En Hojas de Sangre, la humanidad alcanzó una nueva era de estabilidad y colaboración. Las lecciones del pasado, arraigadas en las enseñanzas del Ojo de Sangre, influyeron en la forma en que la sociedad abordaba los desafíos globales. La conexión espiritual con el entorno se convirtió en un faro guía para decisiones informadas y sostenibles.
La exploración del cosmos continuó, pero ahora como una empresa cooperativa entre distintas colonias interplanetarias. La humanidad, recordando su viaje desde la Tierra, valoraba la diversidad de experiencias y perspectivas que enriquecían su comprensión del vasto universo.
Los descendientes de los seguidores del Ojo de Sangre, junto con aquellos de diversas creencias, encontraron en la convivencia pacífica un camino hacia un futuro próspero. La historia del Ojo de Sangre, una vez marcada por conflictos y profecías apocalípticas, se transformó en un símbolo de superación y evolución.