había colocado en un punto específico por órdenes de Von Kramer.

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- Quiero que destruyas a un elemento sumamente peligroso –

La dama de Cabello Corto plateado –

- Sin mi señor – Fue la orden que recibió. Era una orden de la cual Esmira no sabía nada, tampoco sus camaradas.

Aguardaba quieto sigilosamente

- Veamos, si..da un paso más.. vamos primor – Dijo aquel desalmado, que apretó el gatillo moviendo su dedo anular, cuando la mira estaba justo marcando la cabello era. Ella se distrajo con otro de los enemigos - ¡¡Puff!! – Se siente el sonido fugaz y estrambótico de un tiro que da en medio de la frente del enemigo - ¿Qué?

- Lo siento amigo, pero me parece muy cobarde de tu parte dispararle a una dama – Y recibió un golpe fatal en el mentón arrojándolo al vacio.

- ¿Qué acaba de ocurrir? – Ella dio la vuelta, pero no logro ver a nadie – No importa debo continuar - Fue de inmediato a la entrada, dando un salto y recibiendo las ráfagas de agua que caían desde arriba, conjuntamente con el agua de la lluvia mimetizándose al punto de ser una sola forma de fluidos.

- ¡Bien! Debo ir por la nariz – Dijo Mikonos que por detrás había tomado el arma del francotirador sin que éste se dirá cuenta para desviar el disparo.

- ¿Mikonos? - ¿Me escuchas? Cambio!!

- Si, Louis. La catarata esta frente a ti desciendo diez pies –

Explica Louis, mientras Lerna monitorea la pantalla. El aguacero de las lluvias generaba una imposible prosecución.

- ¡¡Tranquilos, la acabo de ver!! – Y dio un salto enorme desde una roca a otra, para llegar al suelo. Aferrándose impidió golpearse. Sus heridas aún, no sanaban. – ¡Uff! Eso estuvo cerca – Y fue corriendo por la misma entrada.

Caciope pasó del otro lado y comenzó a revisar todo el perímetro. El altar estaba allí firme con una estatua de una nariz.

- Vaya, vaya..Parece que esto va ser fácil - se dijo. Pronto percibió el sonido de unos pasos. - ¡¡MMM!! – Fue de inmediato a escabullirse entre unas rocas que se materializaban con unas luces brillantes. –

- ¡¡Ahh!! – ¡¡diablos!! ¡¡Está helada el agua!! – Confiesa Mikonos disgustado - ¿Eh? – presiente una energía – ¿Así qué?

Mikonos presentía una cierta seguridad de quien podría presentarse.

Solo a unos metros estaba el altar. Caciope se escondía, inquieta, con sus propios ojos lo estaba observando

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- Es él. Sabía que era él. Él, estaría bien – Suspiró con un cierto alivio. Aunque ahora estaban en puestos diferentes, el saber que el looter se encontraba sano y salvo le producía una suerte de paz interior.

- ¡¡Demonios ya sal de ahí!!

El a se sorprendió con su mirada desorbitada y luego ladeó la cabeza en un signo negativo.

- ¡No tiene remedio!

Y se incorporó del suelo y de su escondite mágico.

- ¿Veo que estas bien?

- ¡Claro que no!..Aún me duele todo el cuerpo.

- ¡Tú te lo buscaste! No debiste quedarte allí

- ¿Qué quieres que hiciera? Me daba por enterado de que estabas del lado del mister.

- ¡Tu también! – Le dice enojada

- Pero él me iba a traicionar, y a ti también. Sin embargo se formó una ensalada en al cual el solo me traiciona a mí, y tú sigues de su lado. ¿Qué te hace pensar que no correrás el mismo destino?

- Simple…

- ¿Ah no ser que?

- ¡Vaya, vaya! Hermosa discusión de dos ex compañeros –

Aparece de la nada Reich Seven.

- ¿Otro más?

- ¿Qué acaso hay más seres escondidos por aquí?

- Solo nosotros, pero bien Caciope. El mister te necesita, pero no confío en ti. Seguro traicionaras al mister, que por alguna razón te ha confiado.

- ¿Ahora que lo pienso, el mister y tu Caciope tiene un vínculo familiar?

- ¿Qué dices?

- Hace muchos años… - Expresa Seven - La tragedia de Dyrs.

Una explosión en medio de una batalla acabó con todo un pueblo, y solo una niña por milagro sobrevivió, y fue acogida por el magnate, y entrenada para ello.

- Ahora entiendo – Expresó Mikonos

- ¡Callate! – Y le dispara rosando la oreja –

- ¡Wow! Eres una gran tiradora, pero lo siento. Éste hermoso objeto es de mi propiedad.

- El mister no lo tolerara.

- ¿El mister? Mis calzones..es solo un repugnante ser involuble. A la hora de tener el ídolo, las piezas serán mias.

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- Tu deberías estar luchando contra Esmira.

- Mis tropas ya se encargaron de lavar esa ropa sucia. Sistina debe estar matándose con la capitana, y mis hombres ya han tomado las pertenencias junto a su guardian Hefestos.

Todo estaba muy bien planeado

- ¡Sabia que eras un traidor! ¡¡Gr!! – Se enfada y apunta Caciope –

- ¡Ah por dios! Estoy delante de dos estafadores. Pero bien, es hora de retirarme. Le dejo un regalo para que no me olviden

- ¿Qué?

Seven lanza una bomba explosiva

- ¡¡Al suelo!! – Grita Mikonos que abraza a Caciope y ambos terminan arrojándose a un agujero, mientras una fuerte explosión destroza todo el sitio, desapareciendo Reich con la pieza de la nariz por una abertura. Un sinfín de piedras caen, en todas direcciones sepultando la cueva.

- ¿Que fue eso? – Preguntó Esmira

- ¡Seven! – Explica Sistina. - ¡Je! ¡Je! – Ya tenemos la pieza de la nariz – Dijo él a con seguridad. Su radio comunicador emitió un mensaje. La nave ha sufrido un boicot. El grupo Abaddon se ha adueñado de el a…¡SHER! – una interferencia corta el mensaje - ¡¡Mmm!! Me lo suponía de aquel traidor -

Lo siento saqueadora, pero no puedo seguir combatiendo. –

¡MM! – Supongo que la que está ahí dentro es Caciope. Lo siento por ella. – Todas las tropas regresen

- ¿A dónde crees que vas? – Expresa Esmira – Vuelve aquí –

El a va en su persecución – Pirce, ¿Me escuchas? Detén la nave principal del Mister

- ¡Capitana! Parte de nuestros oficiales han sido eliminados

- ¡¡¡¿Qué?!!! – se asombra ella –

- Parte de la tripulación ha desertado

- ¡Je! ¡Je! Todo estaba muy bien planeado – Comenta Seven desde un vehículo que se alejaba. – Tengo las opciones necesarias para ganarle a los dos magnates del mal de Orión. ¡Ja!¡Ja! – Se rie maquiavélicamente. -

Entre rocas y escombros, ambos estaban atrapados apenas sin poder moverse.

- ¿Qué cree qué haces? Me estas tocando

- ¡Perdona! – Expresa con ironia Mikonos - ¿Si tienes una mejor manera de poder movernos? – Ambos estaban atrapados.

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- Espera un minuto – Ella se mueve tocando a Mikonos mientras lo abraza.

- ¡¡Oye!! ¿Qué estas tocando?

- ¡No seas estúpido! – Pasa su mano por cierta parte del cuerpo - ¿Quieres salir de aquí?

- ¡Claro! Pero si querías intimar conmigo me lo hubieras dicho antes.

- ¡No seas payaso!., Eres el ultimo ser con el que tendría una cita.

De inmediato Caciope accionó una alarma de su vehículo que se movió por condición propia.

- ¡¿Dispositivo automático?! – Se pregunta el looter. - 

- ¡Ejem!

- Podías haberlo utilizado.

- Tuve mis razones

- A Louis y Lerna no les gustará

- ¿Louis? Se mueve solo el vehículo

- Si..ya me di cuenta.

La nave se mueve a toda velocidad en medio del aguacero sobrepasando el valle hasta llegar a las cataratas. Los enemigos habían huido en dirección a la nave principal del Mister que fuera abordada por Seven.

- La velocidad es impresionante – Expresa Lerna. -

- ¿Y bien? – Pregunta Mikonos. -

- ¡Nada..! Hay que ir por las demás piezas. O sea contra Seven que las lleva encima. Debemos llegar al último punto antes que él.

- Pero tu trabajas para el mister.

- No importa para quien trabajo. Si reúne las piezas estamos perdidos. Y ya sabes bien el porqué

- ¡Uff! No es necesario que te enojes conmigo. – Ambos estaban tan cerca que sus labios casi se tocaban –

- No seas …ton.. bueno – Dijo ella sonrojada.

Luego él, se mantuvo en silencio, mirándola. El a sintió una incomodidad. Estaban ambos abrazados. Él boca abajo y el a arriba y un escaso agujero en el cual mantenía el peso de las rocas.

- Lo siento – dijo ella mirando a un costado

- ¿Por qué lo dices?

- No quise engañarte. Es muy peligroso. Y quería alejarte. -

- Bueno..Vaya que eres ….bien – Expresa con un pequeño sarcasmo guardando los improperios. -

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- ¡¡Hablo en serio!! - Le grita

- Yo también lo siento y te agradezco –

- ¿Por qué?

- Tú fuiste la que me salvó la vida en Gran Park y me diste algo importante

- No es para tanto – Sigue sonrojada y ambos se miran. Sus ojos se compenetran, y poco a poco se van acercando sus labios. Poco a poco…!!!PAFFFF!!! Un estruendo se escucha, y un gran montículo de rocas vuelan por doquier. Ambos se miran y observan hacia arriba

- -¡Vaya! - ¡Qué bueno verlos así! – Louis sonríe con una mueca burlona

- ¿Qué? – pregunta Lerna un tanto enfadada. –

- Gracias por la ayuda. Siempre tan oportunos

- Looter.. ya sé que estamos en problemas

- ¡En efecto.!

- Caciope.. – Dijo lerna

- Luego tendrán tiempo de hablar - Expresa el looter –

Debemos darnos prisa.

Todos subieron al vehículo, y a gran velocidad fueron hacia el punto de partida. Allí Noir se dirigió a su nave.

- ¡Perdonen, esta nave es más veloz! Trataré de alcanzarlos.

Ustedes síganme

- Espera Mikonos – Dijo Caciope. El se dio la vuelta – ¡Mmm!

¡Suerte! – Expresó. Éste devolvió un pulgar en alto con una sonrisa. –

Fueron a toda prisa. El looter acelero los motores en un impacto extremo y salieron de la gran atmosfera de lluvias, del planeta Noria.

- Bien, si mis cálculos no fallan, debo estar, ¡¿Pero qué demonios?! – El looter había sobrepasado ubicándose en el espacio, y con velocidad tenía enfrente la nave capturada por Seven en pleno combate con los mercenarios de Esmira

– Es mi oportunidad y fue hacia él a toda velocidad intentando abordarla.

- Un objeto se acerca a gran velocidad – Dijo uno de los pilotos. Detrás del looter otros perseguían el mismo propósito. Caciope y los demás estaban más alejados.

La balacera se iba proyectando con toda furia en una guerra intergaláctica.

- ¡¡No los dejen escapar!! - Expresa Esmira –

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- ¡Bien ya casi..lo tengo! - El looter direcciona su nave y comienza a descender, pero algo lo golpea en uno de los motores. El disparo provenía de uno de los cañones de del crucero robado por Seven.

- ¡Noir! ¿Me oyes? – Comunica por radio Caciope -Es muy peligroso. – Al terminar la frase –recibe un choque de Esmira. -

- Ustedes son culpables –

- Señor.. Seven ha tomado – Comunica Sistina. - 

- Lo sé – Dice el mister – ¡¡Elimínenlo!! – cierra transmisión y comienzan a disparar perforando todas las parte importantes de los motores de propulsión

El impacto produce que la nave se vaya moviendo en una u otra dirección. Todos iban a una gran velocidad. Hefestos se mantenía en su taller

- ¡Debo hacer algo o todo será un caos! - Intentó moverse, sin embargo, un oficial lo apuntaba con el arma. Este quiso acercarse y recibió un golpe en su cabeza – ¡Espera!

- ¡Cállate! Tengo órdenes de vigilarte a ti y el laboratorio.

- Estamos en peligro, si todo vuela las piezas del ídolo también

- ¡Ese no es mi problema! - Y se acercó a uno de los objetos la corona, tomándolo con desprecio

- ¡Deja eso! - Hefestos fue a él, e intentó quitárselo. Seven llegaba con su grupo abordando entre lazers que iban a todos los sectores matando algunos de sus soldados. Al ingresar fue directo a la cabina principal, a ver cómo se encontraba la situación principal.

Un gran golpe en el crucero desestabilizó todo el movimiento. En el suelo terminaron el soldado y Hefestos. Éste intento ir a la puerta, pero el oficial tomó su pie haciendo que callera al suelo.

- ¡Idiota! ¿Dónde crees que vas? – Dice maldiciendo. -

- Ya verás – Y lo patea. El disco se caído, junto a la gema, y los rubíes. -¿EHHH? ¿Qué es esto? Entonces es lo que me temía – Dijo – ¡¡Son falsos!! - Se lamenta por el error –

bien eso quiere decir que…¿El looter? - ¡Je! ¡Je! ¡Ese maldito!

- ¿Qué te causa gracia?

- Nada en especial ¡Je!– Dijo. El disco comenzó a brillar y la gema, como la nariz

- ¿¿Eh? - Se dijo Seven al ver que brillaba

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Noir, estaba desplazándose a toda prisa e hizo una maniobra intrépida para ingresar.

- ¿Qué ocurre? – Siente algo extraño Noir – ¿Los rubíes?

¿Bril an? ..¿¿¿EHH???

Un estruendo fugaz de luz cubre el espacio. Era como si existiera una iluminación solar cubriendo todo alrededor. Una voz gruesa, como la de un dios se escucha.

- Venid al universo de mí … - La luz absorbe todo alrededor y succiona las naves

Mikonos se tapa sus ojos por el impacto, como todos.

- ¿Qué es eso?

- ¿Qué sucede?

- ¿Algo no está bien?

- Es el poder del ídolo que nos lleva con él – Dijo tanto Hefestos, como Mikonos, y Caciope al mismo tiempo.

Una gran esfera desértica se encuentra a la vista. El impacto hace descender en cada punto, a cada uno de los grupos. Las partes del ídolo desaparecen por completo. Y en algún sitio escondido el cuerpo recibe las piezas que aguardan que alguien las unifique en un ensamblado perfecto.